Diego “Panadero” Ochoa, el ex jefe de la barra de Newell’s que cumple condena por el crimen de su antecesor al frente de la hinchada, fue condenado en un juicio abreviado a 5 años y 4 meses de prisión como partícipe secundario del crimen de su ex ladero Maximiliano “Quemadito” Rodríguez, asesinado hace ocho años en Corrientes y Pellegrini. El acuerdo había sido rechazado dos veces pero fue homologado por la camarista Carliona Hernández. La pena se unificó con la anterior en 18 años de prisión efectiva.
La condena a Ochoa es por un rol que lo corre del rótulo de instigador que le habían asignado en un primer momento: fue condenado como partícipe secundario del ataque a tiros al Quemadito, baleado en la nuca en Pellegrini y Corrientes el 5 de febrero de 2013.
El abreviado había sido propuesto por los fiscales Luis Schiappa Pietra y Pablo Socca junto con el defensor Juan Pablo Audisio. Luedo de dos rechazos en baja instancia, fue aceptado tras una apelación ante la Cámara Penal. De esta manera se resolvió el último capítulo que Ochoa tenía pendiente con el fuero penal tras ostentar la jefatura de la barra de Newell’s. Ochoa cumple condena en la cárcel de Piñero desde 2013 como instigador del crimen de su antecesor en la hinchada, Roberto “Pimpi” Caminos, asesinado en 2010.
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El trámite penal por el crimen del Quemadito se inició en el viejo sistema penal y tuvo innumerables idas y vueltas. Maxi Rodríguez fue baleado cuando estaba con su novia en la esquina de Corrientes y Pellegrini. En un departamento de esa cuadra se resguardaba tras ser atacado a tiros una semana antes. Un hombre le disparó a corta distancia en la cabeza desde atrás, en plena tarde, y huyó en moto con un cómplice.
Por el crimen, Héctor David “Porteño” Rodríguez fue condenado a 16 años y medio como autor material y Sergio Federico “Chuno” Acosta recibió a 14 años y medio como el conductor de la moto. Marcelo Jesús Romano, amigo de la víctima acusado de entregarlo, recibió 13 años y Walter “Walo” Acosta 6 años y medio como partícipe secundario por hacer un gesto que distrajo a Maxi.
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Ochoa, en tanto, quedó bajo sospecha porque estaba enemistado con Quemadito desde un incidente del 8 de septiembre de 2010 cuando Maximiliano junto con su padre Sergio “Quemado” Rodríguez (condenado por el triple crimen de Villa Moreno) y el barra Matías Pera, lo desnudaron en público y en pleno partido en el Coloso para quitarle el poder en un hecho que se conoció como "la entangada".
Si bien primero fue considerado instigador, los dos fiscales históricos del caso consideraron que la prueba no alcanzaba para demostrar ese rol. Entiendieron que Ochoa pudo haber actuado en un “refuerzo psíquico“ de atacantes que ya estaban decididos y tenían motivos propios para eliminar a Maxi.