La aventura de mudarse a Rosario para comenzar una carrera universitaria tiene una primera gran dificultad. Muchos de los estudiantes que desembarcan en la ciudad para cursar sus carreras se encuentran con el deber de tener que hacer su vida de cero. E términos de dinero, el costo de esa movida ya superó el millón de pesos para comenzar un contrato de locación y proveer de lo más básico el departamento.
La Capital hizo un relevamiento de precios para conocer el valor de los elementos básicos que componen el hogar de un estudiante, descartando canasta de alimentos y productos de limpieza e higiene personal.
El precio de una heladera usada promedia los $800 mil, mientras que una cocina nueva está en el orden de los $302 mil, pero puede ser hallada entre $50 mil y $70 mil. Un equipo de cocina es factible de que esté integrado al mobiliario del inmueble alquilado. El precio de una cama nueva de una plaza ronda los $24 mil y $16 mil si está usada y en buen estado. En ese mismo orden, muchas ofertas online ofrecen colchones de una plaza entre $38 mil y $68 mil. Un juego nuevo de sábanas para una cama de esas características promedia los $17 mil.
La dispersión de precios también puede encontrarse al momento de buscar mesas con juego de sillas en buen estado. Aunque usadas, se puede encontrar ofertas de entre $75 mil y $100 mil. Si se habla de juegos de vajilla de platos, vasos y cubiertos, se pueden encontrar productos de buena calidad exhibidos a $12 mil.
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Estudiar hoy también implica reuniones virtuales, búsqueda de información y comunicación por internet con los docentes, lo que hace que este servicio sea una necesidad: las tres principales empresas que lo prestan en el país varían el costo básico entre los $6.000 y los $9.250, con instalación incluida.
La suma entre los diferentes elementos nombrados, cuyos precios este diario recapituló a partir de analizar la oferta existente en los sitios web Mercado Libre y Market Place de la plataforma Meta (ex Facebook), alcanza un total de $1.061.000, todo sin contar los costos del alquiler y el contrato, al momento de mudarse a la ciudad. Una vez desembolsado este monto por única vez, la persona sólo deberá preocuparse por el alquiler.
Alquilar para estudiar
Un monoambiente ronda los 150 mil pesos de alquiler. Ahora bien, al momento de analizar el comienzo del contrato de locación, el pago de sellados, expensas e impuestos, los corredores inmobiliarios calculan a gran escala que el costo de inicio de la relación con el locatario es dos veces el monto del alquiler.
Andrés Gariboldi, expresidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario y titular de la inmobiliaria Dunod, sostuvo a La Capital que registraron una merma importante en las consultas, las cuales solían ser numerosas durante el mes de diciembre y enero en vista de la afluencia de estudiantes foráneos.
“Hoy te encontrás con valores que van de $100 mil a $160 mil, dependiendo de diferentes variables que son las que juegan para definir la tasación de un departamento”, analizó el expresidente del Cocir.
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Al 9 de enero la ciudad tenía 703 unidades en alquiler.
Gariboldi puso un manto de prudencia a la hora de analizar la demanda de inmuebles monoambientes, la cual definió como “selectiva, sobre todo la primera quincena de febrero. En enero se lo atribuimos al factor vacaciones”. En esta línea, Lucas Alfonso, gestor comercial de la inmobiliaria Dinamic Experiencias Inmobiliarias, apuntó que "aquellos que alquilan para venir a Rosario están demorándose más para cerrar la operación para no pagar esos meses desde que reservan hasta que viajan a la ciudad y comienzan sus estudios".
Luego de la entrada en vigencia el DNU 70/23 los contratos se presentan con aumentos mayormente trimestrales: "Eso tiene que ver con que el propietario elige cómo quiere manejar los aumentos, pero son mayormente trimestrales o cuatrimestrales a partir de la flexibilización de los contratos", sostuvo Alfonso a La Capital.
Al ser consultado sobre el estado de la demanda de alquiler durante los meses de enero, en vista de las oleadas de estudiantes originarios de diferentes localidades del interior de la provincia, el gestor inmobiliario sostuvo que, a diferencia de otros años, no hubo grandes volúmenes de consultas por monoambientes en la ciudad: "Años anteriores ha pasado que ya había muchos departamentos que estaban ofertados para estudiantes y este año lo que está pasando es que todavía quedan bastantes libres. Están demorando un poco más los alquileres que hasta hace unos meses".
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Alfonso apunta que hay "muchísimas más opciones de departamentos desde la entrada en vigencia del DNU. Si bien los precios son mucho más agresivos, a la hora de alquilar tenés más opciones para elegir. Un departamento que antes se alquilaba en un mismo día hoy tarda una semana en alquilarse".
En sintonía con esa visión, Alejandro Bassini, responsable del área de estadísticas del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), destacó a este diario que “desde la entrada en vigencia del DNU 70/23 hubo un incremento del 100% de la oferta de departamentos. En materia de departamentos masivos, con destinos universitarios, hoy la desregulación permite poder hacer contratos por un año o dos años lo cual incentivó a que personas que tenían su departamento en venta y no consiguieron el objetivo lo pudieran verter al mercado de alquileres”.
No obstante, el corredor inmobiliario afirmó que la suba en la cantidad de inmuebles ofertados no ha detenido el avance en el aumento de los alquileres, que se da cerca del 10% mensual: “Esto sucede porque, si bien porcentualmente es muy importante el incremento de la oferta, en volumen todavía falta. Tenemos 1.000 inmuebles en alquiler y deberíamos tener 4 mil o 5 mil. Mientras no sumemos una gran cantidad de unidades en oferta y se pueda encontrar un verdadero equilibrio entre oferta y demanda, el mercado inmobiliario no va a estar ajeno a los procesos inflacionarios que se viven en Argentina”.