Convocada por la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ayer se inició la denominada Marcha de la Resistencia, que tendrá una duración de 24 horas, contra las políticas implementadas por el gobieno nacional, que —según los organizadores— atenta contra los trabajadores, y contó con una multitudinaria asistencia en Plaza de Mayo.
Tras diez años desde la última movilización de este estilo, militantes de organizaciones de derechos humanos y partidos opositores —fundamentalmente del Frente para la Victoria— se congregaron a las 17 frente a la Casa Rosada, que había sido vallada, para dar inicio a la protesta bajo el lema "Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar. Cristina conducción".
Portando una bandera que rezaba "La falta de trabajo es un crimen", dirigentes como el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, y los líderes de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, y del Frente Transversal, Edgardo Depetri; acompañaron a las Madres.
En silla de ruedas, Bonafini realizó la simbólica primera vuelta a media Plaza de Mayo, ya que la otra mitad se encontraba cercada por el vallado a cargo de la Policía Federal. A pasos de esa reja se montó finalmente el acampe, donde los manifestantes tenían previsto pasar la noche con una vigilia.
La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo sólo tomó la palabra ante la prensa para remarcar que el motivo de la convocatoria no era "para apoyar a las Madres, sino a los compañeros que no tienen trabajo".
"Hay gente medio desubicada", cuestionó en referencia a aquellos que se incorporaron a la movilización con otros reclamos como reapertura de la paritaria docente, los juicios contra los represores o la libertad de la líder de la agrupación social Túpac Amaru, Milagro Sala.
Y amplió: "Esta marcha no es para pedir contra los milicos, los juicios o «los vamos a ir a buscar». Es para los compañeros que no tienen trabajo. La consigna, cántenla hasta quedarse afónicos, es «Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar. Cristina conducción»".
Sin parar. A medida que se acercaban más organizaciones militantes del kirchnerismo, Bonafini llamó a "marchar sin parar" hasta las 17 de hoy, cuando concluirá la protesta con una serie de discursos que brindarán el diputado Máximo Kirchner, el intendente de Ensenada, Mario Secco; el diputado nacional Edgardo Depetri, y el legislador del Parlasur Agustín Rossi.
Poca presencia gremial. Sin la presencia de sectores gremiales (sólo estuvieron algunos dirigentes de ATE Capital, el Sindicato de Obreros Curtidores y Ctera) o de intendentes, como cuando el FpV estaba en el poder, el kirchnerismo estuvo representado por organizaciones como Peronismo Militante, La Néstor Kirchner, el Partido Comunista Congreso Extraordinario, Nuevo Encuentro, Miles y el Frente Transversal, además de La Cámpora, aunque el nivel de participación de los militantes era acotado
Entre los dirigentes que se pudieron ver en la marcha estaban el ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, los radicales K Leopoldo Moreau y Leandro Santoro, el actor Gerardo Romano y el ex director de la Side Héctor Icazuriaga.
"Macri y todo su gobierno ha pasado a ser nuestro enemigo", insistió Bonafini en la previa de la movilización.
Por su parte, Larroque consideró que el regreso de la Marcha de la Resistencia, cuya última edición había sido en 2006, "es una oportunidad para que Macri cambie sus políticas".
"Todo el mundo hubiera preferido que en la Casa de Gobierno hubiera un compañero del campo nacional y popular y que estuviera aplicando políticas que beneficien al conjunto del pueblo. Expresarse en el marco de la democracia es darle una oportunidad a este gobierno a que escuchen", lamentó el diputado del Frente para la Victoria.