Michael Leonel Carballo fue detenido en octubre de 2022 en medio de un tiroteo con la policía en Villa Gobernador Gálvez. Iba en un auto robado donde se encontraron dos pistolas, vainas de disparos y un celular. En el aparato se encontró evidencia que lo ligaba al crimen de Eros Rosales, un joven de 20 años asesinado un mes antes desde un auto como parte de las disputas de la banda de “Pupito” Avalle, una violenta organización extorsiva de la que el detenido formaba parte como brazo armado. Por esos y otros delitos aceptó una condena a 15 años de prisión en un juicio abreviado.
Carballo, de 25 años, fue uno de los acusados de pertenecer a la banda de Pupito; un grupo subsidiario de Los Monos que cobraba aprietes en nombre de La Mafia a negocios, fábricas, sindicatos, boliches y particulares. Saltó a la luz cuando en una de esas balaceras mataron a un cadete que esperaba un pedido en Villa Gobernador Gálvez. Avalle fue condenado en marzo pasado a prisión perpetua como el gerente de esa organización y ligado a unos cincuenta hechos, entre balaceras y asesinatos.
Entre ellos, el de Rosales. Pupito fue condenado como el instigador de ese crimen cometido la tarde del 6 de septiembre de 2022 en Ameghino y Patricias Argentinas, en barrio Tablada. Carballo aceptó su responsabilidad este miércoles en un juicio abreviado como quien manejaba el auto Gol Trend que frenó en esa esquina y desde el que abrió fuego el acompañante. Rosales recibió un disparo en la cabeza y falleció en el lugar. Un amigo de la víctima y una persona que pasaba allí resultaron heridas.
La pena fue acordada entre la fiscal Agustina Eiris y la defensa de Carballo. El juez Fernando Sosa homologó el procedimiento y le impuso al detenido 15 años de prisión efectiva como coautor de un homicidio agravado por el uso de arma, el intento de homicidio de las dos personas heridas y como miembro de una asociación ilícita. Sumó la portación de dos armas 9 milímetros que llevaba en el auto al ser detenido, dos hechos de encubrimiento por tratarse de armas con la numeración suprimida, otro por circular en un auto robado y seis hechos de resistencia a la autoridad, además de un intento de extorsión cometido en sociedad con su jefe.
La banda
Los comienzos de la organización se rastrearon en marzo de 2021. A través de celulares y el teléfono fijo de la cárcel, Avalle dirigía a una treintena de personas, entre ellas menores de edad, algunas de las cuales resultaron asesinadas. Con división de tareas y roles, al grupo se le atribuye una decena de homicidios, balaceras a locales gastronómicos, escuelas y medios de comunicación y nueve atentados a sindicatos. Hechos que se conocieron de manera dispersa y que tras a imputación al grupo, en octubre de 2023, quedaron insertos en una misma trama. Los ámbitos privilegiados de acción fueron la ciudad de Villa Gobernador Gálvez y las zonas sur y sudoeste de Rosario.
El rol de Carballo en ese esquema, según la condena, era el de ser parte del brazo armado de la asociación ilícita como encargado de ejecutar hechos violentos encomendados por Avalle, como homicidios, extorsiones y amenazas. Para ello reclutaba a diferentes personas con quienes cometía los ataques. Disponía de armas de fuego, de material balístico y de vehículos pertenecientes a la estructura criminal.
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Carballo formó parte del grupo de 27 personas imputadas junto a Pupito el 9 de octubre de 2023. Lo habían detenido un día antes, a las 2 de la madrugada. Circulaba en un Citroën C3 gris con pedido de secuestro. En medio de una persecución a tiros, seguido por varios patrulleros del Comando Radioeléctrico, terminó chocando contra un árbol en la colectora de la avenida de Circunvalación, en uno de los ingresos a Villa Gobernador Gálvez.
Iba acompañado por un menor de edad que cubría a tiros la huida fallida. En el auto iba un tercer ocupante que no fue detenido. En el interior se incautó una pistola Bersa 9 milímetros y otra Heckler & Koch del mismo calibre, además de dos vainas servidas. El Citroën había sido robado a fines de septiembre y circulaban sin ningún tipo de documentación.
El crimen de Rosales había ocurrido un mes antes, el 6 de septiembre. El joven de 20 años era bufetero del club Unidad y Tesón. A las 17.30 estaba con otra persona en la esquina de Ameghino y Patricias Argentinas cuando se presentó en el lugar Carballo a bordo de un Gol Trend provisto por Avalle. Los ocupantes del auto frenaron y el que iba como acompañante comenzó a disparar balas 9 milímetros contra la víctima y su acompañante. Con Rosales agonizando en el lugar, los atacantes se fueron por donde habían llegado.
Por último, Carballo fue condenado por una maniobra extorsiva cometida junto a Pupito y una mujer entre el 25 de septiembre y el 10 de octubre de ese año contra una familia a la que amedrentaron con disparos a su vivienda y a su auto, un Peugeot 208 estacionado en la puerta, además de dejar una nota amenazante.