Messi es una palabra que puede catapultar a escala planetaria cualquier concepto o idea que la mencione o contenga. Y mucho de esto pasó ayer cuando el supermercado de los suegros del futbolista fue atacado a balazos para asegurar un mensaje con tinte mafioso que salpicó al intendente Pablo Javkin y que, de la mano de la mención del astro, se conoció en todo el planeta. Pero como Rosario en cuanto a seguridad es una ciudad sin límites o con fronteras permanentemente en movimiento el ataque al supermercado Único de Lavalle al 2500, en barrio Bella Vista, tiene tantas explicaciones como personas lo analicen.
Rosario, 2.53 de la mañana. Dos hombres en una Honda Titán se detuvieron delante del comercio de Lavalle al 2500, el único local que conserva José Rocuzzo, padre de Antonella y suegro de Lionel. Quien iba como acompañante, encapuchado, bajó del rodado. Caminó unos pasos y dejó un cartel frente a las persianas. “Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar”, decía el cartel en letra imprenta, escrito con birome en un trozo de papel de una bolsa de carbón vegetal.
Luego volvió sobre sus pasos y antes de subirse nuevamente a la Titán montó la pistola 9 milímetros y refrendó con plomo el mensaje. Todo fue captado por algunas cámaras de videovigilancia diseminadas en la cuadra, entre ellas al menos dos del propio local atacado. En la escena quedaron 12 vainas servidas y en el frente 14 impactos calibre 9 milímetros. Lo que mostraron las filmaciones es que luego de cumplir su cometido, las dos personas en moto que salieron en contramano por Lavalle, aun después de cruzar 27 de Febrero.
El ataque tuvo una metodología calcada a la de tantos otros hechos que vecinos de toda la ciudad denuncian a diario. Un acto que no pudo ser prevenido por la carencia de inteligencia criminal en las calles y en las cárceles, cada vez más superpobladas. Pero este fue sin previo aviso contra una de las familias icónicas de la ciudad. Señal de que el crimen organizado en Rosario se mueve a sus anchas y necesita visibilidad extrema.
Los proyectiles perforaron la persiana y los vidrios del local. Un par impactaron en la parte inferior de una de las cajas. Otra bala perforó un acrílico de un kiosco de golosinas ubicada al costado de la línea de cajas.
Al amanecer de este jueves la noticia se había disparado y trepado a las tapas de los diarios internacionales y a las portadas de los medios nacionales. “Lionel Messi left chilling message by gunmen in attack on wife's family's supermarket” (hombres armados atacaron un supermercado propiedad de la familia de su esposa y le dejaron a Lionel Messi un escalofriante mensaje) tituló el periódico inglés The Mirror utilizando el término “escalofriante”.
“Disparos y amenazas contra un supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo en Rosario: «Messi, Javkin no te va a cuidar»”, tituló La Vanguardia de Barcelona, España. El País de Madrid, por su parte, puso en su portada: "Atacado a tiros el supermercado de los suegros de Lionel Messi en Rosario". Y el diario italiano La Gazzetta dello Sport reflejó: “Amenazas a Messi. Disparan al supermercado de su esposa y dejan nota: «Te esperamos»”. El ideólogo del ataque había logrado parte de su plan. El mensaje se viralizó por el mundo.
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Y en Rosario se dispararon todas las alarmas, por sobre todo en el plano de la política y también desde lo judicial. La realidad marca que lo que sucedió en el súper de los Rocuzzo es lo que miles de vecinos de las periferias de Rosario denuncian a diario. Bandas criminales les dejan mensajes extorsivos para que paguen a cambio de no ser atacados.
El miércoles ganó espacio en los medios la historia de Mauro Gonzalo Fian, un hombre de 33 años apodado “Trapo” que ante las cámaras de Canal 3 pidió llorando a quienes le habían baleado la casa: “Por favor, no quiero que maten a mis hijos ni a mi esposa”, dijo el hombre que la tarde de este jueves fue recibido por el propio intendente Pablo Javkin. Postales de una Rosario en carne viva.
Es muy factible que si el supermercado atacado no fuera propiedad de la familia Rocuzzo y el empresario no fuera suegro del último ganador del premio The Best de la Fifa y campeón del mundo, la agresión hubiera quedado en medio del “siga, siga” en el que se acostumbró a vivir la ciudad. Pero la historia contrafactual no existe.
“Claramente el primer objetivo de los que hicieron esto fue que se entere todo el mundo. Buscaron el impacto público. No hay nada que indique que querían intimidar o exigir algo a la familia Rocuzzo. Utilizaron algo próximo a Lionel Messi para asegurarse una gran difusión. Y con eso el mensaje le llegó a todo el mundo”, explicó mientras recorría la escena del ataque el fiscal Federico Rébola.
“No tenemos nada concreto. Es muy obvio que lo que se buscaba era tirarle a un súper de Messi no para amenazar a su entorno sino para asegurarse fuerte difusión”, subrayó el funcionario judicial. De acuerdo a lo observado en la Unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en los últimos hechos de este tipo los carteles que se dejan como amenazas aparecen enunciados con correcto manejo de lenguaje, sin errores de ortografía y con sentido claro. Al igual que en el atentado contra Televisión Litoral del 12 de diciembre pasado, donde también hubo disparos y se dejó un letrero, el que dejó el cartel utilizó guantes para evitar la identificación de alguna huella digital, lo que se ve en el registro de las cámaras del mismo supermercado.
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El primero en recoger el guante desde la política fue uno de los mencionados en el cartel. Poco antes de las 9 de la mañana el intendente Javkin llegó a la escena y buscó que los medios le dieran micrófono. Directamente dijo que la zona, que el barrio donde sucedió el ataque, estaba “liberada”.
Luego invitó al presidente Alberto Fernández y al ministro de seguridad de Nación, Aníbal Fernández, a la escena del ataque. “¿A cuánto están? ¿Media hora? Que vengan acá”, dijo ofuscado. Y le puso sazón: contó que el día anterior había estado reunido con el ministro de Seguridad de provincia, Claudio Brilloni, y los cinco jefes de las fuerzas desplegadas en Rosario: la santafesina, Policía Federal (PFA), Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Prefectura y Gendarmería. Allí hablaron de los barrios calientes donde se debían desplegar efectivos y realizar operativos. “Hablamos de lo que pasaba en los barrios, especialmente en este, y que era necesario montar operativos. Y después de la reunión pasa esto. Yo ya no confío en nadie”, dijo el alcalde rosarino.
El ataque ocurrió 12 horas antes del comienzo de la reunión de la Junta Provincial de Seguridad que se llevó a cabo en la sede de gobernación en Rosario y de la que participaron el gobernador Omar Perotti, el ministro de Seguridad Brilloni, el presidente de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta; el fiscal general de provincia, Jorge Baclini, diputados y senadores provinciales.
Visiblemente afectado el ministro Claudio Brilloni también estuvo en el lugar supervisando el trabajo policial. Y sin tener intenciones de declarar ante la prensa dijo: “No tenemos ninguna hipótesis firme”. Y así, como en un puzzle monumental donde las piezas está completamente desordenada, fueron hablando otros protagonistas de la política.
Uno de los esperables era Aníbal Fernández. El ministro de Seguridad de la Nación se mostró proclive a “poner todos los recursos” a disposición para revertir la situación. “No le cargo las tintas a Javkin ni a Perotti porque es obvio que este problema lo heredaron, hace 20 años que pasan estas cosas en Rosario”, dijo el ministro (ver página...) .
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En un hilo que publicó en su cuenta de Twitter la ministra de Gobierno de la provincia Celia Arena incorporó a la discusión un concepto que se venía esquivando: narcoterrorismo, causa y consecuencias. “Con el ataque mafioso al comercio de la familia Rocuzzo se busca, a sabiendas de que será un hecho de trascendencia mundial, infundir terror en la población y desazón en quienes estamos en la batalla contra la violencia criminal. Es, ni más ni menos, la definición de terrorismo”, escribió.
“Como ya se dijo en incontables oportunidades, Rosario vive una coyuntura excepcional que exige respuestas excepcionales. Hay antecedentes exitosos que permiten orientar la acción. En 2014 se dispuso un desembarco masivo de fuerzas federales para ocupar los territorios más castigados por la violencia narco. Aquel operativo de pacificación tuvo resultados positivos, incluso celebrados por el gobierno provincial de entonces. Ese es el camino que necesitamos”, consideró.
Mientras tanto, en la vereda, los vecinos miraban cómo el aparato movía sus tentáculos. Un móvil de policía quedó como custodia del punto fijo mientras el encargado del súper ordenaba que las refacciones de vidrios rotos se hicieran lo antes posible para que el Único pudiera abrir y atender al público, lo cual se concretó apenas pasado el mediodía.
En la política y el Poder Judicial quedó el ánimo del pase de facturas que determine quién es el padre de la criatura. En la calle, una sensación de hastío e impotencia. La idea de que a la ciudad se la devoran los perros. Que le están comiendo el corazón. Una postal de ciudad rota. Sin mejorías a la vista en el mediano plazo.