Pablo Rajmil, abogado defensor del joven que atropelló y mató a dos ladrones tras una salidera bancaria, dijo que su cliente fue abordado cuando llegaba a su casa por dos personas que le rompieron de un culatazo el vidrio del auto y efectuaron “tres disparos al aire, para amedrentarlo” luego de que entregara el dinero. Si bien dijo que la mecánica del hecho será aclarada por las evidencias que reúna el fiscal Patricio Saldutti de cara a la audiencia imputativa prevista para el domingo, el profesional dijo que Diego Pablo C. persiguió a los asaltantes para “ver adónde iban o para encontrar personal policial que pudiera detenerlo”.
Con el relato que brindó este mediodía a LT8, Rajmil sentó las bases de lo que probablemente se convierta en un planteo de legítima defensa. No precisó cómo fue el momento en que la camioneta Chevrolet S-10 del acusado arrolló a las víctimas pero sí refirió que el muchacho actuó bajo ciertas condiciones emocionales: “Mi asistido en ese momento estaba muy alterado, muy nervioso, muy preocupado”, indicó.
Diego Pablo C. está detenido y a la espera de la audiencia imputativa por el hecho del jueves a la tarde, cuando persiguió con su camioneta a dos asaltantes que iban en moto y los embistió. Uno murió en el acto, el otro esta mañana. El asalto fue frente a su casa de Amuchástegui al 600 y el desenlace en Juez Zuviría al 200, luego de una persecución que según el abogado se produjo a lo largo de “unas cuadras, no muchas, unas seis cuadras aproximadamente”.
“El estaba haciendo una operación bancaria en el centro. De ahí se dirige a la zona oeste, a la zona de Fisherton. Cuando llega a su casa, a la casa de los padres, sube el auto a la vereda como para bajarse y entrar y en ese momento es abordado por dos personas en una motocicleta con arma de fuego. Le rompen de un culatazo el vidrio del auto y le exigen la plata a punta de pistola”, relató.
El profesional sostuvo que en ese momento su cliente “accede, entrega el dinero que tiene y esta gente aparentemente en principio como que le exige más. Lo hacen bajar del auto. El baja y ahí disparan las armas de fuego, creo que son tres disparos de a de fuego que hacen al aire para amedrentarlo. Se llevan el dinero, y se van en motocicleta”.
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Tras resaltar que C. estaba “muy alterado, muy nervioso”, señaló que se lanzó tras los ladrones para “ver adónde iban o si encontraba personal policial para poder detenerlos e informar el robo”, que según dijo ya habían escuchado los vecinos y algún testigo había alertado en la cercana comisaría 17ª.
“Estamos esperando evidencias y material probatorio que está recolectando la Fiscalía. Esta gente tenía armas de fuego y durante el trayecto que mi asistido los siguió, según manifestó, le habían apuntado con el arma”, reiteró, y aunque no dio precisiones sobre el momento del impacto contra los cuerpos aventuró que “el auto se pudo haber desviado”.
“Hablé con él. Está por supuesto muy mal, muy apenado, muy preocupado”, dijo sobre la entrevista personal que mantuvo con el joven, y observó que “hay que ver cada persona cómo reacciona en determinada circunstancia”.
Por último consideró que se trata de un “hecho totalmente trágico para todo el mundo”, que dejó “una familia arruinada por este tema”. Dijo que la familia del muchacho “se tuvo que ir del barrio” por temor a represalias y requirió custodia policial “para proteger la integridad física de la familia”.
