La Justicia estableció que el narcotraficante y tres familiares se asociaron para el contrabando y distribución ilegal de armas en Rosario
Foto: Télam.
Mario Segovia usó a varias personas para el lavado de dinero en 2006.
El año que viene se cumple la primera condena a Mario Segovia por tráfico de drogas, pero está lejos de recuperar la libertad. La Justicia le aplicó una nueva pena al Rey de la Efedrina: esta vez lo declararon cupable de otros delitos junto a su hijo, su hermano y su cuñado.
El Tribunal Oral Federal 2 de La Plata dictó una sentencia de 13 años de prisión para el principal acusado entre las cinco personas que llegaron a juicio. El fallo se refiere al funcionamiento de una asociación ilícita dedicada al contrabando para la fabricación y distribución de armas de fuego y explosivos.
Los jueces Nelson Jarazo, Germán Castelli y José Michilini declararon reincidente al Rey de la Efedrina. El veredicto lo ubica como líder de la banda desde la cárcel de Ezeiza. Según los investigadores, el grupo comenzó a operar en 2016 como parte de la disputa entre organizaciones narcocriminales de Rosario y los alrededores.
El hijo del jefe, Matías Segovia, recibió una condena a 5 años y 6 meses de prisión efectiva. Además de los delitos antes mencionados, el joven de 25 años y su padre fueron sancionados por el acceso sin autorización a correos electrónicos del gobierno de Formosa, una maniobra clave para el contrabando.
El hermano menor del narcotraficante, Hernán Jesus Segovia (47), deberá cumplir una pena de 8 años y 6 meses de cárcel. En el caso del cuñado del jefe, Gonzalo Rodrigo Ortega (39), el tribunal dispuso una sanción de 7 años y seis meses. El último acusado, Ezequiel Hernán Bergara (34), tiene que pasar 5 años tras las rejas.
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Aunque estaba encerrado en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, el proveedor de precursores químicos tuvo un rol protagónico en el contrabando de importación de un fusil semiautomatico. También lo consideraron coautor de la tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil y de guerra, materiales explosivos y la fabricación habitual de estos elementos hasta los allanamientos del 13 de julio de 2021.
Para dar cuenta del peligro de este plan, el Ministerio Público Fiscal (MPF) recordó que el AR-15 es actualmente utilizado por las fuerzas armadas de Estados Unidos. Incluso recordaron su uso en el atentado contra el presidente Donald Trump antes de su victoria en las elecciones del país norteamericano.
El titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, enfatizó que los proyectiles del fusil pueden traspasar los chalecos antibalas de la policía y tienen un "poder de fuego superior" en la comparación. "De haber continuado esta operatoria, en Rosario se habría desatado una carrera armamentística entre las distintas bandas criminales con el consecuente agravamiento de la situación de seguridad", remarcó.
A la hora de describir la situación, el funcionario recordó que Segovia convivió en prisión con otros delincuentes peligrosos como Ariel Máximo "Guille" Cantero, Esteban Lindor Alvarado y Julio Rodríguez Granthon. A esa lista puede sumarse Martín Lanatta, ya que el condenado por el triple crimen de General Rodríguez había invitado al Rey de la Efedrina a participar en sus negocios ilícitos en la ciudad.
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Los investigadores constataron que la banda estuvo trabajando desde septiembre de 2016 hasta el resonante operativo que incluyó el allanamiento de la casa de la familia del líder en Fisherton. La policía secuestró entonces todo tipo de elementos peligrosos: tres panes de trinitrotolueno (TNT) con un peso total de 120 gramos y pentrita, un reloj Casio para activar como detonador, rollos de aramida y chalecos antibala.
Por otra parte, la organización recabó documentos útiles para potenciar a los grupos delictivos. Entre ellos se incluyen las instrucciones para elaborar estupefacientes y manuales de armado de fusiles AR-15 y AK-47. La búsqueda fue tan ambiciosa que llegó a recopilar guías para francotiradores urbanos sobre formas y métodos de tiro desde una ventana, el baúl de un vehículo o el habitáculo de camioneta.
La pesquisa del MPF comenzó hace casi una década, cuando las autoridades revisaron una encomienda enviada desde Canadá hasta Paraguay. Dentro del paquete interceptado en el aeropuerto de Luque hallaron dispositivos para fabricar explosivos.
Los investigadores concluyeron que se trataba de un "sobre bomba", una serie de componentes escondidos en una carpeta y un libro. El plan de los delincuentes consistía en entregárselo a uno de los visitantes de Segovia en la cárcel. La encargada de llevarlo era la azafata de una empresa internacional de colectivos.
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Tiempo después, la Procunar descubrió que estos elementos habían sido vendidos por una empresa canadiense que sólo opera con agencias estatales. El Rey de la Efedrina y su hijo cerraron la compra tras haberse apropiado de las casillas de correo electrónico de dos docentes en el dominio del gobierno de Formosa.
Cuando siguieron la pista del e-mail, los funcionarios judiciales descubrieron que la banda ocultaba esta actividad a través de una red privada virtual (VPN, de acuerdo a la sigla en inglés). Sin embargo, Matías Segovia rompió el protocolo en una oportunidad y accedió a la cuenta desde la computadora de una estación de servicio. El error expuso la dirección de IP para profundizar la pesquisa y así cayó el resto de la organización.
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