A los 20 años la cantante de jazz y soul Amy Winehouse ya era una deliciosa vocalista. Transcurría el año 2003 y acababa de lanzar el álbum "Frank", pero recién tres años después se convertiría en una superestrella, con todo lo que eso conlleva, gracias al disco "Back to Black".
En este trabajo y en sus recitales de presentación del mismo durante todo 2006, uno de los guitarristas fue Robin Banerjee, el mismo que hoy encabeza un show tributo a la artista muerta a los 27 años. Al frente de su Amy Winehouse Band el músico inglés presentará hoy, a las 21.30, en Vorterix (Salta y Cafferata), el espectáculo "I Go Back to Black", que incluye a diez músicos en escena y la voz de la brasileña Marilia Camposs.
"Yo creo que tocar con Amy fue realmente un gran privilegio, fue lo más grande que me pasó en la vida. Yo literalmente lo planeé. Sé que suena extraño pero fue así . Yo la vi en TV, la vi tocando jazz cuando recién comenzaba y dije «¡Oh dios!». Estábamos en 2003 y no era la música que estaba sonando en esos tiempos, pero ella estaba haciendo esta música que era realmente inspiradora y que abrió la puerta a nuevas cantantes como Adelle, Lana del rey, Joss Stone... todas ellas fueron influenciadas por Amy", dice Banerjee a Escenario.
—¿Se puede decir que usted tocó en la etapa más inspirada de la trayectoria de Amy Winehouse?
—En parte sí. De hecho estuve en el momento más importante de su carrera, pero anteriormente ella hizo un muy buen trabajo, "Frank", un disco muy inspirado.
—¿Cuál es el sentido de un show tributo a Amy?
—Sobre todas las cosas, recordarla como persona, y también celebrar su música.
—¿Por qué cree que Amy terminó su vida de esa manera y tan joven?
—Muchos artistas tienen demonios y deben lidiar con ellos. El alcohol y las drogas en el caso de Amy, además de las relaciones... se le fue escapando las cosas de sus manos.
—¿Qué es lo que funciona tan mal en la industria de la música y en el entorno más íntimo de artista del pop?
— Yo creo que la fama es la peor droga. La gente comienza inocentemente como artista, incluso actores, y se meten en este mundo vanidoso, pero luego la fama los atrapa y además, los demonios internos y los de la industria de la música terminan sobrepasándolos. Y esto, lamentablemente, genera cosas muy destructivas, porque estos demonios son muy demandantes.
—¿Qué puede decir de Amy como cantante, compositora, en fin, como artista? ¿Qué es lo que más le gustaba de ella?
—Creo que ella tenía un talento único: su voz. Cuando vos escuchabas a Amy en la radio, sabías que era ella. Una forma única de manejar la voz... sí, es única. Sabías de cualquier modo que era ella de la misma manera que cuando escuchás sabés quién es Nina Simone o Whitney Houston...
—¿Qué opinión le merece el documental "Amy"?
—Es un reflejo válido de su historia. Si, creo que el documental es una buena línea de tiempo de su vida: desde su adolescencia, su adultez hasta su desafortunada partida. Todo muy bien editado.
— ¿Por qué cree que la familia Winehouse se opuso en su momento a la difusión del filme?
—Creo que fue porque en algunas partes se ven momentos de shows y otras cosas, en los que no se lo ve favorecido al padre de Amy. En general son momentos en que son más bien divertidos, pero aparentemente él se lo ha tomado demasiado en serio. Yo no me lo hubiera tomado de manera tan personal. Para mí no hay un problema en esas imágenes de shows.
—¿Cómo era Amy durante los conciertos durante aquel año que usted tocó en su banda?
—Amy era un sube y baja. Iba hacia arriba y abajo. Ella tenía a veces performances maravillosas y a veces era muy autodestructiva. También, en algunos shows estaba muy presente y en otros no se interesaba en lo más mínimo en lo que estaba haciendo. En la mayoría de los recitales en que yo estuve, ella estuvo muy bien.
—¿Qué sabe de sus últimos años de vida? ¿Tuvo contacto con ella?
—Mi último contacto con Amy fue en septiembre de 2009. Casi dos años antes de que muriera. Pero a partir de ese momento creo que Amy puso la música en un segundo lugar y se enfocó más en su vida personal. Quiero decir, en vivir, en cómo relacionarse, en su salud, en cómo recuperarla. Y ella hizo un gran esfuerzo porque dejó las drogas, se limpió. Desafortunadamente, siguió con el alcohol, y el alcohol es una droga que también destruye, ¡y cómo! Y eso la llevó al final tan desafortunado que todos conocemos... pero ella realmente lo intentó, lo intentó de una forma muy dura.