La serie "Dr. House" emitió ayer su último capítulo, titulado "Everybody Dies", que en la traducción al acstellano significa, "Todo el mundo muere", luego de ocho temporadas de éxito en la televisión mundial que encarnó un grupo de médicos liderados por el ácido Gregory House, interpretado por el actor Hugh Laurie.
Luego de un programa especial de una hora, en el que se pudieron ver los mejores momentos de la serie, se emitió el capítulo final en el que se muestra a Dr. House atrapado en una vieja fábrica en llamas junto a su paciente, que en esta oportunidad es un adicto a las drogas.
House trata de escaparse del edificio que se está incendiando, pero parte de la estructura le cae encima y logran identificar su cuerpo sin vida gracias a los registros dentales. Más tarde, se puede ver a todo el equipo médico en el funeral de su líder y cada uno cuenta cómo él logró cambiar su vida.