Muchas especulaciones se cierne en torno a si la elección, en la categoría a Presidente, se define en la primera vuelta o si, por el contrario, hay necesidad de llegar al balotaje para conocer el nombre del futuro presidente del país. Las encuestas, que suelen ser de carácter orientativo, tampoco aportan mucho al respecto. Por ahora, la encuesta más aproximada es la de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) de agosto en que ningún candidato llegó al número necesario para ganar en primera vuelta.
Pero que tiene qué suceder para que ganen en primera vuelta. Para eso, cualquiera de las cinco fórmulas presidenciales que superaron el piso de 1,5% de los votos en las Paso de agosto deberá conseguir en las elecciones generales del domingo el 45% de los votos, o bien el 40% de los sufragios y una diferencia de 10 puntos respecto del binomio que se ubique en segundo lugar.
Sergio Massa y Agustín Rossi, de Unión por la Patria; Patricia Bullrich y Luis Petri, por Juntos por el Cambio; Javier Milei y Victoria Villarruel, por La Libertad Avanza (LLA); Juan Schiaretti y Florencio Randazzo, de Hacemos por Nuestro País; y Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FIT-U), son los candidatos en pugna.
El sistema electoral que rige en el país, modificado por última vez en la reforma constitucional de 1994, impuso que los comicios presidenciales incluyan la posibilidad de una segunda vuelta o balotaje.
En caso de que ninguna fórmula alcance esos guarismos, se celebrará la segunda vuelta, que la Constitución ordena realizar dentro de los 30 días posteriores a la elección general y que ya quedó establecida para el 19 de noviembre, según el cronograma dispuesto por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
En ese caso, se realizaría un nuevo debate presidencial entre los dos candidatos que compitan en la segunda vuelta, previsto para el domingo 12 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se realizó el último, el pasado domingo 8 de octubre.
Si bien el sistema de doble vuelta quedó habilitado para las presidenciales de 1995, la primera vez que pudo haber sido utilizado fue en 2003, cuando Carlos Menem consiguió el 24.45% de los votos y Néstor Kirchner el 22.25%, pero el ex presidente riojano declinó participar del balotaje y permitió la llegada del santacruceño a la Casa Rosada.
Fue recién en 2015 cuando el sistema fue finalmente estrenado: Mauricio Macri -que había quedado segundo en la general con 34.15 de los votos tras el 37.08% de Daniel Scioli- se impuso en la segunda vuelta por el 51.34%.