Trajes negros, camisas blancas, corbatas skinny, anteojos oscuros y una faja amarilla de seguridad que ordena "Crime Scene Do Not Cross". Detrás de esta puesta en escena está la banda "Reservoir Songs", la banda porteña que desembarca por primera vez en Rosario con sus reversiones de los clásicos de las películas de Quentin Tarantino. Los músicos fueron los elegidos por el canal TCM y la cadena Hoyts para celebrar en 2014 los 20 años de "Pulp Fiction", hoy un ícono del cine, y pudieron probar su trabajo en el mítico club Whisky a Go Go, de Hollywood. Reservoir Dogs no es una banda de covers ni una banda tributo, y ellos mismos se consideran en escena "personajes extendidos de las películas de Tarantino", adelantó el guitarrista y cantante Aka Brown, uno de los cinco miembros del grupo. La cita es hoy, a las 21.30, en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645).
—¿Cómo es el espectáculo?
—Es un espectáculo que hace un homenaje a la música en las películas de Tarantino. El plan desde la música y la puesta es transportar a los espectadores hacia las sensaciones que tuvieron en las películas y hasta tiene ribetes teatrales. Sigue siendo un recital de rock pero tomamos algunas cosas en la puesta como para que represente una pseudo escena del crimen y componemos personajes extendidos de las películas de Tarantino. Es como si fuera un universo extendido con otros personajes surgidos de esa época a mediados de los 90.
—Nosotros somos una banda de rock pero somos multiinstrumentistas, y además de eso la particularidad es que los cinco somos cantantes. Eso nos permite no sólo hacer temas con muchos arreglos vocales sino también poder adaptarnos al color propio de cada una de esas canciones del repertorio de artistas tan variados.
—¿Armaron esta banda por afinidades estéticas y culturales de la época?
—En un punto descubrimos que teníamos más afinidad por los gustos cinematográficos que por los gustos musicales. Algunos por ser cinéfilos, o estudiar carreras con relación a lo audiovisual o la comunicación, dijimos que esto es una forma de poder conjugar nuestras dos pasiones que son el cine y la música.
—¿Qué película en particular marca el estilo de la banda?
—Estéticamente "Perros de la calle", "Reservoir Dogs", que nos influencia desde el nombre hasta la composición de los personajes y sin dudas todos ese período de mediados de los 90 en Los Angeles que fue el que hizo trascender a Tarantino. Ahí es donde más cómodos nos encontramos, tanto en los estilos de las películas como en la estética y en todo lo que significa haber descubierto a Tarantino en aquel momento. La banda es muy heterogénea en cuanto a edades que van de los 40 a los 20, por lo tanto los más grandes somos los que vivimos el inicio de la carrera de Tarantino, pero todos en algún momento nos fuimos incorporando a ese gusto por su cinematografía.
—¿Qué características de las películas de Tarantino les resultan más atractivas?
—Principalmente, cuando hablamos de la música, es la posibilidad de reflotar o redescubrir canciones. Hay algunas excepciones pero en general toda la música de las películas de Tarantino son canciones que en algún momento tuvieron alguna trascendencia, luego fueron olvidadas y el las rescató. Eso también lo ha hecho con actores. Es algo que surge muy de él. El otro motivo es la descontextualización. El descontextualiza la música de una manera genial a nivel de que en una película como "Kill Bill" que tiene artes marciales tiene una música mayormente de western. Esa descontextualización siempre sorprende. Si bien suponemos que va a ser una banda de mucho soul y de música de Los Angeles de los 60, no nos sorprendería que aparezca cualquier género inesperado.
—¿Ese eclecticismo les permite atravesar generaciones?
—Tarantino es un popularizador, en el sentido de que seguramente muchas de las técnicas cinematográficas que el popularizó muchos las conocimos porque las usaban otros cineastas pero el tiene esa capacidad de absorción y procesamiento y hacer popular algo que hace que llegue a todos. Así como la banda es heterogénea en edades, también lo es el público que va de los 20 años hasta gente de más de 50 y 60 y creo que el cine es lo que amalgama todo eso.
—¿Por qué usan esos seudónimos?
—Usamos seudónimos simplemente para reforzar el concepto. Imaginate que yo soy Aka Brown y mi nombre real es Paco, o Francisco Estevarena, así que se va un poco más lejos del concepto cinematográfico que lleva. Pero somos gente por gusto por esas cosas y por el arte, y a nuestra vida paralela fuera de la música llevamos mucho del aprendizaje y viceversa. Trabajar en comunicación mayormente nos ayuda a poder comunicar mejor el espectáculo.
—¿Son versiones nuevas o se podría pensar que son una banda de covers?
—No somos una banda de covers y tampoco una banda tributo que es el sentido tradicional. Lo que hacemos es versionar a nuestro estilo de banda que se desarrolló con los años, pero dentro de ese reversionado siempre cuidamos mantener identificaciones muy directas a las versiones originales. Yo disfruto muchísimo cuando escucho versionados temas que son centrales, pero en este objetivo de transportar a la gente a la sensación de las películas es necesario conservar ciertos rasgos de identificación directa. Sería muy raro que una balada la pasemos a un rock acelerado. Tratamos de mantener el espíritu general del tema aun siendo muy propia.