El turismo místico o espiritual tiene cada vez más seguidores en todo el mundo. Escondido entre sierras y playas, Piriápolis está dentro de los destinos que reúne interesantes misterios. La ciudad resulta tentadora para quienes sienten atracción por su apasionante información oculta y también porque los visitantes se conectan con sus energías y pueden liberarse del estrés y relajarse, objetivo al que todos aspiran cuando se está de vacaciones.
Los adultos que visiten este tradicional y atractivo balneario del este uruguayo, pueden acceder a esta experiencia en forma libre y gratuita. Es una actividad que se ofrece con guías especializados todos los domingos por la mañana y no supera las cinco horas de duración. El recorrido incluye lugares que guardan mística, como la Virgen del Cerro San Antonio, la Fuente de Venus, la del Cerro del Toro, el Castillo de Piria, la iglesia abandonada que nunca de terminó y el Argentino Hotel.
Todos son símbolos que dejó su fundador, Francisco Piria, un visionario que fue atraído por este lugar y su gran concentración de campos magnéticos que provocan una vibración mayor a lo normal. Estas condiciones las aprovechó para situar sus emblemáticos monumentos.
El geobiólogo Carlos Rodríguez, es quien realiza y coordina estos recorridos. Resalta que no se trata de un producto turístico, sino espiritual. Explica que Piria era alquimista y que diseñó la ciudad a partir del árbol de la vida de la cábala, uno de los símbolos cabalísticos más importantes del judaísmo que acerca a la comprensión de Dios y a la manera en que él creó el mundo. Simbología y vibración, un combo perfecto para descubrir, vivenciar e iniciarse en el conocimiento y de la mano de quienes saben.
Despertar de conciencia
"Muchos visitantes destacan que en Piriapolis se sienten en paz. Eso sucede porque entran en resonancia con la ciudad", dice Carlos, y asegura que el interés por estos temas ha crecido "porque hay un despertar de conciencia que tiene que ver con la era de Acuario". Al llegar a la Virgen Stella Maris en el Cerro San Antonio, más conocida como la Virgen de los Pescadores, la estatua muestra a una apacible mujer mirando al mar; pero al observarla de atrás, no es la espalda de una mujer, sino la de Jesús.
Otro punto místico es la Fuente de Venus donde se hace una parada para cargar energías. Luego, es el turno de arribar al Cerro del Toro para encontrarse con la fuente taurina que es un templo a cielo abierto. En su entorno hay nueve tronos. Utilizando todos estos símbolos, se practicaban y aun se hacen, iniciaciones. Descansar unos momentos y sentir el campo energético es la clave para sentirse más que bien.
Luego, en el Castillo de Piria, se puede observar el mapa de la ciudad que su fundador no pudo terminar. Meditar debajo del árbol de drago es especial. Sus hojas secas se utilizan para preparar sustancias que "limpian" la energía de los ambientes. En tanto, los galgos que custodian la entrada del castillo, remiten a una influencia egipcia, de la orden de Heliópolis a la que pertenecía Piria.
Los perros tienen entre sus patas un morral con una liebre que simboliza que atraparon el rol de vida, uno de los primeros ejercicios que realiza un alquimista. El recorrido energético continúa con un paso por la iglesia inconclusa donde hay mucha tela para cortar en cuanto a su historia del por qué nunca se terminó.
Leones alados
En el Argentino Hotel se pueden ver los leones alados en su entrada, el hall que reproduce los senderos de la cábala y también conocer los símbolos de un gran vitral. El interés principal se centra en el salón dorado, otro espacio ideal para practicar meditación y que está coronados por caireles y una bola de espejos.
"A Piriápolis hay que mirarla de arriba para observarla en su plenitud oculta. Así se pueden apreciar mejor los puntos de alta incidencia geomagnética como el árbol de la vida y el árbol de la cábala. La clave del peregrino o iniciado está en encontrarse consigo mismo a través de esos símbolos", resalta Carlos, y explica por qué Piria fue un adelantado: "Por lo general los iniciados que tienen otra percepción extrasensorial como él, persisten las fuerzas de la naturaleza de una forma diferente. Es como el chamán en una tribu o un sacerdote maya, inca o egipcio. Piria al haber sido iniciado por un tío jesuita, tenía el conocimiento de la cábala y la alquimia cristiana y creó una ciudad para el que busca ese tipo de información. Aquí vienen peregrinos de muchas partes, Portugal, España, Francia, Canadá, Estados Unidos. Gente que ya ha recorrido otros lugares del mundo y se dan cuenta que las vibraciones de acá son más altas de lo normal".
Vibraciones
Los recorridos de los domingos son definidos por el guía como "una etapa introductoria que es genérica; después tienen la posibilidad de contratar grupos más específicos de trabajos de mayor fuerza. De Rosario y Santa Fe han venido muchos. También peregrinos que han hecho el camino a Santiago, el del Inca o el de Machu Picchu. Como a la vez somos guías en Machu Picchu, estamos buscando el paralelismo que hay con estos lugares sagrados del mundo y hemos encontrado alta vibración en la zona, muy parecida a la del Valle Sagrado".
Y agrega que "Siempre en la historia de la humanidad vamos a encontrar determinados personajes que fueron intervenidos por algo superior o despertaron algo que le abrió la conciencia. Por lo general ellos terminan dejando un legado. A Francisco Piria lo catalogo como un ser iniciado pero que supo además tener un pie en cada mundo. Manejaba muy bien el mundo material y el espiritual. Supo lograr el perfecto equilibrio".
Nos dejó un legado para la Era de Acuario: Que todos estamos obligados a despertar a nuestro ser espiritual o de crecimiento espiritual, no por un tema personal, sino por la evolución misma de la humanidad. O cruzamos todos o no cruza nadie. Cuando dejamos este mundo terrenal, al final del túnel nos van a mostrar un pantallazo de lo que fue nuestra vida pero también nos van a mostrar un pantallazo de lo que pudo haber sido, de lo que nos perdimos. Ese pantallazo que nos perdimos fue lo que Piria sí logró hacer, que fue la búsqueda de su rol de vida. Atrapó su mercurio y su liebre, y eso está en un simbolismo en la entrada del castillo. Por eso la creación lo asistió y logró hacer tantas cosas, no solo acá, sino también en Montevideo donde fue su segundo fundador. Construyó más de 70 barrios. Nos dejó como mensaje que todos debemos encontrar esas tres columnas del árbol de la vida y subirlas, y dar con el creador o la creación, pero sin dejar de apuntar a que vinimos y hacia dónde vamos".
¿Alquimista y masón?
"No era masón, estaba más allá, por encima de eso. Escribió varios libros entre ellos «Lo que será mi país dentro de 200 años» en 1898, donde habla del desequilibrio de la economía mundial por el dominio del producto barato procedente de China", afirma el geobiólogo Rodríguez. Y acota que hay "mucho paralelismo con la ciudad de La Plata hecha por Dardo Rocha en 1882 y que ganó un premio internacional entregado por Julio Verne que estaba en el jurado. La intención de Piria fue crear la misma geometría, sólo que no le dio el tiempo para poder terminarla pero sí logró las fuerzas telúricas y las geometrías de los monumentos. Le faltó terminar, por ejemplo, la iglesia que nunca fue y permanece derruida; que también nos deja un mensaje. Nadie se pregunta por qué hizo el Argentino Hotel en 10 años y en 20 no la pudo terminar".
Más información en el Facebook de" Carlos Rodríguez Piriápolis", y en el de "Piriapolis Místico el umbral del hombre". Wasapp: 099152953.