Roberto Sensini fue tajante. Habló de “tener un equipo agresivo, con mucho juego, que piense en el arco rival”. Entiende que el estilo futbolístico debe ser una característica inconfundible del equipo de primera división de Newell's.

Roberto Sensini habló de los planes para el fútbol rojinegro si Ignacio Boero es presidente. “Hay que intensificar el aporte de inferiores a la primera”, dijo
Por Rodolfo Parody
Sebastián Suárez Meccia
Roberto Sensini dijo que las inferiores de Newell's forman parte de su ADN y que apunta a fortalecerlas.
Roberto Sensini fue tajante. Habló de “tener un equipo agresivo, con mucho juego, que piense en el arco rival”. Entiende que el estilo futbolístico debe ser una característica inconfundible del equipo de primera división de Newell's.
Un objetivo que comenzará a trazar como director deportivo, si es que la agrupación Unen, del candidato a presidente Ignacio Boero, gana las elecciones del 14 de diciembre.
“Las inferiores están en nuestro ADN y los mejores refuerzos salieron siempre de este club. Hay que intensificar ese aporte de jugadores a la primera división”, declaró Sensini a La Capital sobre una de las premisas del plan que piensa llevar adelante en el caso de que asuma la conducción del fútbol.
Sensini nombró a Martín Anselmi como uno de los entrenadores con los que conversaron para conducir la primera, aunque añadió que tienen otra opción, aunque prefirió guardar el nombre.
—¿Cómo está el tema del entrenador?
—Tenemos dos opciones, Uno es Martín Anselmi. Lo menciono porque ya salió su nombre. Estuvimos reunidos con él. Dijo que se ponía a disposición, pero que debía tener una respuesta de sus representantes (tiene otras propuestas). Discutimos de muchas cosas, del club, y quedamos en seguir con la charla. Sé que hubo otra agrupación que también lo mencionó (Nuevo Frente Rojinegro, de Cristian D’Amico). Con Martín fuimos claros. Tenemos que definir un técnico antes del 14. También tengo otra opción por si no es Martín.
—¿Qué características tienen Anselmi y ese otro entrenador que es una opción?
—Newell’s empezará una temporada con algunas dificultades. Tenemos que armar un plantel, con 14 jugadores que se van y ver aquellos a los que renovar. En eso el técnico es muy importante. Yo puedo tomar esas decisiones, pero la realidad es que tenemos que evaluarlo con el técnico. Es una de las cosas que vamos a empezar a trabajar a partir del momento en que tenemos el ok del entrenador. Anselmi es un técnico que prefiere siempre la fase de ataque. Con equipos que son ordenados, pero siempre con una propuesta de ataque. Un modelo que Newell’s no tuvo en los últimos años. Por lo menos en el último año no fue así. Es un técnico preparado.
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—Por lo que planteás y por las características del entrenador y del proyecto futbolístico, ¿la idea es contar con un equipo ofensivo?
—Es el modelo que queremos para el club. Tener un equipo agresivo, con mucho juego, que piense en el arco rival. El equipo no tiene que depender del rival. Sino tener una identidad propia. No esperar que el rival te conceda un contraataque para atacar. La historia de Newell’s es otra, con mejores o peores momentos del club y de los equipos. No nos podemos permitir jugar de local y esperar lo que hace el rival. El técnico que buscamos debe tener esas características.
—Hablaste de un momento complicado. ¿Cuáles son esas cuestiones difíciles que hay que resolver para la conformación del equipo?
—El 15 debemos tener el técnico. Hay que definir los contratos que se vencen y los refuerzos. Que esos refuerzos sean realmente para potenciar lo que ya tenemos. Hay chicos que necesitan tener una base de jugadores que los sostengan. Esos chicos demostraron en un corto plazo que tienen condiciones. Debemos armar una buena pretemporada. De nuestra parte. tenemos que ir resolviendo cada problema que se vaya presentando. Pero lo primero por hacer es tener bien en claro qué equipo queremos y cómo lo armamos.
—¿Pudiste interiorizarte de la situación general del fútbol?
—Tengo gente adentro del club que conozco y sé las cosas que sucedieron. Cuando hacés un análisis es más allá de los resultados. Llegamos a la situación de darle toda la responsabilidad a chicos que quizás necesitaban más tiempo para debutar. Hubo cambios de director deportivo, de entrenadores. Llegaron jugadores que a los cuatro meses se fueron. Vendimos a Silvetti faltando poco para jugar el Mundial sub-20. Hubo un montón de situaciones que no aportaron. Cuando hay una campaña muy mala, son varios los motivos. Malas contrataciones, jugadores que no rindieron. Un juego que a mí no me identifica con Newell’s. Se dio la tormenta perfecta. Todo arranca en una mala gestión.
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—¿Qué cantidad de refuerzos son necesarios?
—Newell’s necesita seguro entre cinco y seis refuerzos. Después tenemos que ver algunas situaciones. Jugadores que vuelven y con los que nos tenemos que sentar a hablar. Tal vez querés que se quede un jugador al que se le vence el contrato, no llegás a un acuerdo y hay que salir a buscar otro refuerzo más. La idea con los refuerzos es que lleguen y puedan vestir la camiseta de Newell’s, estar a la altura. Con los refuerzos también pasa un cuestión de aprovechar la oportunidad. Normalmente en el final de mercado siempre aparecen jugadores que tenías en el radar. Lo primero por hacer es armar un equipo para un gran inicio de campeonato. Vamos a arrancar con necesidad de resultados. El tema de la reserva también es importante. Sabemos que Lucas (Bernardi) es del club y queremos que esté. Será una cuestión que también dependerá de lo que quiera hacer. Quedamos en juntarnos para charlar sobre el proyecto.
—Históricamente Newell’s fue un club formador, ¿cómo se piensa ese trabajo y también la inserción de los juveniles a la primera?
—Sabemos que somos un club formador. Hoy vemos que vienen equipos de Buenos Aires y Córdoba a la región a llevarse jugadores que después los ves jugar en primera. Tenemos que mejorar la captación, para desarrollar mejor nuestras inferiores. Después, a los juveniles, más allá de los que ya debutaron en primera o están trabajando en primera, hay que proyectarlos para la primera división. Hay que intensificar un poco ese aporte de jugadores a la primera. Esto depende mucho también del técnico. Porque muchas veces pasó que había chicos que estaban para jugar, no lo hicieron por distintas situaciones y después perdieron su momento. Es un trabajo amplio y no tan simple el de las inferiores. Pero no seríamos parte de la historia de club si pensáramos distinto. Las inferiores están en nuestro ADN. Los mejores refuerzos salieron siempre de este club, de las inferiores. Siempre que nos tocó ganar algo fue con base de jugadores del club. Este año se jugó un clásico sin ningún jugador del club. Esa no es nuestra identidad. No fue una cuestión simplemente de que no estaban los jugadores, sino que no preparamos chicos para que estén en primera. Y cuando los tuvimos no lo aprovechamos. Se vendieron jugadores del club en el último año que hoy podrían estar junto a Acuña, Guch, Regiardo, Gómez Mattar. Estaríamos hablando de ocho jugadores de inferiores en la primera división. Todo eso causó la tormenta perfecta. Por suerte terminó bien. Cuando lo deportivo y lo económico no funcionan, normalmente te va muy mal.
—¿Cuál es la prioridad?
—Hicimos un análisis bien profundo sobre qué sirve y qué no. Al club hay que resetearlo. Apagar y prender de nuevo. El fútbol profesional es ya, es hoy. Es un tema que venimos hablando con Boero. Lamentablemente, estamos perdiendo 20 o 25 días que los demás clubes lo están aprovechando para armar el plantel. Podés hablar con técnicos y jugadores que te dicen que les encanta Newell’s, pero si no tenés la firma queda por ahora en promesas.
—¿Y qué objetivo se proponen corto plazo?
—Lo más importante es ser claro en qué equipo vamos a armar y con qué técnico. Newell’s lleva varios torneos sin lograr clasificar. Ese es un primer objetivo a cumplir. Después hay otras situaciones del club que requieren más tiempo. Las inferiores y la reserva. Son muchas cosas, pero lo que nos sostendrá y nos dará tiempo y tranquilidad son los resultados de primera división.
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—¿Qué aprendizaje te dejó tu paso como director deportivo del club entre 2015 y 2016?
—En ese momento me llevó Jorge Ricobelli (presidente en ejercicio). Quería alguien que trabaje entre el plantel de primera división y la dirigencia. La reserva, con Juan Pablo Vojvoda, fue campeona pero ese equipo no se pudo desarrollar. Los resultados en los clásicos y el desgaste de la dirigencia hicieron que se anticiparan las elecciones. Como experiencia, siempre saco cosas positivas. Creo que un problema fue que no se le dio continuidad a ese equipo de Vojvoda. Cada uno de esos chicos llegaron a jugar en primera división. Un poco esa idea inconclusa es lo que queremos solucionar ahora. No vender a los jugadores al primer postor sino retenerlos. Esta nueva etapa personal es distinta a la anterior porque hoy soy parte de la conducción de Boero.
—¿Cómo vivís esta chance de volver al club, después de algunas oportunidades que no se dieron, entre ellas como entrenador?
—Con mucho entusiasmo y ganas. Cuando me llamó Ignacio (Boero) y me explicó la idea, nos pusimos rápidamente de acuerdo porque coincidimos. Lo tomo con mucha responsabilidad pero con muchas ganas. No será un momento fácil. Sabemos de la exigencia. El hincha y el socio es exigente, porque vio grandes equipos y se acostumbró a eso. Tengo la ansiedad de querer hacer las cosas bien. Cuando me llamaron otras veces, en algunas se dio y en otras no, pero siempre estuve a disposición. Siempre dije que a donde Newell’s me necesite, voy a estar.



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