El frente de centroizquierda de Santa Fe, que tuvo su génesis con una foto grupal en el Monumento a la Bandera a fines de enero pasado, está en un punto estanco. La estrategia por las referencias nacionales y el desacuerdo por el mecanismo de selección de candidatos marcan la principal disidencia entre las dos fuerzas que dominan ese espacio: el Frente Social y Popular, de Carlos Del Frade, e Igualdad y Participación, de Rubén Giustiniani.
Tras la integración del socialismo al frente de frentes, en alianza con la UCR y el PRO, los principales referentes de la centroizquierda en la provincia advirtieron una suerte de vacancia en ese espacio y se pusieron a unir los pedazos dispersos del antiguo Frente Progresista.
Los partidos que orbitaban el Partido Socialista (PS), como Pares, Libres del Sur y Si, encontraron cobijo en ese nuevo frente de centroizquierda, al que se sumaron Bases Socialistas y el radical alfonsinista Fabián Palo Oliver. También habían reactivado las conversaciones con Ciudad Futura.
Sin embargo, la fuerza que lidera el concejal Juan Monteverde está decidida a jugar en la interna del peronismo y entrar en competencia directa con Roberto Sukerman, uno de los candidatos más fuerte que postula el PJ y que, en 2019, estuvo muy cerca de ganar la Intendencia, que quedó finalmente en manos de Pablo Javkin.
A diferencia de lo que sucede en la Legislatura santafesina, donde Del Frade y Giustiniani suelen actuar en bloque, las diferencias surgen en cómo se posicionan frente a las dos grandes coaliciones nacionales (Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y la estrategia para elegir candidatos que representen al progresismo en las próximas elecciones.
Cerca de Giustiniani objetan la posición que sostiene el Frente Social y Popular para las Paso: ir con una lista única y encabezada por el propio Del Frade. También hay discordia en el anclaje nacional. El partido Igualdad pretende un frente bien a la santafesina, un espacio en diagonal a la grieta. Desde el otro sector pujan por una construcción más amplia que aporten desde la provincia a una derrota a la derecha que representa Juntos por el Cambio.
“Ojo con eso de «guarda con la derecha», porque con esa lógica te tenés que fumar la candidatura de (Omar) Perotti a diputado y de (Roberto) Mirabella a gobernador”, advierte un dirigente con histórica cercanía a Giustiniani.
La referencia apunta a los “movimientos pragmáticos” de Monterverde, pero también a un mensaje hacia Del Frade, a quién observan como coincidentes a las ambiciones de Ciudad Futura.
De hecho, en las elecciones de 2019, el Frente Social y Popular fue en alianza con Ciudad Futura y lograron colocar dos diputados: Del Frade fue reelecto y se le sumó al bloque Dámaris Pacchiotti, del espacio que lidera Monteverde.
Giustiniani, en cambio, fue solo a esos comicios y también logró su reelección, además de integrar otro escaño con Agustina Donnet.
Aparte de la cercanía de Giustiniani con Bases (cuyas referencias principales son Eduardo Di Pollina y Claudia Balagué), en Igualdad no creen en la teoría de los “desencantados socialistas” por el giro a la derecha del partido que comandan Mónica Fein y Enrique Estévez.
“Rubén hace más de una década que no está más en el partido. Lo separaron en su momento del interbloque cuando denunció la cercanía de los dirigentes del partido con el PRO, cuando (Miguel) Lifschitz firmó el pacto fiscal con Mauricio Macri. Puede haber malestar en los militantes más veteranos, y en segundas líneas, pero los nuevos dirigentes del Partido Socialistas tienen muchas coincidencias, y desde hace rato, con el pensamiento macrista”, soltó un vocero de Igualdad.