Establecer ahora cómo fue el mercado de pases que hizo Central sería un ejercicio más de especulación que de análisis, aunque está claro que el salto de calidad en cuanto a los nombres no se dio. Pero más allá de eso, hay un puesto en el que Central buscaba refuerzos, que el hincha pedía a gritos una cara nueva y en la que finalmente ese jugador llegó. Se trata del volante central Dannovi Quiñones, quien se sumará a Agustín Toledo y Kevin Ortiz, lo que hará una pelea por el puesto sumamente atractiva e interesante para el entrenador Miguel Angel Russo, quien de ahora en más será el encargado de decidir quién está mejor y a quién mandar a la cancha. Y estando los tres en condiciones hasta es probable que uno de ellos comience a quedarse fuera de la lista de convocados, salvo que el DT rompa lo que utilizó hasta aquí, de llevar al banco de suplentes sólo una pieza de recambio en esa posición. ¿Dos volantes de contención desde el inicio? Es algo que Russo nunca hizo, al menos en este proceso.
Lo que se le viene a Russo es un lindo desafío porque, se sabe, cuantas más posibilidades tenga para elegir, mejor. Y algo similar es lo que pasa con los futbolistas en cuestión, quienes en el intento por ganarse un lugar en el equipo son proclives a elevar su nivel. Al menos es una de las tantas frases hechas en el mundo del fútbol.
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Quiñonez llegó para pelear por un lugar en un puesto en el que los hinchas pedían a gritos una cara nueva.
Lo cierto es que de aquí en más el DT canalla tendrá un abanico más amplio a la hora de la elección, con un Quiñones a quien Russo y su grupo de trabajo conocen bien, por eso lo pidieron. Es que para el mundo Central no era alguien que estuviera en el radar.
Pero lo esencial en este caso es que el colombiano llegó en un puesto en el que el cuerpo técnico sentía que había un hueco y en el que los hinchas pedían a gritos alguna cara nueva. Lo mismo pasó con el centrodelantero. Esto es, si Central buscaba un 5 y llegó, es para jugar. Si tras la partida de Alejo Veliz hubiera llegado un 9, también hubiera sido para jugar.
Lo que se intenta graficar con esto es que Quiñones seguramente llegó a Arroyito porque Russo lo ve con las características futbolísticas como para transformarse en el volante central del equipo. ¿Qué tiene que hacer para lograr eso? Convencer al entrenador de que es más jugador que Toledo y que Ortiz.
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Agustín Toledo recibió el respaldo de Russo en el último partido y su actuación estuvo acorde a las expectativas.
Héctor Rio / La Capital
Todos estos días de trabajo en Arroyo Seco y en medio del parate por las eliminatorias, Russo evaluará, pero no es descabellado pensar que en su consideración hoy está primero Toledo y después Ortiz. No se trata ni siquiera de una especulación ni nada por el estilo, se tata de un análisis más o menos certero de lo que fue el último partido, en el que hubo una apuesta importante en la previa por parte del DT.
Toledo siempre trabajó con perfil bajo, metiéndose en el equipo cuando aparecía alguna vacante producto de una lesión o una suspensión, pero cuando las cosas se reacomodaban volvía a sentarse en el banco. Ahora, lo que pasó contra Talleres en cierta forma rompió el molde. Porque fue la primera vez que Russo lo mandó a la cancha estando Ortiz en condiciones de jugar. Lo que dejó el partido es que Toledo aprovechó esa chance que le dio el técnico, porque más allá de esos primeros 20 minutos en los Talleres manejó bastante mejor la pelota, el exTemperley hizo un buen partido. Todo esto es lo que pone hoy a Toledo con muchísimas chances de estar entre los once cuando Central visite a Colón este viernes.
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Kevin Ortiz era el volante central titular, pero en el último partido se quedó afuera de los once.
Héctor Rio / La Capital
¿Y Ortiz? Es un jugador en el que Russo confía muchísimo, a tal punto que es el futbolista a quien el entrenador le dio la capitanía en el inicio de su proceso y eso no es un dato menor. En el recorrido hasta aquí Kevin tuvo sus altibajos, pero siempre gozó del respaldo de Russo. Cuando estaba para jugar, jugo. La excepción fue el encuentro de la fecha pasada ante Talleres.
Y ahora está Quiñones, un jugador que, se insiste, llegó para jugar en un puesto en el que todos clamaban por el arribo de un refuerzo.
En teoría, cuando Russo lo vea pleno física y futbolísticamente debiera mandarlo a la cancha, con el presente de Toledo y la experiencia de Ortiz como parte del análisis.