La investigación del brutal homicidio de Lucio Maldonado, un prestamista secuestrado y ejecutado de tres balazos hace dos semanas, llevó a los investigadores a realizar ayer 17 allanamientos, entre ellos uno en el barrio cerrado Funes Hills donde buscaron a uno de los personajes más conocidos del hampa de Rosario pese a su discreto perfil: Esteban Lindor Alvarado, un hombre que aún cumple condena como jefe de una banda de ladrones de vehículos y que tiene a familiares directos implicados en causas por narcotráfico. En el lugar sólo encontraron a la esposa del hombre, Rosa Natalí C., aunque los fiscales sólo libraron la orden de detención de Alvarado, quien al cierre de esta edición permanecía prófugo.
La novedad surge de un seguimiento hecho a los vehículos donde se llevaron a Maldonado, que tenía 37 años y cuyo cadáver apareció tirado en la colectora de Circunvalación, a 200 metros del casino, el 13 de noviembre. El resultado indica que uno de los vehículos estuvo detenido en una casa vinculada a Alvarado, quien por esa razón podría ser implicado como partícipe del homicidio.
Maldonado había sido secuestrado dos días antes de que lo encontraran asesinado. Cuatro hombres armados lo interceptaron al llegar a su casa de Garibaldi al 600, en barrio Tablada, y lo subieron en un Renault Kangoo, mientras otro miembro del grupo captor se subía al Chevrolet Cruze de la víctima para ir atrás del utilitario en el que iba el cautivo.
Lo que se estableció es que el Chevrolet Cruze de Maldonado, luego de partir del domicilio de la víctima, estuvo detenido largo rato en el paraje Los Muchachos, un caserío situado sobre la ruta A-012 entre las rutas 14 y 18, a unos ocho kilómetros de Rosario.
El lugar exacto es una casaquinta que fue allanada el miércoles. En ese lugar la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) encontró, a simple vista y sobre una mesa, una cantidad de impuestos y resúmenes de cuentas a nombre de Esteban Alvarado y de personas de su entorno familiar. Los fiscales presumen, según fuentes del caso, que la propiedad pertenece a los hijos de Alvarado.
Al llegar a esa quinta de 4,5 hectáreas la TOE solamente encontró a un chico de 19 años con el torso desnudo que al detectar la presencia policial corrió hacia el descampado utilizando un celular en la huida como para dar aviso a alguien de lo que ocurría. Tras esa irrupción y el hallazgo de evidencia directamente vinculada a Alvarado, los fiscales actuantes en la pesquisa del homicidio de Maldonado decidieron allanamientos en 17 domicilios encargados a la TOE, la Policía Federal y Prefectura Naval que se efectuaron ayer desde las 18 .
Esos domicilios, para los investigadores, son inversiones del grupo Alvarado o lugares donde residen sus allegados. Entre otros sitios allanados hubo departamentos en el complejo Condominios del Alto frente al shopping Alto Rosario) y en barrios privados de Funes.
Colocaciones
Lucio Raúl Maldonado era prestamista de dinero a corto plazo a niveles de usura. Su perfil de Facebook mostraba su inclinación a las joyas, a la buena comida, a los autos costosos y las ametralladoras, con las que gustaba retratarse. Tenía predilección por la iconografía vinculada al asesinado narco Pablo Escobar Gaviria y hasta celebraba los cumpleaños de sus hijos con tortas que reproducían imágenes del capo mafia colombiano.
Según comentaron a este diario personas que lo conocían, Maldonado colocaba dinero al 5 por ciento semanal y se codeaba con gente del mundo del delito. "Con el hermano prestaban guita, cobraban a incobrables, compraban deudas. Y para cobrar tiraban tiros, quemaban autos, lo que hubiera que hacer para que el deudor se pusiera al día".
El señalado
Alvarado fue condenado en 2016 a seis años y seis meses de prisión como jefe de una asociación ilícita dedicada a robar vehículos en el conurbano norte bonaerense que luego eran desguazados en Rosario. Tras cumplir la mitad de la condena recuperó la libertad.
Su liberación encendió luces de alarma en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe. Es que la historia de Alvarado, con domicilio en Tarragona al 800 y en Cochabamba al 6500, es la de un hombre en las sombras. Por años era conocido por las fuerzas de seguridad locales como un delincuente sagaz e influyente pero su prontuario penal era mínimo.
Sus actividades asomaron cuando la Justicia de San Isidro, investigando a ladrones de autos, descubrió que los vehículos robados se traían a Rosario para desguazarlos o venderlos. Al mismo tiempo el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari detectó, por escuchas, una red de complicidades de Alvarado con distintas reparticiones de la policía rosarina a fin de asegurarse impunidad. A tal punto que cuando avanzó en su contra ordenó que la detención, en agosto de 2012, la hiciera Gendarmería Nacional. Tras eso el fiscal llegó a los Tribunales de Rosario y entregó en la oficina de NN una caja con 100 CD's de escuchas en las que parecían evidentes las incursiones de Alvarado en el narcotráfico, por lo que lo investiga la Justicia federal.
el alto. Un condominio donde se allanaron propiedades de Alvarado.