Tras la novena jornada del juicio oral y público en el que 19 policías son juzgados por su supuesta participación en la desaparición forzada y torturas seguidas de muerte contra Franco Ezequiel Casco, las defensas sienten que están jaqueando severamente a la acusación. “En las últimas dos jornadas del juicio hubo testimonios contundentes que afirmaron que se lo vio salir a Casco de la comisaría 7ª la noche del 7 de octubre de 2014, lo que vierte por tierra los argumentos de la Fiscalía, como también de la querella, de que Casco fue asesinado el 6 de octubre de 2014 y su cuerpo arrojado al río”, explicó Carlos Racamato, uno de los abogados particulares que defienden a los policías.
“Se están cayendo los argumentos sobre que Casco fue detenido el día 6 de octubre como sostienen la acusación y la querella. Este jueves testimoniaron varios de los policías ya sobreseídos, entre ellos el oficial Ariel Saucedo, quien revestía al momento de los hechos en la 7ª, y admitió haber visto a Casco en la seccional el día 7 de octubre”, indicó Martín Gesino, defensor oficial que representa a nueve de los acusados.
En las nueve jornadas que se realizaron desde que el juicio comenzó el 6 de diciembre pasado, el debate giró ante dos posiciones contrapuestas. ¿Cuándo fue detenido y alojado en la comisaría 7ª Franco Casco? Para la Fiscalía y los cuatro querellantes, el joven bonaerense que había llegado a Rosario para visitar a familiares fue detenido la noche del 6 de octubre de 2014 cerca de la estación de trenes Rosario Norte cuando iba a volver a su domicilio de Florencio Varela y trasladado a la seccional 7ª, donde fue asesinado y luego su cuerpo arrojado al río donde apareció el 30 de octubre de 2014. La acusación está en manos del fiscal Fernando Arrigo y las cuatro querellas, encarnadas por los abogados Guillermo Campana y Salvador Vera en representación de una de las hermanas de Franco y del hijo del pibe asesinado, que tenía 3 años cuando ocurrió el hecho; la Defensoría General de la Nación, que representa a Ramón Casco, padre del joven; la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; y el ex defensor defensor general de Santa Fe Gabriel Ganón en representación de otro de los hermanos de Franco.
Para los abogados defensores, Casco fue detenido el 7 de octubre a las 13.15 aproximadamente, tal como consta en el acta de procedimiento policial, y liberado el mismo día a las 22.05. Los 19 policías están representados por los abogados particulares Germán Mahieu, Carlos Racamato, Antonella Travesaro, José Luis Giacometti y Eduardo Sosa y por el defensor oficial Martín Gesino, quien representa a nueve de los policías acusados. En principio la investigación puso bajo la lupa la actuación de 31 policías, entre personal que prestaba servicios en la 7ª y otros que participaron de la pesquisa en el caso Casco. Doce de ellos fueron sobreseídos y 19 llegaron procesados a juicio oral y público por diferentes delitos. El tribunal encargado de dirimir el pleito está compuesto por los jueces Otmar Paolucci, Eugenio Martínez y Ricardo Vázquez.
Los sobreseídos
En los juicios orales y públicos las partes buscan con pruebas fundamentar alegatos y estrategias. Los juicios no pueden vivirse como un clásico de fútbol porque el objetivo de las jornadas de debate es sumar para el alegato final y no ganar un día de juicio. Esta semana, a pedido de las defensas, desfilaron varios de los policías que fueron sobreseídos. Entre estos se destacó el testimonio del oficial Ariel Saucedo, quien prestaba servicios en la 7ª, y estuvo detenido un mes antes de ser sobreseído.
Saucedo sostuvo que al irse el 7 de octubre de 2014 de la 7ª a las 22 vio a un hombre que se estaba retirando de la comisaría. Antes de salir “pidió agua” y Saucedo dijo haberle pedido “al oficial Silva” que le diera agua “de la canilla que estaba detrás del portón de la comisaría” y le indicó “que se retirara porque estaba en libertad”. Luego de eso Saucedo se subió a su auto y se fue. Al día siguiente cuando el jefe de la 7ª le entregó una foto por una búsqueda de paradero “me di cuenta de que era el pibe que había visto la noche anterior en la puerta de la comisaría”, dijo Saucedo. “Estaba normal, de remera oscura y jean”, agregó el policía. Según esta declaración Casco salió vivo de la comisaría, algo que constaba en el libro de guardia número 15 de la 7ª.
“El testimonio del policía Ariel Saucedo fue certero y seguro al afirmar que cuando salió de cumplir funciones en la seccional 7ª, el día 7 de octubre de 2014 vio en la puerta de calle que estaba Franco Casco pidiendo agua a los uniformados que estaban allí. Entonces el oficial Saucedo indicó una de las canillas atrás del portón para que le dieran agua y se retiró. Preguntado por las partes si Casco presentaba signos de haber sido maltratado o golpeado, aseguró que «para nada»”, explicó el abogado Racamato.
“El fiscal Arrigo friccionó más aún la audiencia y dijo que iba a reimputar a Saucedo, ya que podría haber tenido vinculación con la desaparición de Casco. Pero las defensas, mayormente el abogado Rodrigo Mazzucchini, salieron a defender a Saucedo, ya que interpretaron los abogados que los dichos del fiscal eran una intimidación hacia el testigo. Ante la incidencia y las posiciones contrapuestas, el Tribunal dispuso un breve cuarto intermedio y resolvió la improcedencia de reimputar a Saucedo por sus dichos como testigo”, indicó Racamato.
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“El fiscal le planteó que había incurrido en falso testimonio y lo quiso meter preso porque Saucedo no había hablado antes (al no relatar antes que había visto a Casco con vida). Saucedo manifestó que no había hablado por una decisión estratégica con su defensa y que había tomado esa decisión porque temía que le armaran una causa”, explicó Gesino. Parte del tribunal también le recriminó a Saucedo no haber contado esa incidencia. “Presenté una infografía sobre el día 6 de octubre en la que se puede observar los presentes en la comisaría, quien tenía entrada en el libro de guardia y quien salida. Un video en el que se ve claramente lo que pasó con sus horarios respectivos. Ahora vamos a presentar algo similar con los móviles, para demostrar que que Casco no fue levantado por una patrullero como es la hipótesis de la acusación”, explicó el defensor público.
“Otro testimonio importante fue el de la oficial Gisela Giménez (era oficial de guardia en octubre de 2014 en la 7ª), quien estuvo el 6 de octubre entre las 8 y las 20. Giménez era la encargada de plasmar en el libro de guardia todo lo que sucede en la comisaría. Dijo que en ningún momento vio ni escuchó sobre el ingreso, salida o permanencia de Franco Casco en la seccional. Se le exhibieron las fotografías de Casco que surgen del expediente y volvió a contestar que nunca vio a esa persona el día 6 de octubre”, dijo Racamato.
“Es triste que por el ensañamiento de los acusadores contra los uniformados se haya perdido de vista el objetivo del juicio, que es saber quién mató a Casco”, indicó el abogado defensor de los policías. “También fue incontrastable la declaración de altos jefes de Prefectura Naval que claramente dejaron sentado que el cadáver de Casco no presentaba ataduras con cuerdas o cabos en ninguna parte del cuerpo, lo que también echa por tierra los argumentos de la acusación pública y la privada”, explicó Racamato. El juicio continuará el 1º de abril próximo.