Patricia Bullrich, precandidata a presidenta por Juntos por el Cambio, prometió este martes que si el 10 de diciembre llega a la Casa Rosada entrará “con todas las fuerzas para liberar a Rosario del narcotráfico”. La ex ministra de Seguridad nacional definió al gobierno de Omar Perotti como una “fuerte frustración” y llamó a la participación ciudadana para despertar el poder productivo de la provincia. “Santa Fe viene durmiendo la siesta”, acotó.
Bullrich desplegó en Rosario una intensa actividad política en la recta final hacia las Paso del domingo próximo, donde competirá con Horacio Rodríguez Larreta por ver quién lidera en las elecciones generales a la principal coalición opositora. En las casi cuatro horas que permaneció en la ciudad, participó de un encuentro con los candidatos a diputado nacional por Santa Fe en la sede de la Fundación Libertad, hizo una rueda de prensa y encabezó un acto en el Parque España.
Alrededor de la figura de Bullrich orbitaron las principales referencias locales del PRO, como José Núñez (primer precandidato a diputado por La Fuerza del Cambio), Cristián Cunha (presidente del partido en Santa Fe) y Federico Angelini, compañero de fórmula de Carolina Losada en la interna que perdió con el radical Maximiliano Pullaro. También fue un imán al que se le pegaron los dirigentes que acompañan su candidatura en Santa Fe.
La llegada de Bullrich a Rosario significó también la reaparición pública de Losada. La periodista se mostró con ella en la Fundación Libertad y también participó, ubicada detrás del escenario, del mitin político en el frío atardecer a la vera del río Paraná. Ante una consulta de La Capital, la senadora nacional dijo que iba a volver a hablar con la prensa luego de las elecciones del domingo.
“Acompañar a Carolina fue importante. En política se gana y se pierde, no es el fin de nada. Hablé con Pullaro y estoy convencida de que esa foto se va a dar”, respondió Bullrich cuando le preguntaron sobre la posibilidad de un encuentro entre los rivales de la interna santafesina.
En la conferencia de prensa, Bullrich sentó en la misma mesa a los precandidatos a diputado nacional de La Fuerza del Cambio: Núñez, May Serra, Alejandro Bongiovanni y Leila Widder.
Allí, uno de los temas que abordó fue el de la seguridad. Dijo que en su gestión como ministra del área en el gobierno de Mauricio Macri se bajaron al 30 por ciento los índices delictivos en Rosario y tuvo un control absoluto del territorio. “Todas las bandas fueron desarticuladas y sus cabecillas fueron presos. Después vino este gobierno (por el de Perotti), puso al peor ministro que podía poner, Marcelo Sain, y volvimos para atrás”, añadió.
Bullrich se comprometió, si es presidenta, a “liberar” a Rosario del flagelo del narcotráfico. Dijo que no solo bajará con las fuerzas federales sino también con la creación de fiscalías y equipos especializados en investigación criminal. “Vamos a trabajar con Pullaro, el futuro gobernador de Santa Fe, con un plan diseñado que incluirá a los intendentes”, aseguró.
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Archivo (Leonardo Vincenti / La Capital)
Ya en el acto, con más énfasis de discurso tribunero, Bullrich exclamó: “Vamos a entrar con todas las fuerzas para liberar a Rosario del narcotráfico”.
El acto de Parque España fue un signo del poder de convocatoria de Bullrich. A pesar del frío y el viento, una multitud se acercó a escucharla y a festejarle cada frase, sobre todo las que hicieron impacto en la figura de Sergio Massa y las infaltables imprecaciones al kirchnerismo.
Jugando con su eslogan “si no es todo, es nada”, Bullrich dijo que esta vez el cambio tiene que ser profundo y contundente. “Si vamos con medias tintas, vamos a volver a retroceder”, enfatizó.
Bullrich está convencida de que, derrotado el peronismo, es la propia gente la que va a defender en las calles los cambios que proclama en materia económica: equilibrio en las cuentas públicas, autonomía del Banco Central (BCRA), pacto fiscal con las provincias y baja generalizada de impuestos. “El país va a elegir a alguien con carácter. Seguro que nos van a volver a tirar piedras, pero vamos a convertir cada piedra que nos tiren para construir puentes y caminos”, graficó.
Bullrich, en el hilo inicial de su discurso, dijo sentirse legitimada por una serie de sucesos políticos que acontecieron en medio de la pandemia y que la colocan, según sus palabras, como una dirigente con coraje y decisión. Recordó que cuando muchas callaban o se escondían (mensajes cifrados para sus rivales internos) ella encabezaba banderazos “contra la cuarentena eterna, que destrozó la libertad de los argentinos”, las manifestaciones callejas contra la “reforma judicial del kirchnerismo” y las caravanas en el norte santafesino contra la expropiación de Vicentin.
Ese pulso que se jugó en las calles, según su visión, le otorgaron la responsabilidad de liderar un “cambio” con profundidad y sin “medias tintas”. “Quiero ser la presidenta del gobierno más transparente y austero de la Argentina”, exclamó.
En los dirigentes santafesinos que apoyan a Bullrich hay entusiasmo por los números que manejan en la provincia, especialmente en Rosario, donde la ex ministra de Seguridad estaría ganando cómodamente a Larreta.
Igualmente, la lección Losada, los pone en guardia con el exceso de confianza. Por eso Núñez, desde el escenario, lanzó una arenga a los militantes: “Hay que salir casa por casa, hablar con todos los vecinos. Tenemos equipos para ordenar de una vez y para siempre a la Argentina”.