"Hubo tres personas en mi adolescencia que me hicieron mal. Una está fallecida, otro es un ex jugador de fútbol y él (Cibrián) se portó mal conmigo también", afirmó Guido Süller en el programa que conducen Cecilio Flematti y Cecilia Ruffa por Radio 10. A partir de allí la charla cambió de rumbo.
"Con Pepito Cibrián tuve una mala experiencia. No quería contarlo porque es un señor grande y le queda poco. Yo era muy jovencito, 18 o 19 años. Quería demostrar mi talento y me presenté al casting de Pepito. Fui quedando, quedando y había que actuar, bailar y cantar. Y yo no cantaba. Pero iba quedando igual y creía que era porque hacía todo bien", comenzó relatando.
"Fue para Calígula, en los teatros de San Telmo hace como 30 años. Iba a ser Nester, el amante de Calígula. Un coprotagónico. Yo era nuevito. Yo iba para un papelito, tipo `la mesa está servida´, y me daban un coprotagónico. Estaba Divina Gloria y Pato Echegoyen, me acuerdo", disparó.
"Me pusieron una coreógrafa que me enseñaba a bailar a mí solo. ¿Y con la voz qué hacemos?, preguntaba yo y me respondían que iba a hacer playback doblado por un super cantante. Tenía que mover la boca", agregó.
Luego, según el hermano de Silvia Suller, llegó una propuesta concreta: "El utilizaba mucho el desnudo en sus obras. Hay una película Calígula, que es casi pornográfica, y había que ir a verla a su departamento. Mis compañeros me advirtieron que no fuera a su casa. Y le hice caso a ellos. Le dije a Pepe: `Mirá, yo quiero ser actor y llegar por las buenas sin tener que hacer nada que no me parezca bueno. Y una de las cosas que me parecen incorrectas es desnudarme´. Entonces, un día me dolía la cabeza, otro día tenía que hacer un casting porque trabajaba de modelo, otro día tenía que salir con mis amigos, yo nunca podía. Finalmente no llegué a actuar como Néster, no pude… se imaginarán el por qué. Nunca fui a ver Calígula a su casa", comentó.
La historia, según el relato de Guido, concluyó así: "Entonces nunca hice Nester y lo único que hizo fue pasearme desnudo junto con el marido de Reina Reech, Pablo Lena. Eramos los hijos de una diosa atados a una correa. Así él (Pepe) me castigó. Igual, pasaron 30 años, respeto su talento y nunca pasó nada. Nunca me lo volví a cruzar y siempre quise contarlo".