El supuesto aporte de una pistola distinta a la utilizada en el fallido atentado contra Cristina Kirchner y los mensajes en los que se refiere a la planificación del hecho complicaron la situación de Nicolás Carrizo, el denominado jefe de Los Copitos, en la causa en la que se investiga el intento de magnicidio de la vicepresidenta.
“Estuvo muy cerca, falló el arma. No lo entiendo, andaba bien”, se lamentó el acusado en un intercambio de mensajes que tuvo con una persona de su confianza identificada entre sus contactos telefónicos como “Andrea”.
El diálogo que llamó la atención de los investigadores ocurrió después del ataque por el que están procesados el agresor Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Ambar Uliarte.
Carrizo se hizo conocido el día después del atentado fallido, cuando se presentó con Uliarte y los supuestos vendedores de copos de azúcar coloreada a una entrevista con el noticiero de Telefé, en la que aseguraron que estaban recibiendo amenazas y que no tenían nada que ver con lo ocurrido.
Estuvo muy cerca, falló el arma. No lo entiendo, andaba bien” Estuvo muy cerca, falló el arma. No lo entiendo, andaba bien”
El viernes pasado, durante su declaración indagatoria, intentó hacer pasar esos mensajes incriminatorios como una broma que le hizo a una persona de su familia.
“Acá es donde le quiero explicar para sacar malos entendidos. Le estaba haciendo una joda a mi hermanastra. Voy a parecer un gil, le estaba haciendo creer que era parte de eso, no fue real”, afirmó ante una pregunta de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.
“No estaba vinculado con Brenda ni con Nando y ahora entiendo porque estuve en el calabozo, por esa mierda que dije. Les juro que fue mentira. Me la mande con hacer esa joda, siempre jodo así. Les quiero decir que, si voy preso por una pelotudez, es que yo me pegó un tiro. Nunca pensé que esto iba a terminar vinculándome”, continuó hasta romper en llanto.
“Lo juro por Dios, lo que quería hacerles creer a Andrea y a mi hermanastro era que esto era un plan con fines de joder, hacer show, no era en serio. No existe esa arma, no hay nada. Investiguen, fíjense, nunca estuve cerca de la casa de Cristina. Vine acá con los celulares, no tuve nada que ver”, agregó.
Una hipótesis que manejan los investigadores es que el arma a la que se hace referencia en los intercambios de WhatsApp realmente existió y que Carrizo, junto a Uliarte, se encargaron de descartarla el día posterior al ataque cuando se encontraron y comenzaron un periplo que terminaría en la entrevista televisiva.
En la indagatoria, Carrizo aseguró que trataba a Sabag Montiel (Nando) y a Uliarte hace pocos meses, que los conoció en una fiesta que el mismo organizó y que, luego, le ofreció trabajo a él en su grupo de vendedores de copos de nieve. Fue allí que explicó que les cobraba una suerte de canon y los proveía de insumos y elementos para la venta.
Señalado
Carrizo, detenido desde el miércoles, está acusado de “haber tomado parte, prestando su acuerdo y cooperación, junto a, cuanto menos, Sabag Montiel, Uliarte y Agustina Díaz, en la planificación del intento premeditado de dar muerte” a la vicepresidenta.
“Intervino de forma activa en la planificación del hecho, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre .22 corto, la cual finalmente no fue la empleada para concretar el delito planificado. Esa circunstancia se desprende de los mensajes mantenidos entre el aquí compareciente y Andrea, como también con otros contactos”, consta en la imputación que le leyeron a Carrizo en Comodoro Py.
Paralelamente, fue acusado de “haber falsificado, o participado en la falsificación, de los certificados de discapacidad”, algo que surge de los mensajes detectados en su celular con el propio Sabag Montiel, el atacante de CFK, a quien tenía agendado como “Nando”.
La defensa de CFK
Juan Manuel Ubeira, letrado de la vicepresident, consideró que el último detenido en la causa por intento de magnicidio “tiene características de organizador” y aseguró que la preocupación principal de la querella es “quién los financia y porqué su abogado tiene conexiones con la Embajada de Estados Unidos”.
“Carrizo no es un partícipe sino que tiene características de organizador. Pretendemos averiguar quién es el jefe de esa estructura y quién la financia. Quedó descartado que sea un grupo de loquitos, como se dijo en algún momento. Carrizo sorprende por muchas cosas, su abogado fue funcionario de la Embajada de Estados Unidos”, sostuvo Ubeira.
Su abogado no solo tiene vínculos con la Embajada de los Estados Unidos sino que trabajó con referentes del partido La Libertad Avanza de Javier Milei. Y, hasta el viernes, fue asesor del senador nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Ignacio Torres, en la comisión bicameral de Inteligencia.
En esa línea, Ubeira señaló que “alguien les dio alas a esas personas” e indicó que la hipótesis de la querella es que “son organizaciones que reciben financiamiento”.
Próximos pasos
Ubeira aseguró que la querella “pedirá pruebas contundentes” durante la semana que despunta para agilizar y encaminar la investigación.
Si bien reconoció que tienen una hipótesis sobre el caso, el letrado advirtió que no la revelará “hasta que no la puedan probar”.
Asimismo, el abogado indicó que a esas organizaciones “hay que cortarlas de raíz” y planteó que “está en juego el modo democrático” en el país.
“Está en juego el modo democrático que venimos llevando adelante desde 1983, por eso llamo a la reflexión a todos. Creo que habrá más detenciones en los próximos días”, concluyó Ubeira