Una mujer que viajaba como pasajera en un remís fue detenida cuando, en el marco de un control vehicular, se encontró en su poder un kilo de cocaína. El procedimiento fue realizado por la Policía de Seguridad Vial (PSV) de la provincia y tuvo luego una segunda instancia cuando se allanó el domicilio de la sospechosa y se hallaron elementos usualmente empleados para estirar la mencionada droga.
Fuentes judiciales confirmaron que el procedimiento se practicó este sábado, alrededor de las 2.30, en un control vehicular dispuesto por la PSV en el cruce de la ruta 93 con el bulevar Colón, uno de los accesos a la ciudad de Firmat.
En ese marco los policías interceptaron el paso de un vehículo que trabajaba como remís que había partido de Rosario con destino a Venado Tuerto y en el que viajaba al menos a una pasajera oriunda de esa ciudad. Cuando los efectivos la entrevistaron la mujer ofreció un relato con algunas inconsistencias que motivaron que fuera requisada.
Así, los efectivos requisaron las pertenencias de la mujer encontraron en una mochila un ladrillo de cocaína cuyo pesaje arrojó un kilo. En ese marco el fiscal federal Javier Arzubi Calvo solicitó al juez Aurelio Cuello Murúa una orden para allanar la casa de la mujer en Venado Tuerto.
El ladrillo tenía un logo que replica al que distingue la "marca Perú" del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de ese país. No existen antedecentes en Rosario y en la zona que se hayan utilizado.
Según los voceros consultados, personal del Departamento Regional de Investigación Criminal Sobre Narcotráfico, Región 4, de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) requisó la vivienda en cuestión donde se encontró un gato hidráulico y moldes generalmente utilizados para el estiramiento de la cocaína.
La dueña de la casa, cuya identidad no fue dada a conocer, quedó detenida en la comisaría 4ª de Firmat a la espera de ser trasladada a la Alcaidía de Melincué donde quedará a disposición de la Justicia Federal de Venado Tuerto para ser indagada en las próximas horas.
Hace siete meses ocurrió algo semejante. Fue en septiembre de 2022 cuando, según fuentes judiciales, se controló un remis que procedía desde Rosario y en el que viajaba una menor de edad trasladando estupefacientes. Cuando se le consultó al remisero respecto del viaje el trabajador indicó el domicilio de partida al que tenía que regresar. Resultó ser de una mujer que estaba con prisión domiciliaria. El remisero pasó la tarifa que les había cobrado por el viaje. A la mujer que tenía prisión domiciliaria se le secuestró un cuaderno con anotaciones. Una decía "remis" y dejaba ver la misma tarifa que había dicho el chofer. La chica, según las mismas fuentes, trasladaba dos kilos de marihuana y cien gramos de cocaína.