El director argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, calificó ayer de “antipatrias” a tres economistas del “gobierno anterior” porque le habrían pedido a funcionarios del organismo multilateral que no brinden asistencia a la Argentina hasta que asuma un nuevo gobierno. Si bien no dio nombres, altas fuentes oficiales revelaron que los apuntados son los del ex ministro de Economía, Hernán Lacunza, su antecesor Alfonso Prat Gay y el ex titular del Banco Central, Guido Sandleris. En el gobierno de Alberto Fernández consideran que la estrategia “busca empujar al país al default”.
Chodos describió a la situación como “triste” y apuntó contra tres economistas, todos funcionarios del gobierno anterior, que hablaron con integrantes del FMI “para pedir que no le den a la Argentina ni un front load (anticipos) ni desembolsos, bajo el argumento de que si esperan negocian con ellos un nuevo programa”.
El funcionario no brindó los nombres aunque afirmó, aunque dio pistas que conducen a Lacunza, Prat Gay y Sanleris: “Uno que tiene a su esposa de directora haciendo trading, uno sospechado de lavado, y uno que declaró el default con nombre coqueto, llamaron a distintos funcionarios del FMI para pedir que no le den plata a la Argentina en este gobierno”.
“Triste porque la deuda que tenemos la tomaron ellos y antipatrias porque la deuda es de la Argentina por culpa de ellos y se contrajo para rescatar a tenedores de deuda privada en muchos casos vinculados y para financiar fuga de activos”, señaló Chodos.
A espaldas
El funcionario manifestó que “es triste y antipatria también considerando que todo el marco de relación con el FMI paso a ser discutido de cara a la sociedad, habiendo pasado por el congreso, y no cerrado a espaldas del pueblo y contra sus intereses”.
Por último, Chodos recordó que hubo “irregularidades internas” cuando durante la gestión de Mauricio Macri se firmó el acuerdo “a espaldas del Congreso y de la sociedad”.
“Esta conducta también refresca y puede vincularse al dictamen de la Auditoria General de la Nación que marca las irregularidades internas del acuerdo que el gobierno del 2018 firmó a espaldas del Congreso y la sociedad”, concluyó.
En este contexto, el gobierno advierte que la oposición tiene en marcha un plan para boicotear las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
En una semana marcada por las tensiones cambiarias, la salida del jefe de Asesores de la presidencia, los rumores sobre una devaluación y hasta de cambios en el Ministerio de Economía, el gobierno alerta por una maniobra de la oposición que buscaría dejar a Argentina sin el apoyo del Fondo Monetario Internacional. El país le debe a ese organismo casi u$s 50.000 millones que se tomaron durante la administración de Macri.
El dirigente de peso que eligió guardar el anonimato, según un artículo de Ambito Financiero, dijo que el pedido de los ex funcionarios estuvo enfocado en que el organismo “no modifique el calendario de pagos y desembolsos”. Incluso en el gobierno afirman que la requisitoria busca que el FMI no concrete los desembolsos que ya están pautados.
Hernán Lacunza se refirió a la cuestión sin confirmar ni desmentir el señalamiento. “Siempre es útil una teoría conspirativa para explicar falencias propias. Así, el riesgo cambiario depende de rumores del mercado; los desembolsos del FMI de lo que presuntamente diga la oposición”, escribió en su cuenta de twitter. En esa línea, completó: “No atrasen el tipo de cambio y el rumor será inverosímil, cumplan con el programa y desembolso garantizado”.
Negativa
Ante una consulta, en el entorno de Guido Sandleris negaron rotundamente que haya estado involucrado en una maniobra de este tipo. “Desmentimos categóricamente, es todo un invento”, dijeron los allegados al ex presidente del Banco Central. Por el lado de quién fuera el primer ministro de Economía de Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay, hasta el momento no hubo expresiones al respecto.
Siempre según el gobierno, estas reuniones se dieron en la última semana, justo mientras Sergio Massa busca revisar el programa vigente para que el Fondo tome nota de los efectos negativos de la sequía. Esa discusión todavía transita por el canal técnico. En ese marco, se podría modificar el cronograma de pagos y desembolsos para que Argentina no tenga que pagarle neto este año más de u$s 3.000 millones al organismo que conduce Kristalina Georgieva. Los más optimistas dicen que incluso podrían arribar fondos frescos en los próximos meses.
Lo curioso es que el antecedente de un acuerdo en el que se haya modificado el cronograma de desembolsos sin recurrir a un nuevo programa data de 2018 y es precisamente el Stand By que suscribió Mauricio Macri y que tuvo como brazos ejecutores a algunos de los ahora apuntados por la Casa Rosada.