Susana Rinaldi regresa a un escenario de Rosario. La cantante y ex legisladora porteña, con sus recién cumplidos 80 jóvenes años, dará un recital esta noche en el Auditorio Fundación basado en su último álbum, "Conmigo", integrado por temas de Chico Novarro.
La aguerrida Tana prefirió esta vez "charlar" por mail a fin de cuidar su voz, y contestó un poco de todo, aunque prefirió no contestar una pregunta sobre aquel titular que le regaló a los diarios el año pasado: "Las mujeres me atraen tanto como los hombres", basado en declaraciones suyas al periodista Ernesto Tenembaum en Radio 10.
Por otra parte, se refirió a Novarro, Manzi, Cátulo y Cadícamo; escribió sobre su "vitafila" y sus experiencias imborrables, y sobre sus memorias y la desmemoria argentina. Acerca de un balance sobre su paso en el gobierno de Cristina Kirschner como agregada cultural en la Embajada Argentina en Francia aseguró que "una respuesta equivaldría a un gran espacio que pienso reservar para mis próximas memorias". Finalmente, fue tajante con el presidente Mauricio Macri.
—En relación a Chico Novarro, digo y reitero que, en cuanto a autor-compositor, es un fuera de serie para no dejar de tomar en cuenta y armar un repertorio. Sucede, entre otras cosas, que lo primero que llamó mi atención es su humildad frente al reconocimiento, y eso habla mejor que nada, sobre su talento creativo, que rubrica mi trabajo.
—¿A 60 años de tu primer disco, cómo se hace para seguir con tantas pilas y ganas de hacer nuevos discos y giras?
—Dije infinidad de veces sobre mi modo de ser "vitafila" (llevar adelante la vida), ante cualquier desafío que alguna circunstancia me impone. Es suficiente dejarme llevar por una idea, y las ganas afloran naturalmente. El disco "Conmigo" es un ejemplo.
—¿Qué fue primero, el canto o el teatro?
—Lo primero fue la música. Mi madre decía que a los cinco años cantaba muy bien. Quizás por esa razón entré al Conservatorio Nacional de Música estudiando canto de cámara. Sin embargo tengo que reconocer que le debo todo al teatro. Toda mi formación ética, personal y culturalmente hablando se la debo al teatro. Es cierto que el canto y la música premiaron mi trayectoria, pero hasta hoy me sirvo del teatro para mejor interpretar los temas que me conmueven.
—¿Dentro de tu discografía hay varios discos (precisamente tres) dedicados a autores: a Manzi, a Cátulo y a Cadícamo. ¿Qué es lo que más te interesó como para hacerle un disco completo a cada uno?
—Reconozco que lo que más provocó en mí la necesidad de homenajearlos discográficamente en los años 70 y 80 junto a Astor Piazzolla, fue acompañar una exitosa tarea en toda Europa que me sirviera como testimonio de lo más importante de nuestro cancionero popular. Por aquellos lares no había conocimiento en ese entonces de tamaña obra poética y musical.
—¿Tenés pensado escribir tus memorias?
—Hemos comenzado una suerte de conversación abierta con un joven periodista. Una suerte de sólo 80.
—¿Argentina es un país con memoria colectiva o está algo desmemoriada?
—Es un hecho que la falta de memoria colectiva le sigue jugando a nuestro país en contra de su crecimiento. Sin embargo siento que seguimos esperando el "maná del cielo", bajo el accionar de aquellos que seguirán aprovechando de nuestro "dejar hacer". Y así nos va.
—¿Estás viviendo definitivamente en Buenos Aires?
—He decidido permanecer en Argentina. Con cinco nietos que me amparan, se me ocurre la mejor decisión de mi vida.
—¿Podés nombrar algunas de las experiencias que marcaron tu vida?
—El nacimiento de mis hijos Ligia y Alfredo; salir de Argentina en el 75 buscando un espacio, social-político-tranquilizador; conocer a Julio Cortázar en Paris; ser nombrada embajadora de Buena voluntad de Unesco un 9 de julio; la muerte de mi madre un 29 de mayo del 2000; ser nombrada ministro agregada cultural en la Embajada Argentina en Francia el 15 de septiembre de 2014.
— ¿Seguís pensando que lo fundamental de la libertad es no vivir algunas cosas como pecado?
—Efectivamente. Sin ella de nuestra parte nos sentiremos esclavos de falta de opinión, sea cual fuere el tema a tratar. Y que sirva esta observación para cualquier artista del mundo.
— ¿Qué es lo que menos te gusta del gobierno de Macri? ¿Hay algo que te guste?
—Tajantemente: lo que menos me gusta es él. Para qué buscar lo inhallable.
— Aunque no parezca ya tenés 80 años, ¿podes decir "todo salió bien"?, ¿o hay alguna asignatura pendiente?
—A mí tampoco me parece... mirándonos de frente: nunca "¡me salió bien!". Es mucho el trabajo que se esconde detrás de todas las tareas asumidas en tantos años ¡me quedan muchas pendientes!, y la pequeña modestia de imaginar que todavía puedo.