Sergio y Pablo Schoklender y el contador Alejandro Gotkin, acusados del desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, recuperaron anoche la libertad tras depositar una fianza de 40 mil pesos cada uno, establecida por la Cámara Federal, que rebajó las millonarias cauciones que les había impuesto el juez Norberto Oyarbide.
Los hermanos y Gotkin estaban detenidos desde el 15 de mayo pasado acusados de integrar una asociación ilícita.
Sergio Schoklender se enteró de que le habían rebajado la fianza cuando prestaba por tercera vez declaración indagatoria ante Oyarbide (ver aparte).
Al salir de la cárcel de Ezeiza, el polémico ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo cargó contra la presidenta Cristina Fernández, la titular de las Madres, Hebe de Bonafini; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, y el actual senador y ex ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
Entre otras cosas, dijo a los periodistas que lo aguardaban que su posible regreso a prisión "dependerá de Cristina, de Zanini, de la presión política que puedan ejercer", pero advirtió que "voy a seguir hasta el final poniéndole el pecho a la vida y haciendo lo que creo y pienso".
Además de reiterar sus denuncias ya formuladas ante la Justicia, consideró que la decisión de la Cámara de rebajarle la fianza "es un cachetazo a la cara de un personaje tan siniestro como Oyarbide", quien le había fijado un monto de 4 millones para liberarlo.
Al ataque. "Hay una intencionalidad política; intereses económicos muy importantes", aseguró Schoklender, y agregó "no hubo malversación de fondos mientras yo estuve (al frente de la fundación); sí la hubo en el último año con la complacencia de Oyarbide y de muchos funcionarios del área del Ministerio de Planificación".
Además, sostuvo que el magistrado "respondía a las órdenes de Aníbal (Fernández), después de Nilda (Garré) y ahora a las de Zanini", y que existieron "interminables" presiones para que no saliera en libertad.
También apuntó contra Bonafini y su hija al señalar que ambas tienen una "responsabilidad muy grave" en la causa. "Ellos supusieron que, sacándome (de la fundación), entre Alejandra y otros parientes de otras madres y funcionarios públicos iban a poder meter mano en una caja que yo nunca los iba a dejar", agregó.
Además, indicó que a Bonafini "la aconsejaron mal, la hicieron equivocarse", y agregó que está "muy mal aconsejada y no se dio cuenta de la gravedad de la situación en la se iba a ver involucrada".
Schoklender explicó que "todavía" se encuentra imputado en la causa y que "ni siquiera se ha dictado auto de procesamiento". Al respecto, aseguró que "está acreditado que no hubo un solo perjuicio al Estado, ninguna malversación de fondos ni maniobra dolosa", aunque estimó que "algo más van a inventar".
También criticó una supuesta "condena mediática, fogoneada por la pauta oficial", y dijo que "en la vida puse el culo (sic) en el asiento de una Ferrari y sin embargo la Ferrari de Schoklender quedó como un mito".
Schoklender salió pasadas las 20 de anoche de la cárcel a bordo de un celular del Servicio Penitenciario, que lo acercó al portón de entrada, donde lo aguardaban los periodistas: vestía joggin negro y llevaba consigo apenas una bolsa de tela con sus escasas pertenencias.
Contundente rebaja. En sendas resoluciones firmadas ayer, los jueces de la Sala I de la Cámara Federal, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, coincidieron en la contundente rebaja de las fianzas. En tanto que el tercer integrante del tribunal, Eduardo Farah, había considerado "ajustada a derecho" la decisión de Oyarbide de imponer cauciones millonarias a los tres imputados.
Este pronunciamiento coincidió con el de la excarcelación de Sergio Schoklender (Freiler y Ballestero a favor, Farah en contra), pero los tres habían coincidido antes sobre las liberaciones de Pablo y de Gotkin.
El voto de mayoría sobre las fianzas concluyó que la decisión de Oyarbide "no se centró en la apreciación estática de la composición actual de su fortuna en miras a definir la fuerza necesaria para sujetar la voluntad del imputado al correcto desarrollo del proceso. Por el contrario, lejos de ese pronóstico, proyectó su razonamiento sobre variables históricas y evolutivas del patrimonio del recurrente íntimamente vinculadas a los hechos de la causa".
Sobre Sergio, el fallo advierte que "corresponde atender a su genuina situación pecuniaria —actual y efectiva—, en la que no sólo cabe señalar los bienes que la constituyen, como se intentó perfilar en la resolución, sino, además, recordar las restricciones que la afectan".
La resolución de la Cámara fue criticada puertas adentro del juzgado de Oyarbide, donde consideraron que el tribunal de alzada no tuvo en cuenta el patrimonio de los acusados, compuesto por aviones y autos de alta gama, para fijar la fianza, señalaron fuentes judiciales.
En la causa se investiga el destino de unos 760 millones de pesos que el Estado le dio a las Madres para la construcción de viviendas sociales y que se sospecha que fueron desviados por una asociación ilícita de la que Sergio Schoklender está acusado de ser el jefe y su hermano Pablo y Gotkin los organizadores.
El desvío, según la sospecha de la Justicia, se habría realizado a través de empresas a nombre de los acusados, como Meldorek SA y Antártica Argentina SA, que compraron distintos bienes como autos, yates y casas.