El gobierno de Brasil pretende privatizar la Casa de Moneda y el aeropuerto de cabotaje de Congonhas, en San Pablo, en el contexto de un paquete de 57 proyectos que serán vendidos o entregados en forma de concesión a la iniciativa privada.
El gobierno de Brasil pretende privatizar la Casa de Moneda y el aeropuerto de cabotaje de Congonhas, en San Pablo, en el contexto de un paquete de 57 proyectos que serán vendidos o entregados en forma de concesión a la iniciativa privada.
El anuncio fue realizado por el secretario general de la presidencia, Wellington Moreira Franco, durante una conferencia de prensa en Brasilia, luego de que el gobierno anunciara el lunes último la privatización de la gigante Eletrobras, la mayor empresa de energía de Latinoamérica.
"Existe la intención de llevar adelante el plan sugerido por el Ministerio de Economía sobre la Casa de Moneda, en virtud del aumento de las pérdidas de este órgano por función del avance de la tecnología, debido a que cada vez menos se usa el papel moneda y la moneda en sí", explicó Moreira Franco.
La mayor parte de los procesos de privatización y concesiones deberán ser realizada en el último semestre de 2018, en los últimos meses del gobierno de Michel Temer, que terminará el 31 de diciembre del próximo año. El plan forma parte del Programa de Sociedad de Inversión (PPI) que administra Moreira Franco, y pretende inyectar en la economía brasileña aportes por unos 17.000 millones de dólares. También se está llevando a cabo un estudio para poder entregar a la iniciativa privada el Parque Olímpico, que fue uno de los llamados legados de los Juegos de Río 2016.
El proyecto prevé el paso a manos privadas del aeropuerto de Congonhas, principal hub (centro distribuidor) doméstico en San Pablo. Otros 13 aeropuertos están siendo apuntados como "privatizables", como el Santos Dumond, de cabotaje de Río de Janeiro. El ministro dijo que cambiará el modelo adoptado por la ex presidenta Dilma Rousseff frente a la concesión de aeropuertos, ya que actualmente la estatal Infraero está obligada a tener el 49 por ciento de participación en cualquier estación aérea con participación privada. "Vamos a reducir la participación de Infraero", dijo. Se incluyen también terminales de autobuses, concesión de rutas y autopistas, líneas de transmisión y la privatización de 15 terminales portuarios. El anuncio se produjo luego de una búsqueda de recaudación mayor del gobierno, que debió ampliar la meta de déficit fiscal para este año y 2018.
Reserva en peligro
Por otro lado, el gobierno de Michel Temer abrió una enorme reserva natural de la Amazonía para la explotación por parte de la minería privada, según un decreto publicado en el boletín oficial. La llamada Reserva Nacional del Cobre y Asociados (Renca), ubicada en un territorio de unos 40 millones de hectáreas (47.000 kilómetros cuadrados) entre los Estados de Pará y Amapá en el norte del país, había sido creada en 1984, durante la dictadura militar, y estaba reservada hasta ahora sólo al Estado. La iniciativa era barajada desde comienzos de año como parte de las medidas que impulsa el gobierno conservador de Temer para intentar reanimar la maltrecha economía del gigante brasileño. Se estima que la reserva tiene yacimientos de cobre y oro, entre otros metales. Organizaciones ecologistas criticaron la medida. "Habrá un empeoramiento de conflictos agrícolas y amenazas a los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales", vaticinó el director del WWF en Brasil, Maurício Voivodic. "Lo que nos sorprende es la falta de diálogo y de transparencia del gobierno que, por medio de un decreto, abre para la minería un área que coloca en riesgo a los pueblos indígenas y a las unidades de conservación de potencial ecológico relevante, en el corazón de la Amazonia", agregó el WWF.
Apuesta. El presidente conservador busca reanimar la economía del país.