Ecléctico, poderoso y rebelde. Benito Cerati no repite fórmulas sino que crea su propio universo musical en cada producción. El artista acaba de lanzar su cuarto disco, "Lapsus", junto a su banda Zero Kill, al cual califica de "oscuro, gótico y más contemplativo", con melodías que van desde el new wave hasta el trip hop y el grunge.
"Venía de un disco súper colorido y super power y quise hacer lo opuesto. Unisex era celebrativo y Lapsus es más funerario", destacó Benito en una entrevista en vivo por Zoom con La Capital en la que habló de su evolución musical, del perfeccionismo heredado de su padre Gustavo Cerati y de su lucha por la igualdad.
Desde su primer disco "Trip Tour" en 2013, pasando por "Alien Head" en 2016, "Unisex" 2018, comenzó a crear su identidad, canta en español, en inglés y pasea por el rock alternativo y gótico hasta la música electrónica. "Veo una evolución en la perfección de las técnicas y en bajar las ideas a la tierra para poder trabajar mejor en equipo", explicó Benito sobre el disco que compuso en 2019 y grabó en marzo, antes de la cuarentena obligatoria.
Sobre las alusiones a Gustavo Cerati en su nuevo material, dijo que "no son conscientes". "A mi viejo lo vi componer y yo sigo haciendo lo mismo. Es una influencia fija. Además, en este disco en particular nos inspiramos mucho en The Cure y los hits de los ochenta", reflexiona.
Acerca del perfeccionismo que caracterizaba a su padre, exlíder de Soda Stereo, Benito destaca: "Soy más relajado porque me gusta el error. Tengo un margen de soltura. No me gusta la rigidez. Admiro a la gente que puede lograr algo perfecto. Sí soy muy exigente conmigo mismo. Pero a la hora de trabajar, trato de disfrutar y que la gente que esté trabajando conmigo también disfrute".
¿Qué heredaste y qué no de tus padres? "Me crie en un hogar muy amoroso y me gustaría repetir eso con mis hijos. A mí me metieron en una burbuja y se pasaron, eran muy estrictos. Siempre me buscaban en auto, iba a escuela privada, me protegían mucho, no hubo motivación a generar calle. Y esa fue mi primera rebelión, de '¡déjenme tomar un bondi!'. Me gustaría que mis hijos sean más libres de lo que yo fui", sentencia el artista. Y continuó: "Sufrí una decepción muy grande al salir al mundo y darme cuenta que no estaba todo tan bien como creía. Hoy agradezco todo lo que me pasó, no cambiaría nada".
El artista, que el año pasado había dicho en una entrevista que le parece “re antinatural estar con una persona el resto de tu vida", aclara: "¡No! Ya cambié de opinión. Estas cosas pasan cuando sos joven, hacés una declaración y después creciste y cambiaste (risas)".
También hizo referencia a la lucha por la igualdad de género: "A una trans la cagan a palos, no la aceptan en un trabajo, a los gays le pegan en la calle. No es cierto que no hay necesidad de pronunciarse. Hay mucha necesidad de pronunciarse. En las redes es muy fácil decir que todo es amor".