Fue una tarde difícil para tres ladrones: asaltaron al dueño de un Fiat Siena en Moreno y San Lorenzo, y se subieron al auto con aparentes intenciones de robarlo. Forcejeando con la víctima, que se metió en el vehículo con ellos para evitar el atraco y a quien le gatillaron dos veces con un desvencijado revólver que no funcionó, los hampones huyeron por Moreno hacia Urquiza y doblaron a toda velocidad, pero en la alocada maniobra chocaron con un Toyota Corolla. Lograron continuar por Urquiza pero volvieron a chocar, esta vez contra un utilitario Renault Kangoo. La carrera siguió y doblaron en contramano por Balcarce hasta estamparse, antes del cruce con Tucumán, con una pasarela metálica de una obra en construcción.
Unos dos minutos después de iniciar el absurdo raid, los tres jóvenes saltaron del auto rengueando y lograron escapar de la escena y de su mala racha. El insólito suceso ocurrió ayer a la hora de la siesta y conmocionó la zona de la sede del gobierno provincial.
Eran cerca de las 15 cuando Ricardo T. esperaba en Moreno al 500 que su hija saliera de trabajar. El hombre de 52 años estaba parado junto a su Fiat Siena patente KUV166 cuando de pronto vio que tres muchachos "jóvenes, de tez blanca y vestidos con buzo y gorritas" se intentaban meter en su auto.
"Cuando los vi les grité algo y me metí también al auto —que tenía la llave puesta— para evitar que me lo robaran", recordaba ayer, todavía dolorido por golpes sufridos en el forcejeo, luego del hecho.
Una vez adentro del vehículo los delincuentes golpearon a Ricardo con el caño de un revólver desvencijado calibre 32 largo y sin empuñadura. "Yo estaba adelante con ellos y arrancaron. No sé cuánto duró pero sé que la puerta estaba medio abierta y yo forcejeaba con ellos. Me gatillaron dos veces y el tiro no salió", relató Ricardo.
Así, en una veloz carrera los ladrones mantuvieron como rehén a Ricardo a lo largo de unos metros. Como un rayo sin destino doblaron por Urquiza y chocaron con un Toyota Corolla dominio OTG 139 con dos ocupantes. Al volante estaba Luis Alberto R. un ex juez del civil que no resultó lesionado.
El Siena pegaba a dos bandas por el asfalto y así embistió en un costado a una Renault Kangoo dominio ONA 096. Por el impacto el vehículo se detuvo un instante y los hampones aprovecharon para deshacerse del dueño, a quien empujaron a la calle, y descartar su arma: un antiguo revólver calibre 32 largo sin empuñadura y de dudosa aptitud para disparar.
En una zona y horario donde el tránsito ya era complicado, un segundo después volvieron a la huida de locos.
El audaz trío no se rindió. Tomó por Urquiza hasta Balcarce y en una temeraria maniobra doblaron allí en contramano y se tiraron por un imaginario carril derecho. Pero antes de llegar a la esquina con Tucumán se toparon con la pasarela metálica de un edificio en construcción y estamparon el auto contra los caños. Al parecer para entonces habían disminuido la velocidad.
"No sé qué querían"
Eran cerca de las 16 cuando Ricardo estaba parado frente a su auto chocado en Balcarce y Tucumán. El tránsito en la zona era una postal del insulto y el descontrol; decenas de vehículos daban vueltas por calles atestadas de autos. Dolorido y molesto, el hombre no lograba comprender lo que le había pasado.
"Yo estaba parado y me quisieron robar. Me peleé con los pibes y acá estamos", dijo mientras se pasaba la mano derecha por el cuello y el pecho. "Casi estuve colgado del auto, la puerta estaba abierta. Me gatillaron dos veces y me insultaban. No sé qué querían, yo no tenía plata en el auto que estaba ahí estacionado", declaró ante la sumariante que le tomó la primera declaración.
"La verdad la sacó barata, lo pudieron haber matado. Mi papá esta desempleado así que no tenia plata encima", comentó su hija Gabriela, que todo el tiempo lo mantuvo abrazado y agregó que la familia vive en barrio Ludueña.
Al cierre de esta edición no se había localizado a los otros tres protagonistas del insólito suceso.
No descartan que se haya tratado de "levanta autos"
Los efectivos de una brigada de la Policía de Investigaciones (PDI) que inició las primeras pericias en Tucumán y Balcarce, donde terminó su alocada carrera el Fiat Siena, no descartaban ayer que los tres ladrones que abordaron a Ricardo T. fueran "levanta autos". En ese sentido, los uniformados explicaron que esa modalidad delictiva consiste en buscar "autos y marcas determinados que necesitan para vender o para los que ya tienen preparado el lugar para el desguace".
En esta hipótesis investigativa debe destacarse que en las calles de Rosario se robaron durante el año pasado un total de 1.791 vehículos, más de cinco por día.
Según publicara este diario a fines de 2016, a partir de datos de la Sección Análisis Criminal de la PDI, la jurisdicción con mayor cantidad de robos fue en la seccional 6ª, área delimitada por Santa Fe, Santiago, Pellegrini y Avellaneda donde el año pasado se sustrajeron 182 vehículos.
Asimismo, en el ámbito de la 5ª (Oroño, Pellegrini, San Martín y Amenábar) hubo 180 sustracciones y fueron 129 en la zona de la comisaría 7ª demarcada por Santiago, Santa Fe, Avellaneda y las vías del Mitre.
En cuanto a marcas y modelos, los preferidos fueron los más antiguos porque no tienen sistemas de alarmas o de seguridad complejos. Entre esos vehículos se destacan los Fiat Uno, Duna y Spazio, Renault 9 y 12, Chevrolet Corsa, Peugeot 504, Renault 11, Renault Clio y VW Gol.
Investigadores de la PDI y del Ministerio Público de la Acusación coincidían en que detrás de los robos hay pequeñas bandas organizadas por roles: quienes los levantan de la calle, quienes desguazan o duplican los vehículos y los que revenden sus partes.