Un teléfono enchufado en una causa federal fue clave para encaminar la investigación por la que Pablo “Pali” Acotto, un transero en ascenso de Pérez, de 35 años, y su prima Sara Gutiérrez, de 23, fueran acusados este miércoles por el fiscal Pablo Socca como coautores de la amenaza contra la familia del campeón del mundo Ángel Di María. También lo fueron las imágenes de decenas de cámaras que tomaron el Renault Megane gris en el que fueron a cometer la tropelía que, anclada al apellido Di María, tuvo escala planetaria. Las amenazas fueron calificadas por el uso de arma de fuego y por ser anónimas. También el fiscal los acusó por intimidación pública agravada.
La defensa de los acusados, a cargo de Leonel Botta, trató de pelearle a la Fiscalía la calificación de los hechos, pero no tuvo espacio. Le pidió al juez Pinto que ambos sean alojados en prisiones federales, ya que fueron indagados por causa de venta de drogas, y no en una cárcel de la provincia por "la crueldad en la que funcionan en estos días las cárceles provinciales".
El lunes 25 de marzo, Rosario se sobresaltó por un paquete con amenazas que quedó frente al barrio cerrado Funes Hills Miraflores, uno de los puntos más monitoreados con cámaras de videovigilancia de la zona. “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuel«B»a más porque si no le cagamos matando un familiar”.
Luego había una mención relativa al gobernador Maximiliano Pullaro. Lo primero que se obtuvo fueron las imágenes de un Renault Megane gris, que ya estaba en carpeta de los efectivos de la División Operativa de la PFA por haber sido visto el 19 de marzo en las inmediaciones el “búnker de Tamara”. Y así dos investigaciones se cruzaron: la de Socca, en el fuero provincial, y la de Javier Arzubi Calvo, en el federal, por venta de drogas.
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Así comenzaron a retroalimentarse los expedientes. Se pudo saber que Acotto era el novio de Tamara y que juntos tenían una pyme de venta de drogas. Según la acusación impuesta este miércoles por el fiscal Socca, a raíz de escuchas en las que están Acotto y Tamara, quedó expuesto que el muchacho recibió una oferta de “cuatro palos” por arrojar la amenaza contra los Di María. Una propuesta que venía “de gente de arriba”.
Si bien en las actas de la audiencia esos “cuatro palos” quedaron reflejados como 4 millones de pesos, aunque bien podría de tratarse de 400 mil pesos, alcanzaron para agravar la calificación por la promesa remuneratoria, aunque no hay evidencia de que se haya cobrado el dinero.
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La imagen de Sara Gutiérrez tomada por una cámara de videovigilancia de una estación de servicios antes de llevar la misiva contra la familia Di María.
Como en toda investigación moderna, las escuchas son el manjar de la cena. En una charla de familia entre Tamara y su suegra el 22 de marzo, tres días antes de la amenaza a los Di María, la madre de Acotto plantó posición respecto a la vida que llevaba su hijo: “Hace de anteayer que no está acá. ¿Trabajo de qué se fue a hacer? ¿De gente de la droga? Bueno, entonces que se cague si lo agarran por eso. Que se cague. Tiene que estar preso. No afuera. Que deje de romper los huevos. Así se encargan ustedes de ir a llevarles las cosas (los bagayos), porque yo ya le dije. Salgan de esas pelotudeces. Salgan porque yo no muevo un dedo”.
El fiscal Socca acusó a Pali Acotto y su prima Sara, a quien su pariente le habría ofrecido 100 mil pesos por realizar por “pedido de otras personas no identificadas hasta el momento y a cambio de dinero” una amenaza contra la familia de Di María. La maniobra consistió en dirigirse el lunes 25 de marzo, alrededor de la 1.30, en un Renault Megane hacia Fuerza Aérea al 4200 de Funes. Al estar frente al country realizaron disparos con un arma de fuego para luego arrojar una nota intimidatoria donde además se mencionaba al gobernador Pullaro. Luego se dieron a la fuga.
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El accionar tuvo como objetivo “infundir temor y generar conmoción en la población” como así también “en los medios materiales empleados para la concreción del ilícito, teniendo en cuenta la coyuntura especial en la que se encuentra la provincia”.
También se les atribuyó la tenencia ilegal de una pistola marca Bersa calibre 22 con numeración y munición en recámara, que se encontraba dentro de un departamento de alquiler temporario ubicado en calle Moreno al 900 de Rosario, donde ambos se ocultaron luego de cometer la amenaza y donde fueron detenidos a las 5.30 del miércoles 27 de marzo.
La defensa de los acusados pidió prisión preventiva por 60 días para Acotto y la libertad para Sara, ya que está escolarizada en una escuela nocturna. A la hora de resolver, el juez Pinto le dio la derecha a la Fiscalía y dictó para los imputados prisión preventiva por al menos dos años.
Acotto y su prima Sara _a quienes en el momento de su fuga se les incautó un bolso con 150 gramos de cocaína_ también fueron indagados por el fiscal federal Arzubi Calvo junto a Tamara L.; Selene R.; Belén L.; Janina L.; Luciano N.; Brian R.; Walter A.; Alejandro F. y Miguel A. acusados de integrar “la banda de Tamara”.