Netflix estrenó "La Casa Guinness", una serie original creada por Steven Knight, el guionista detrás de Peaky Blinders. La producción, dirigida por Tom Shankland y Mounia Akl, llega con una primera temporada de ocho capítulos ambientados en el Dublín de 1868.
La historia arranca con la muerte de Benjamin Lee Guinness, figura clave que convirtió la cervecería en un imperio y que “llevó paz y prosperidad al pueblo de Dublín”. Ese hecho marcó el final de una era y desató una feroz disputa entre sus herederos.
La serie cuenta con un elenco destacado encabezado por Anthony Boyle, Louis Partridge, Emily Fairn y Fionn O’Shea. Su primera temporada, disponible en Netflix, ofrece una mezcla de drama histórico, conflictos familiares y estrategias de poder que marcaron la historia de Irlanda.
El legado de la cerveza Guinness
La cervecería Guinness nació en 1759 cuando Arthur Guinness firmó un contrato de arrendamiento por 9.000 años en St. James’s Gate, Dublín. Con los siglos, ese emprendimiento se convirtió en un símbolo de Irlanda y en una marca global. Figuras como Sir Benjamin Guinness y Edward Guinness expandieron la compañía y alcanzaron títulos nobiliarios, como el de Conde de Iveagh.
Hoy, la cerveza Guinness se exporta a más de 150 países y su logotipo con el arpa celta es un ícono cultural. La serie de Netflix pone el foco en el costado más íntimo: los negocios, las ambiciones y las luchas de poder de una de las familias más influyentes de Europa.
Aunque el apellido Guinness todavía simboliza a la cerveza irlandesa, la familia no controla la empresa desde hace décadas. La cervecería pasó a manos de corporaciones y hoy forma parte del conglomerado multinacional Diageo, dueño también de marcas como Johnnie Walker y Smirnoff.
Si bien algunos descendientes poseen acciones en Diageo y propiedades como la finca Elveden en Suffolk, ya no participan de la gestión. Tampoco tuvieron intervención en la producción de la serie, que dramatiza los conflictos familiares del siglo XIX.
Una lucha marcada por secretos y rivalidades
La serie muestra cómo los hijos del patriarca enfrentaron la responsabilidad de sostener el legado familiar:
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Arthur Guinness (Anthony Boyle): heredó un asiento en el Parlamento, aunque su primera elección fue anulada por irregularidades. Luego recuperó poder político bajo el liderazgo de Benjamin Disraeli.
Edward Guinness (Louis Partridge): considerado el “comodín” del testamento, tomó el control de la compañía y la expandió globalmente. Durante su gestión, Guinness pasó de producir 565.000 a 907.000 hogsheads de cerveza y en 1886 ingresó a la Bolsa de Londres, lo que lo convirtió en el hombre más rico de Irlanda. También impulsó la construcción del Guinness Storehouse, hoy una atracción turística.
Anne Plunket (Emily Fairn): en una época donde las mujeres no heredaban negocios, ejerció influencia a través del matrimonio y sus vínculos sociales.
Benjamin “Ben” Guinness (Fionn O’Shea): el hijo menor, obligado a demostrar su valía en una familia donde las tensiones no daban respiro.
El tráiler oficial de "La Casa Guiness"