El músico y compositor Paz Martínez, nombre clave de la canción romántica iberoamericana, iniciará el sábado con su debut en el porteño teatro Gran Rex su gira de despedida de los escenarios, una decisión que atribuye “a la responsabilidad de la industria del espectáculo”.
“Yo respeto mucho el gusto de las personas y a todos los artistas pero una de las razones por las que he decidido decir «bueno, hasta acá llegué» es por cómo se está manejando la industria del espectáculo en todos lados”, asegura Paz Martínez durante una entrevista con Télam.
El artista, nacido hace 75 años en San Miguel de Tucumán, señala su incomodidad con la escena actual a partir de dos ejemplos concretos: uno local y otro internacional. “Yo tengo dos premios Martín Fierro arriba del piano (por sus canciones para las tiras “Padre Coraje” y “Mujeres de nadie”), pero el último Oro lo ganó «Gran Hermano» y eso no me cierra y me pregunto qué pasó con la ficción en nuestro país”, indica el autor.
Y en busca de otra señal de los tiempos, agrega: “En Estados Unidos, con la cantidad de autores y compositores maravillosos y extraordinarios que tienen, le dan el premio principal a Bad Bunny y entonces eso me hizo dar cuenta de que la industria es muy responsable de todo esto que está pasando”.
Tras pasar el sábado último por la Fiesta Nacional del Inmigrante en el Parque de las Naciones de Oberá (Misiones), el creador cuyo nombre verdadero es Norberto Alfredo Gurvich y lleva un laureado camino solista de más de cuatro décadas después de ser parte del Trío San Javier, empezará a dejar los conciertos el sábado 23 cuando desde las 20.30 se presente en la sala sita en Av. Corrientes 857.
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En noviembre fue reconocido artista distinguido de Caba.
De la mano de un espectáculo que tituló “¿Cómo se dice adiós...?” el músico tratará de hacer un repaso por una intensa y reconocida actividad en la que compuso unas 700 canciones y por la que en noviembre pasado fue declarado como Personalidad Destacada de la Cultura de la ciudad de Buenos Aires.
En el acto durante el que recibió la distinción, el legislador Roy Cortina calificó a Martínez como “un auténtico artista popular y un símbolo de nuestra música”. “En su haber cuenta con más de quinientas canciones escritas, muchas de las cuales son parte fundamental del repertorio sonoro de nuestras vidas”, agregó el legislador. Y enfatizó que es una alegría celebrar la distinción que votó “toda la Legislatura”.
En el repertorio con su firma figuran títulos de alto impacto como “Qué par de pájaros”, “Amor pirata”, “Te propongo algo”, “Una lágrima sobre el teléfono”, “Preso de tu piel”, “Me das cada día más”, “Agua, fuego, tierra y viento”, “Entre la tierra y el cielo” y “Roja boca”, por citar solamente algunos, varios de ellos grabados por grandes intérpretes nacionales como María Martha Serra Lima, Manuela Bravo, Mercedes Sosa-Soledad Pastorutti, Estela Raval, Los Nocheros, Pimpinela, Miranda! y Luciano Pereyra.
Además, interpretaron sus temas figuras internacionales como Dyango, Paloma San Basilio, Gilberto Santa Rosa, Lupita D’Alessio y Luis Jara, además de la versión en español de “You ‘ll see”, registrada como “Verás” para la Reina del Pop, Madonna.
También escribió versiones al español para Paul Anka en un trabajo donde el artista hizo duetos con Myriam Hernández, Lucero y Ricky Martin.
Desde hace varios años es miembro de la comisión directiva de Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores), ocupando el cargo de tesorero, cumpliendo una destacada labor que cuenta con el apoyo y beneplácito de sus pares.
¿Con el recital del sábado en el Gran Rex iniciás tu despedida de los escenarios o estás también dejando la música?
Para mí es imposible dejar la música porque es mi vida y voy a seguir componiendo porque es mi primer amor y todos los días de mi vida me despierto y tengo una canción en la cabeza.
¿Imaginás que este adiós al que querés darle un carácter nacional puede ser tan extenso como, por ejemplo, el de Los Chalchaleros?
(Risas) No creo que sea para tanto porque Los Chalchaleros fue el grupo folclórico más grande y más importante de nuestro país y yo no soy el artista más importante de Argentina y lo digo con ninguna falsa modestia aunque tengo la intención de pasar por todas las provincias. Es muy claro, yo soy un artista muy particular y todo el mundo sabe cómo se llama mi mujer, dónde vivo y me gusta estar en contacto con la gente y esa falta de misterio conspira contra el artista. En mi caso, soy artista arriba del escenario, soy un animal del escenario pero cuando me bajé vuelvo a ser Beto y el personaje no me come. Cuando recibí el premio al mejor compositor de Latinoamérica me ofrecieron radicarme en Miami para estar en el lugar donde escribir para otros artistas y no pude, no me moví, yo estoy acá, en mi casa, con el piano abierto. Soy un tipo común con una profesión extraordinaria.
¿Cómo imaginás tu debut en el Gran Rex para empezar a irte de los shows?
Elegí un lugar que es emblemático en Buenos Aires y que tiene una magia muy particular que no la tiene otra sala y que a mí me gusta mucho. Esa noche voy a estrenar una canción compuesta especialmente para la ocasión donde le cuento a la gente qué es lo que pasó en todo este tiempo conmigo.
¿Vas a extrañar ese ritual?
En mi público hay mayoría de mujeres aunque ahora está más parejito y le gusta que yo esté vestido de negro, con camisa blanca y un pañuelito en el bolsillo y que arriba del piano de cola -en lo posible negro- haya flores. Y donde me siento al piano se produce algo rarísimo, no vuela una mosca y es algo impresionante realmente, por eso me iré tocando el piano aunque solamente me acompaño y no tengo la técnica del pianista y, en cambio, soy guitarrista de los buenos.