Una mujer de 56 años fue asesinada y parte de su cuerpo apareció descuartizado en el partido bonaerense de Tigre. Por el crimen fue detenido un herrero de 51 años, pareja de la victima.
Una mujer de 56 años fue asesinada y parte de su cuerpo apareció descuartizado en el partido bonaerense de Tigre. Por el crimen fue detenido un herrero de 51 años, pareja de la victima.
Fuentes policiales y judiciales identificaron a la víctima como María Adela Duarte, quien estaba jubilada y vivía en la localidad de Don Torcuato del mencionado partido del norte del conurbano bonaerense.
La investigación comenzó la madrugada del viernes último, cuando Noemí Gutiérrez, de 28 años e hija de Duarte, se presentó en la comisaría 2ª de Tigre y denunció no saber nada de su madre desde el domingo 9 de abril.
Noemí aportó una descripción de su madre, cómo vestía y contó que en los últimos días no había respondido su teléfono y no podía ubicarla. Entonces fue a buscarla a uno de los domicilios donde la mujer solía estar, en la localidad de General Pacheco, donde un vecino le dijo que allí estaba la actual pareja de Duarte, el herrero Oscar Alberto Iñigo, y que su madre había estado con él.
Con esos datos se inició una causa por averiguación de paradero. La pesquisa se orientó rápidamente a un posible crimen ya que establecieron que aquel domingo testigos escucharon discusiones entre entre Iñigo, Duarte y una ex pareja del herrero identificada como Gilda Cañete, paraguaya de 46 años.
La principal hipótesis apunta a que Duarte fue asesinada en el marco de una pelea con esas dos personas y que tras el crimen el cuerpo de la víctima fue descuartizado, dijeron los informantes.
En un carrito
Al seguir esa pista los investigadores analizaron imágenes de unas cámaras de vigilancia de un barrio privado que captaron a Iñigo llevando un carrito por la calle a unas dos cuadras de la casa donde se los oyó discutir. La madrugada del sábado los efectivos fueron hasta el sitio donde se vio al herrero con el carrito y hallaron un torso humano con los pechos arrancados dentro de un tacho de plástico que se cree pertenece a Duarte.
Además, un remisero contó a los investigadores que el lunes último trasladó al sospechoso hasta la localidad de Benavídez, donde el herrero bajó con un bolso en Freire y el arroyo Claro, donde al cierre de esta edición personal de bomberos procuraba hallar el resto del cuerpo de la mujer.
Si bien aun no se acreditó científicamente que el torso encontrado pertenece a Duarte, un jefe policial dijo que Iñigo admitió el crimen y reveló dónde estaba esa parte del cuerpo ante los efectivos que lo apresaron por pedido del fiscal de Violencia de Género de Tigre, Marcelo Fuenzalida.
Al cierre de esta edición el herrero iba a ser indagado. Además, el fiscal Fuenzalida dispuso que la ex pareja del herrero quede demorada ante la posibilidad de que haya tenido algún grado de participación en el crimen.
En ese sentido, los pesquisas indicaron que esta mujer presentaba escoriaciones tipo rasguños que sospechan pudieron haber sido provocados en una probable lucha cuerpo a cuerpo con la víctima.
Por su parte, la hija de Duarte declaró como testigo ante el fiscal Fuenzalida y dijo que su madre había enviudado hacía cuatro años y que ella desconocía que mantenía una relación con el ahora principal imputado.
Por Carina Bazzoni