Hay una frase establecida en el mundo del fútbol que dice que cuando un proceso se termina y comienza otro, todos los jugadores arrancan de cero, que no importa quiénes estaban por encima de otro en la consideración del técnico anterior. Mucho de esto quedó claramente expuesto en lo que pasó en Central tras la partida del Kily González y el arribo de Leandro Somoza, donde hubo continuidad para algunos, crecimiento de otros y pérdida de terreno para otros tantos. Los que más perdieron, por supuesto, son aquellos que forman parte de la lista que el nuevo entrenador decidió que no serán tenidos en cuenta para lo que viene, aunque ello haya sido la consecuencia de las valoraciones que existieron en el medio de esos ocho partidos que dirigió el actual DT. En ese proceso de Somoza, jugadores como Luciano Ferreyra, Alejo Veliz, Marcelo Benítez y Claudio Yacob fueron los que más terreno ganaron; y otros como Gino Infantino, Emmanuel Ojeda y hasta el juvenil Facundo Buonanotte los que en cierta forma quedaron relegados. Ni hablar, claro está, el caso de Emiliano Vecchio (claramente en el segundo lote), que merece ser analizado bajo otros parámetros y que encuentra similitud con lo ocurrido con Javier Báez, Ricardo Garay, Martín Rabuñal, Michael Covea y Milton Caraglio.
Posiblemente el Pupi Ferreyra sea el emblema de ese grupo de futbolistas a los que les estaba costando jugar con el Kily y a quienes tras la llegada de Somoza se les presentó una realidad diametralmente opuesta.
El único partido en el que el chaqueño tuvo minutos en cancha en este torneo mientas el Kily fue el técnico fue en el clásico (justamente el último partido del anterior cuerpo técnico), ingresando desde el banco. Pero a los pocos días su situación cambió por completo. También fue alternativa desde el banco contra Tigre, en el debut de Somoza, y de ahí en más jugó siempre de titular. Generalmente como enganche, alguna que otra vez como volante interno, pero siempre fue considerado dentro del once ideal del actual entrenador. En esos siete partidos en los que actuó como titular anotó dos goles: ante Colón y frente a Estudiantes. Pasó del ostracismo de los últimos meses a la máxima consideración.
Sube2.jpg
Somoza le dio mucha confianza al Pupi Ferreyra, que jugó casi todos los partidos de titular.
Leonardo Vincenti / La Capital
Otro de los nombres que hay que ubicar en esa columna es el de Veliz, el juvenil delantero que ya contaba con algunos minutos en primera de la mano del Kily, pero que sin dudas encontró la puerta abierta con Somoza.
Al igual que el Pupi Ferreyra, estuvo en el banco frente a Tigre (no le tocó entrar), pero de ahí en más su carrera dio un vuelco de 180 grados. Dejó de formar parte del equipo de reserva de Pirulo Rivarola para instalarse definitivamente con el plantel de primera. A veces tuvo de compañero a Marco Ruben, otras a Lucas Gamba, pero incluso estando los tres a disposición, Somoza siempre le hizo un lugar en el equipo. Tuvo la chance de convertir por duplicado: su primer gol fue en cancha de Huracán y en la última fecha, contra Estudiantes. De cara al futuro es un nombre que ya tendrá un lugar ganado y eso lo logró justamente en estos últimos dos meses.
Es imposible dejar afuera de este selecto grupo de jugadores a Benítez, quien llegó como refuerzo en el último marcado de pases, pero que tuvo poco espacio con el Kily, con quien nunca fue titular. De Somoza en adelante siempre estuvo desde el primer minuto, a excepción del encuentro ante Aldosivi, en el que se quedó afuera por lesión. Somoza siempre dejó en claro que en su equipo es titular indiscutido. El DT no sólo lo reafirmó con sus actos, sino que en charlas con su círculo íntimo siempre dejó en claro que es uno (si no el más) de los futbolistas que mayores expectativas le despierta.
Sube3.jpg
Alejo Veliz se ganó un lugar en la ofensiva canalla. Somoza lo tuvo muy en cuenta.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
A Yacob le llevó más tiempo, pero fue otro de los futbolistas que encontró lugar en este nuevo proceso. Mucho tuvo que ver la baja futbolística de Ojeda, pero lo cierto es que La Flaca se metió en el equipo y nunca más salió.
En ese puesto también se posicionó de otra forma Mateo Tanlongo, quien no sólo jugó algunos partidos de titular, sino que en otros tantos encuentros fue una de las ruedas de auxilio que Somoza encontró a la hora de los cambios. El Chipi Franco Frías ganó algo de terreno, pero como alternativa en el banco, ya que entró solo en dos ocasiones unos poquitos minutos.
La otra cara de la moneda
La situación de Vecchio es particular y es a todas luces el jugador que más perjudicado se vio con la llegada de Somoza, pero es un caso especial, amén de que todas las voces consultadas coinciden en que se trata de una situación estrictamente deportiva. Pero junto a Vecchio hay otros protagonistas que perdieron terreno.
Sube5.jpg
Gino Infantino era número puesto en el ciclo anterior, pero de golpe su situación cambió.
Marcelo Bustamante / La Capital
Gino Infantino, por ejemplo, era titular casi indiscutido en el equipo de Kily y con Somoza jugó poco y nada, a tal punto que sólo ante Tigre estuvo desde el arranque. De ahí en más nunca más formó parte del once inicial, con varios partidos en los que ni siquiera ingresó.
Ojeda había arrancado este nuevo proceso jugando, pero un par de bajos rendimientos le hicieron perder la titularidad y no sólo eso, sino que en algunos partidos, cuando Somoza entendió que era necesario el ingreso de un volante central se inclinó por Tanlongo. En los últimos cuatro encuentros no sumó minutos.
Sube6.jpg
Buonanotte apareció con todo en el último partido, pero con Somoza jugó poco y nada.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
En el choque por Copa Argentina fue importante el aporte de Facundo Buonanotte, quien con el Kily siempre fue una de las principales alternativas con el partido en marcha. Con Somoza ingresó en aquel primer partido contra Tigre y en el último, frente a Sol de Mayo. En el medio, siempre se quedó sentado en el banco.
Allegados a Somoza advierten que lo de Infantino y Buonanotte es porque entrenan algunos días de la semana con la selección Sub 20, pero en la misma situación está Tanlongo, quien pese a ello gozó de una mayor consideración.