La puesta en escena que fue la despedida de Edgardo Bauza de la selección pareció guionada por un especialista en ciencia ficción. Porque todo pareció ficcionado, porque el trato de caballeros que se dispensaron en una presentación en el predio de la AFA en Ezeiza no condijo con todo el trayecto fangoso que llevó a la rescisión del contrato del Patón como técnico albiceleste. Pero también quedó claro que hubo un acuerdo de partes para que así fuera y se comunicara de la forma que se hizo, sin la conferencia de prensa anunciada, porque no se permitieron las preguntas que hubieran resultado incómodas y tal vez hubieran roto ese hechizo de irrealidad que se montó con el presidente de la AFA y de la Comisión de Selecciones, Claudio Tapia, el vice de este organismo recientemente creado, Marcelo Tinelli, y el DT saliente. Más allá de todo, el ciclo concluyó oficialmente con ese último acto y la dirigencia irá por el sucesor, con el casildense Jorge Sampaoli como principal candidato.