La Argentina contó con la llegada de más de 15,3 millones de dosis contra el coronavirus solo en el mes de julio, lo que le permitió superar largamente los 41 millones de inmunizantes recibidos desde el inicio de la pandemia.
La Argentina contó con la llegada de más de 15,3 millones de dosis contra el coronavirus solo en el mes de julio, lo que le permitió superar largamente los 41 millones de inmunizantes recibidos desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, esa gran marca —lograda gracias a los envíos desde China de la vacuna Sinopharm y la donación de Estados Unidos de 3,5 millones de ampollas de Moderna— se vio empañada por los problemas de abastecimiento de la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Desde que comenzaron a aplicarse las inyecciones llegadas desde Moscú a fin de 2020 hasta este mes se inocularon algo más de 7 millones de argentinos con la primera dosis de la Sputnik pero apenas poco más de un millón recibió la segunda.
Hay cerca de 6 millones de ciudadanos que se preguntan cuánto tiempo más deberán esperar para contar con el esquema completo de vacunación, que es el que genera la tan ansiada inmunidad (y tranquilidad anímica).
Argentina fue el país de la región que confió con más contundencia la suerte de su plan de vacunación a la Suptnik V y, como consecuencia, uno de los que más problemas tiene ahora para completar la plena inmunización.
La inquietud en la población se hizo creciente con el paso de los meses durante los cuales Rusia fue enlenteciendo los envíos. Parte de la solución podría sobrevenir en las próximas semanas a través del laboratorio argentino Richmond que firmó el acuerdo con el Instituto Gamaleya ruso —creador de la vacuna— para producirla localmente.
Se trata de un proceso que recién ha comenzado, avanza lentamente y no deja depender de Rusia pues sigue siendo la creadora y quien envía el principio activo para las ampollas. Richmond recibe los litros del suero inmunizante y tiene a su cargo el filtrado final y envasado de las dosis.
Esta semana se conoció la dura carta de Cecilia Nicolini, alta asesora del presidente Alberto Fernández, a un directivo del Fondo Ruso de Inversiones (Rdif), del que depende el Instituto Gamaleya, reclamando por las demoras y amenazando con “romper públicamente el contrato firmado”.
A partir de los 15,3 millones de dosis, que llevó la suma total de vacunas arribadas desde diciembre a 41,03 millones, esta semana superó el país la inoculación del 50 por ciento de la población total (51%) con al menos una dosis.
Con dos vuelos llegados provenientes de Pekín, el jueves por la tarde y el viernes a la madrugada, con 768 mil y 320 mil vacunas de Sinopharm, respectivamente, se concretó la recepción de ocho millones de dosis en un lapso de 19 días.
Es lo que está estipulado en el contrato que el gobierno nacional firmó con el laboratorio China National Pharmaceutical Group Corp, que contempla la entrega de un total de 24 millones hasta septiembre, a razón de ocho millones por mes.
Para concretar estos envíos, Aerolíneas Argentinas armó un operativo de diez vuelos hacia la capital china, cada uno de los cuales transportó 768.000 dosis, y el último de ellos arribó el viernes a Ezeiza. De esta forma se transportaron 7.680.000 vacunas, mientras el remanente de 320.000 llegó ayer a la madrugada al país en el vuelo QR8157, de la compañía Qatar Airways, que aterrizó en la estación aérea a las 2.45.
El esquema se repetirá en agosto y otro tanto sucederá en septiembre, con lo cual la Argentina habrá sumado otros 16 millones de dosis a las más de 41 millones con las que cuenta actualmente.
La ministra de Salud, carla Vizzotti, aseguró que “la prioridad uno” es completar el esquema de vacunación y que se está trabajando para tener la segunda dosis de la Sputnik V. Vizzotti resaltó que “Rusia siempre ha priorizado a la Argentina” pero que ahora se está trabajando “con ritmo” en la producción en la Argentina de la segunda dosis de Sputnik a través del laboratorio Richmond, y estimó que “en los primeros días de agosto habrá novedades en cuanto a la liberación” del inoculante para su aplicación.
En cuanto a la combinación de vacunas, sostuvo que “se están evaluando”, aunque aclaró que “no es una cosa o la otra”, es decir, que se sigue trabajando para traer a la Argentina el segundo componente de la Sputnik V.