La última imagen que había dejado Lucas Hoyos en el Coloso fue esa salida apresurada que le permitió a River el gol del triunfo en el tiempo adicional. El arquero se reencontró este viernes por la noche con el público rojinegro y tuvo una actuación reivindicatoria. Con tres intervenciones muy acertadas, conservó el arco en cero, siendo fundamental para que Newell’s al menos sume un punto en un partido carente de grandes emociones frente a Argentinos.
Hoyos quedó como el villano de la película en la visita que le realizó River hace dos fechas, saliendo muy lejos cuando Ezequiel Barco avanzó con pelota dominada, facilitándole a Pablo Solari recibir el balón y tener que empujarlo a un arco que se encontraba vacío. Newell’s perdió por 1 a 0 y el arquero tuvo responsabilidad. La misma, pero positiva, para que Newell’s anoche no reciba frente al bicho ningún gol.
En el primer tiempo su figura se agigantó al interceptar un mano a mano de Leonardo Heredia. Si bien se sancionó posición adelantada del delantero, no lo fue. En el caso que el atacante hubiese convertido, el VAR lo hubiera convalidado porque se encontraba habilitado. Por eso fue tan importante la respuesta del uno.
Hoyos volvió a tener trabajo antes del minuto del segundo tiempo. El mismo Heredia la controló de frente al arco, remató y la pelota alcanzó a ser interceptada por Méndez. Pero le volvió a quedar al atacante y su cabezazo obligó a Hoyos a volar hacia la derecha y pegarle el manotazo para enviarla al tiro de esquina.
Pasó un buen rato antes de que volviera a entrar en acción. Antes de eso siguió atento con la vista un remate de Franco Moyano desde afuera del área que cruzó frente al arco de izquierda a derecha.
Hasta que a los 65’, Luciano Sánchez envió el centro que superó el cálculo de Gustavo Velázquez. Gastón Verón la controló, sin otra oposición que Hoyos. El arquero le achicó y se interpuso al derechazo del delantero, en la que fue la segunda y última jugada de peligro del equipo de Milito.
En lo que restó del partido, Hoyos participó poco. Controló con seguridad de arriba un tiro libre que Argentinos metió adentro del área y no mucho más. Hace dos semanas quedó en el centro de la escena por la culpa en el gol de River. Y ayer también estuvo en la mirada de todos, aunque para ser elogiado.
El gol es un karma
Sin goles, es imposible sumar puntos gordos. Y Newell’s sigue sin convertir en la liga. Llegó a los tres partidos seguidos sin anotar un gol y apenas señaló uno en las últimas seis presentaciones. El motivo es la poca creación de jugadas de gol y a fallas en la definición. Jorge Recalde, que volvió a defeccionar de nueve, tuvo una ocasión muy propicia para marcar en la primera etapa y la pifió. Sordo la metió en el área y Pittón puso el centro atrás, a rastrón, para que el paraguayo se encuentre con la pelota de frente al arco. Recalde le entró mal y el tiro salió cruzado. Considerando que Newell’s se aproximó muy poco al arco del bicho, esa ocasión se lamentó.
La última situación que dispuso el conjunto rojinegro fue en el segundo tiempo, a partir de un tiro de esquina de Sordo que Velázquez cabeceó de pique al suelo y detuvo el arquero Arias. Ambos futbolistas rojinegros fueron los responsables del último gol de la lepra en la liga, en la victoria contra Racing. Fue un oasis en medio del desierto.