Portando revólveres y una picana eléctrica portátil tres ladrones ingresaron el lunes a la noche a la parrilla y restaurante Pampa, en el macrocentro de la ciudad, y se llevaron unos 4 mil pesos del comercio además de dinero y pertenencias de los empleados y de una veintena de comensales entre los que estaba el juez federal Carlos Vera Barros.
"La verdad es que estoy contrariado y molesto. No es grato que te roben y menos cuando estas cenando. Pero por qué no nos iban a asaltar en un restaurante si es algo que sucede a menudo en todos lados", explicó ayer una de las víctimas del atraco que no quiso identificarse.
De golpe. Todo se desató cerca de las 22.30 del lunes cuando dos personas charlaban en la puerta del restaurante de la esquina de Moreno y Mendoza, frente al colegio Sagrado Corazón. Uno era un muchacho que hace las veces de guardia de seguridad del lugar y otro un vecino del barrio. Mientras conversaban, caminando por Moreno de sur a norte caminaban tres jóvenes con buzos y gorritas.
El hombre de seguridad los vio con desconfianza, pero el trío pasó la línea de la puerta de ingreso e hizo el gesto de que iba a doblar por Mendoza. En el mismo momento una pareja de clientes salió del local y el trío sospechoso realizó un movimiento que rompió con la escena tal cual estaba planteada: como si hubiera sido parte de un juego, los ladrones se dieron vuelta e ingresaron casi corriendo a la parrilla. "Golpearon al muchacho de seguridad e hicieron caer a la pareja que salía del negocio", explicó un testigo ocasional del hecho.
Mesa por mesa. Una vez adentro los ladrones se concentraron sobre los encargados del lugar, la caja y los clientes. Dos de los delincuentes portaban armas cortas (varios testigos hablan de revólveres) y el restante una picana. Tras exhibírselas a las víctimas se las colocaron en la cintura para continuar el robo.
El de la picana fue sobre la encargada y la caja. En menos de un minuto sacó unos 4 mil pesos de la recaudación. Si bien allegados al restaurante indicaron que sólo el improvisado empleado de seguridad resultó con algunas magulladuras, víctimas del ataque contaron que uno de los mozos recibió un culatazo que le produjo un corte en la cabeza.
"Cuando ingresaron le pegaron al de seguridad y a uno de los mozos viejos. En el lugar había un cumpleaños de mujeres solas y alguna de las damas perdieron los estribos por los nervios", explicó una de las víctimas, quien pidió el resguardo de su identidad.
"Los ladrones fueron pasando mesa por mesa y no quedó otra que esperar el turno. Pasaron, les dimos nuestras pertenencias y se fueron", relató una de las víctimas. "Si vos me preguntas a mí, me parece que estuvieron unos diez minutos, pero seguramente fue algo menos", indicó. Una vez completada la faena, los ladrones se marcharon por donde vinieron. Tomaron por Moreno de norte a sur y se subieron a un Fiat Palio rojo que, de acuerdo a la descripción, podría haber sido robado en jurisdicción de la comisaría 11ª un par de horas antes.
Picana. El asalto a "Pampa" es el segundo atraco en menos de 15 días en el cual uno de los ladrones amenaza a sus víctimas con una picana portátil. El otro ocurrió el lunes 20 de mayo cuando dos ladrones sustrajeron seis LCD en un flamante centro de diagnóstico ubicado en Oroño al 1300. En esa oportunidad, uno de los delincuentes empuñó la picana y les hizo sentir a dos empleados de seguridad el sonido del paso de la electricidad para amedrentarlos.
Posteriormente fue detenido un custodio identificado como Roberto T., de 48 años, acusado de ser el entregador y el juez de Instrucción Hernán Postma ordenó que se allanaran domicilios en Chaco al 700 bis, Ituzaingó al 3100 y Felipe Moré al 400 y al 600 bis.
En esos lugares fueron detenidos por efectivos de la comisaría 2ª, César Darío C., de 34 años, acusado de ser uno de los ladrones. El otro fue identificado como Carlos Alberto S., de 32 años.