El gobierno de Santa Fe está en contra de que se restituya por ley el impuesto a las Ganancias para que así las provincias recuperen el fondeo que le demandan a la Nación. En su lugar en el Ministerio de Economía de la provincia manejan como prioridad un proyecto para que el Estado Nacional impulse un tributo fijo a los sectores de mayor riqueza, es decir, a la franja que está en la cúspide de la pirámide económica por sus patrimonios o por sus ingresos.
"Pensamos en un tributo que le cobre al decil más rico de la República Argentina y eso se pueda redistribuir. No estoy de acuerdo que los trabajadores terminen pagando ganancias", le dijo el gobernador Maximiliano Pullaro a un grupo de periodistas este jueves en la sede de Rosario de la Gobernación. Y lo repitió textualmente este viernes ante el periodista Alejandro Fantino.
"Leí un artículo esta mañana que dice que las 245 personas más ricas del mundo piden que se pueda gravar más la riqueza. El kirchnerismo lo utilizó para hacer populismo. Pero si vos ponés esa plata en infraestructura, en rutas, en energía, en puentes vamos a generar más plata y más progreso para el país", dijo Pullaro. "Analicémoslo. Que el ajuste no lo paguen los laburantes o los que la pasan mal".
Pullaro sostuvo que rechaza que se reponga por ley Ganancias, norma que fue derogada hace tres meses por iniciativa del ex ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa. La razón es que Ganancias es un tributo con el que Santa Fe, por su participación en el PBI, aporta a la masa coparticipable más que lo recibe por esa vía. Esto es una diferencia con otras provincias, que perciben más que lo ponen.
La restitución de ganancias además alcanzaría en Santa Fe a un segmento de población comparativamente mucho más vasto que en otras provincias, donde los niveles de ocupación formal o de ingresos son mucho más bajos. Los que pagan en Santa Fe además son mayormente clientela electoral del gobernador. Por eso es, además de perjudicial para una importante franja de población, un mal negocio político para Pullaro acompañarlo.
Algo de esto se esbozó en la reunión de hace nueve días en la Casa Rosada donde el ministro del Interior Guillermo Francos y de Economía Luis Caputo recibieron a diez gobernadores. Caputo dijo en esa reunión que la reposición de Ganancias, cuya derogación Milei votó como diputado nacional, le generaría al gobierno nacional unos 500 millones de dólares extra. Pullaro explicó por qué no estaba de acuerdo en dar marcha atrás con la ley que eximió a alrededor de 800 mil contribuyentes del tributo. Y señaló que si no se coparticipaba el impuesto al cheque Santa Fe respalda como variante un impuesto a la riqueza a nivel nacional.
En la entrevista con Fantino, el gobernador santafesino expresó su desconfianza de que pueda prosperar a corto plazo la ley ómnibus que impulsa el gobierno nacional. "Hoy me da la sensación que a la ley ómnibus para salir le falta mucho trabajo. No sería sano sacarla la semana que viene como quieren. No hay que quedar con el sabor amargo de que no salga por forzarla". También dijo que si el plan económico que impulsa la Casa Rosada no tiene el éxito "el presidente va a tener más posibilidades. Hay que apostar al diálogo. A una mesa y hay que trabajar. Podemos reordenar el sistema político y económico".
El antecedente de un impuesto a la riqueza en Argentina fue el que aprobó en el Congreso a fines de 2020, a instancia de los diputados del Frente de Todos Carlos Heller y Máximo Kirchner. Se llamó ley de Aporte Solidario y Extraordinario, concebido en el marco de la pandemia. Durante aquél debate, los legisladores del oficialismo remarcaron que se trataba de un impuesto “por única vez” a personas con patrimonios superiores a los $ 200 millones. Recaudó casi $ 250 mil millones y tenía destinos específicos. Uno era la financiación de obras en el marco del plan de integración socio urbana, y otro el desarrollo de infraestructura que se aplicó a la construcción del gasoducto desde el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén hacia el este del país.