En Newell’s estaba todo patas para arriba desde lo futbolístico. El equipo venía del fracaso de tres entrenadores como Frank Kudelka, Germán Burgos y Fernando Gamboa y el horizonte para el cierre del 2021 pintaba para ser muy complicado. En este contexto tomó el timón de manera interina Adrián Blas Taffarel, cuando las papas quemaban y el plantel tenía el ánimo por el piso. El delantero de la época de Yudica y Bielsa agarró el fierro caliente como el gran desafío de su vida, para nada se siente un ave de paso y esa confianza y convicción ganadora es la que les está transmitiendo a sus jugadores. Por eso el equipo superó 1 a 0 Unión desde el compromiso colectivo, el amor propio y la voluntad de animarse también a jugar en campo enemigo. Así, la lepra vive, armó la segunda victoria en fila y el pueblo rojinegro recuperó la sonrisa de festejar. Taffarel lo hizo, mientras la dirigencia busca al DT definitivo con un oxígeno mayúsculo que antes no tenía.
En las difíciles se advierten las virtudes de las personas. Y el fútbol para nada es la excepción. Taffarel es un bombero que entró a una casa en llamas y en vez de buscar excusas se focalizó en resolver los problemas y en armar un equipo que deje de ser un tembladeral, saque a relucir la bandera del esfuerzo y no se rinda nunca. Y lo logró, con aciertos y errores, hoy Newell’s es competitivo y un equipo serio. Lo que no es poco.
Taffarel recuperó a los caudillos del equipo, como Maxi, Pablo Pérez y Nacho Scocco. Y fundamentalmente se la jugó en serio por los pibes de la casa. Hizo debutar a Román Bravo, Marco Campagnaro, Martín Luciano, Tomás Jacob y Marcos Benítez. Newell’s mejoró en defensa, recuperó el juego en el medio y lastima cuando ataca. No es la octava sinfonía, pero al menos suena una melodía que no rompe los tímpanos.
Claro que mientras tanto la dirigencia leprosa, con el presidente Ignacio Astore a la cabeza, no se corre ni un centímetro de su plan inicial de designar a un DT definitivo. Y junto al gerente deportivo Julio César Saldaña están abocados de lleno a esa menuda tarea.
Incluso la idea era aprovechar estos quince días de parate por las elecciones para avanzar en la designación del DT, con la intención de ir proyectando el nuevo plantel, ir definiendo los refuerzos y organizando la pretemporada 2022.
Claro que todo ello con la continuidad de Taffarel en el banco y al frente del equipo hasta fin de año para no poner el carro delante del caballo. La intención dirigencial es no poner a la parrilla ahora mismo al nuevo conductor táctico.
Es un hecho que Sebastián Beccacece (en Defensa y Justicia) cierra por todos lados, pero la cruzada es más que complicada por las ofertas del exterior que está evaluando. En ese sentido será decisiva una reunión que habrá con el empresario Christian Bragarnik, agente de Beccacece, para tener una respuesta definitiva sobre lo que hará el DT del halcón de Florencio Varela.
No es el único DT que representa Bragarnik y que está en el radar leproso. Otro es Diego Osella, de pasado rojinegro. Casi imposible es Juan Pablo Vojvoda. ¿Hernán Crespo? Y la danza de nombres continúa.
Desde Ramón Díaz a Passarella, pasando por Javier Sanguinetti, Darío Franco, Pablo Lavallén, Facundo Sava y Pedro Troglio. Y la nómina de DT ofrecidos suma apellidos a diario.
En este contexto, Taffarel dio la talla y dijo presente. En el fútbol no hay imposibles, pero la idea de la dirigencia es designar un entrenador definitivo, que se haga cargo del equipo en la próxima temporada, en la que Newell’s está obligado a ser protagonista para oxigenar el promedio.
Los hinchas se fueron del Coloso celebrando la victoria y Taffarel tranquilo: hizo revivir a Newell’s.