Gerardo Martino, Maximiliano Rodríguez, Ignacio Scocco, Lucas Bernardi, Gabriel Heinze, Américo Gallego y así podría engrosarse la lista de futbolistas o técnicos contemporáneos notables, todos de selección, que en algún momento volvieron al primer amor, a Newell’s, para ponerle el hombro, dar una mano, apostar al corazón y, además, ser campeones en el club del parque Independencia. Es que Newell’s hace un culto del sentido de pertenencia como pocos clubes en el mundo y en este sendero de apellidos ilustres de notable trayectoria está cerca de consumarse la vuelta de Ever Banega, un volante de elite, de lujo, que a los 35 años podría darle un salto de calidad valioso al nuevo equipo que está armando el DT uruguayo Mauricio Larriera.
Todo marcha dentro de lo previsto en cuanto a su contratación y se espera que pronto sea liberado de su equipo en Arabia Saudita. “Todo viene bien”, le confió este sábado una fuente inobjetable a Ovación respecto al arribo de Banega.
Es más, Newell’s envió toda la documentación a Arabia donde se tiene que desvincular y se remitió el contrato del jugador. Igual todavía no se firmó el nuevo vínculo con la lepra.
Ever está a un paso de regresar a la lepra y tal vez la principal razón de su llegada se explique en su pantorrilla derecha, con una imagen imborrable, con un sello indeleble que lo acompaña siempre, donde tiene tatuado el escudo rojinegro desde hace años.
Sería otro pasajero más de esta locura inexplicable que significa ponerse la camiseta amada, más allá de contratos y ofertas mucho más jugosas desde lo económico. “No traten de entenderlo”, reza una canción de cancha que aplica a la perfección a esta situación de Ever.
Banega es hincha fanático de Newell’s. Y su foja de servicio tiene un recorrido notable, defendiendo camisetas muy pesadas en el mundo. Jugó con la selección argentina el Mundial de 2018 y disputó en tres ocasiones la Copa América. Además en su destacada trayectoria, que comenzó en Alianza Sport en Rosario, tuvo pasos por Boca, Valencia, Atlético de Madrid, Newell’s en 2014, Sevilla, Inter y con último paso en Al-Shabab de Arabia Saudita.
En este sentido, de consumarse su llegada tal cual esperan en el Parque, sería la segunda etapa de Banega en Newell’s. Ya lo había hecho hace una década, en el primer semestre de 2014, cuando cumplió por primera vez el sueño de hacer coincidir su profesión con la pasión. En ese momento, hace diez años, Banega disputó su primer partido con la camiseta rojinegra, el 9 de febrero de 2014, en el empate sin goles entre Newell’s y Boca en el Coloso, por la primera fecha del Final 2014.
Ese día, por ejemplo, en el equipo dirigido por Alfredo Berti compartió cancha con Nahuel Guzmán, Diego Mateo, Milton Casco, Lucas Bernardi, David Trezeguet, Ezequiel Ponce y Maxi Rodríguez. Su último cotejo fue el 4 de mayo de 2014 (2-3 ante Arsenal en Sarandí) en la fecha 17 del Final 2014. Ever disputó 20 partidos en Newell’s y le anotó un gol a Tigre (L) 2-1. Y tuvo dos entrenadores: Alfredo Berti (14 partidos) y Ricardo Lunari (6).
En este contexto de pertenencia al palo vale recordar otra marca en la piel de un querido referente leproso. “El corazón manda”, es la frase que tiene Ignacio Scocco tatuada en la pantorrilla derecha, un bicampeón con Newell’s, y que al igual que Maxi Rodríguez y tantos otros, cumplió su palabra de retirarse del fútbol profesional en el Parque.
En este caso Ever también tiene tatuado con tinta roja y negra el escudo leproso. Es cierto que su paso anterior por el Parque fue fugaz y tanto los hinchas como él se quedaron con ganas de más, pero ahora será la oportunidad de redoblar la apuesta.
El mundo Newell’s espera a Banega con los brazos abiertos. Desde sus cualidades futbolísticas seguramente usará la camiseta número diez y ese rol de conductor y líder futbolístico será el que asumirá dentro de la cancha. Jerarquía, talento y experiencia le sobran. Pero además será el principal referente del plantel y un pilar para los más jóvenes.
El sentido de pertenencia sigue caracterizando y enalteciendo al club de Parque. Esta vez se trata de Ever Banega, el crack surgido en Alianza Sport en la zona sur de Rosario que tiene la pie pintada de rojo y negro.