Joel Tortul es un fiel exponente del folclore argentino. Apasionado por el piano desde los 14 años, el artista rosarino asegura que está "muy agradecido de tener la posibilidad de trabajar con el arte, y más con la música de mi país, tiene un gustito especial". Tras numerosas giras nacionales e internacionales por Latinoamérica, Inglaterra, Luxemburgo, Escocia, República Checa, China y Nueva Zelanda, entre otros sitios, Tortul reflexiona en una entrevista con Escenario: "Cada vez que viajo al exterior, puedo darme cuenta de lo rico que somos culturalmente, tenemos mucho por ofrecer y compartir".
El artista presenta un Ciclo de Música esta noche, a las 21, en el Centro Cultural Atlas (Mitre 645), el cual tendrá lugar todos los miércoles de marzo a las 21. El Ciclo contará con la presencia de importantes artistas invitados (ver aparte), quienes estarán compartiendo escenario con el reconocido pianista, arreglador y compositor y su grupo. Joel Tortul Cuarteto está conformado por Joel Tortul (piano), Mariano Sayago (bajo), Martín Tessa (guitarra) y Mauricio Palavecino (batería y percusión).
"El mensaje que quiero dar con este ciclo, es que cuando se habla de folclore argentino, se lo incluya al tango y al chamamé. Creo que cada región tiene su música que la identifica pero al mismo tiempo todas se relacionan y se retroalimentan, no solo de nuestro país sino de nuestra Latinoamérica. Por lo tanto el ciclo va a ser de folclore argentino con pinceladas latinoamericanas", destaca Tortul que cuenta con dos discos editados, "Impulso de Tango" y "Punto Vivo, y que lanzará su tercer álbum este año.
—¿Cuál es el concepto del ciclo?
—Federico Abelli, pianista de la Orquesta Utópica y además programador del teatro Atlas me propuso hacer este ciclo. En realidad el Teatro Atlas va a hacer ciclos con diferentes artistas todo el año, cada mes con un artista diferente, y yo sería el que le da el comienzo al ciclo. Por otra parte, siempre yo tuve ganas de hacer un ciclo en Rosario, no es muy común que se haga aquí, siempre se hace en Buenos Aires pero está muy bueno apostar a Rosario. Lo tomo como un gran concierto de 6 horas, porque al estar un mes tocando también te da la posibilidad de disfrutar más de nuestra música y estar más contacto con el público. A veces en un concierto de una hora, que es lo habitual, en mis presentaciones, uno se queda con la ganas de tocar más y creo que el ciclo de 4 miércoles te da esa posibilidad de disfrutar más. También, el mensaje que quiero dar con este ciclo, es que cuando se habla de folclore argentino, se lo incluya al tango y al chamamé. Creo que cada región tiene su música que la identifica pero al mismo tiempo todas se relacionan y se retroalimentan, no solo de nuestro país sino de nuestra Latinoamérica. Por lo tanto el ciclo va a ser de folclore argentino con pinceladas latinoamericanas.
—¿Cuál fue el criterio para elegir a los artistas invitados?
—La idea fue buscar artistas que formen parte de una generación que busca innovar con arreglos y composiciones inéditas nuestra música popular argentina, ya sea cantada o instrumental. Cada invitado tendrá una inclinación pero en el ciclo habrá chacareras, zambas, milongas, rasguido doble, chamamé y tango. Será de música popular argentina con algunas pinceladas latinoamericanas
Durante tu trayectoria, realizaste giras nacionales e internacionales por Latinoamérica, Europa, China y Nueva Zelanda. ¿Cómo recibió el público tu propuesta tan argentina? ¿El público está abierto a escuchar tango, en un idioma que no es el propio?
—Siempre que he tenido la posibilidad de tocar nuestra música en el exterior, me he sorprendido, si bien el tango ya es un género que es muy conocido, ni hablar Piazzolla, pero lo que más me he sorprendido fue de ver lo que genera el tango en lo emocional. Creo que es una música popular que ofrece una carga emocional terrible y en el baile una intimidad con la pareja que es única; además que para bailar uno no necesita ninguna destreza física, y eso lo hace único. Con respecto al folclore rural argentino no es conocido, y eso siempre despierta inquietud, por ejemplo la última oportunidad que tuve en Nueva Zelanda de tocar con músicos de la sinfónica de allí, cuando le mandé los arreglos incluí temas de Piazzolla, Salgán, Ramón Ayala, Anibal Troilo, entre otros, pero cuando les mandé una chacarera quedaron sumamente sorprendidos y era el tema que más le interesaba.
—¿Te imaginabas de chico, cuando recién estabas empezando tu camino musical, que ibas a llegar a este punto de tu carrera?
—Desde chico siempre fue como un juego tocar el piano, en un primer momento sentí que iba a ser algo que me acompañe siempre, pero a los 14 años ahí me di cuenta que quería esto para toda la vida, no sólo como un juego sino ya como un trabajo profesional. Y obvio, siempre uno de chico tiene el sueño de tocar por todos lados y hoy eso lo estoy cumpliendo. Estoy muy agradecido de tener la posibilidad de trabajar con el arte, y más con la música de mi país, tiene un gustito especial. Cada vez que viajo al exterior, puedo darme cuenta de que somos ricos culturalmente, tenemos mucho por ofrecer y compartir.
—¿Cuáles son tus proyectos para este año? ¿Tenés ganas de grabar tu tercer disco?
—En julio del año pasado hemos grabado un disco junto a mi cuarteto: Mariano Sayago en contrabajo, Martín Tessa en guitarra, Alfredo Tosto en batería y percusión. Seguramente lo presentaremos a mitad de año en Rosario y en otros puntos del país. Y siempre que uno termina de grabar un disco ya está pensando en el otro. El que vendrá será de un carácter más libre, de canciones que no tengan un ritmo definido pero sí con elementos de nuestra música argentina y latinoamericana.