El equipo de Mauricio Larriera salió a la cancha. Jugó su primer partido. Un amistoso que le sirvió para medirse contra otro y sacar conclusiones de lo que hay y lo que falta. Fue 1 a 1 contra River de Montevideo, en la capital uruguaya, en la apertura de la Serie Río de La Plata, y luego derrota por 4 a 2 en la definición por penales. Pero el resultado es lo de menos y las conclusiones son varias, desde que se trata de un equipo que se está armando y hasta que requiere de caras nuevas, algunas de las cuales estarían de un momento a otro, para que el fútbol que propone Mauricio Larriera, ambicioso, vertical y agresivo, pueda llevarse a cabo.
La primera huella de Larriera quedó expuesta en el sistema táctico. Dispuso el 4-2-3-1 que supo utilizar en diferentes etapas de su carrera. No todos lo interpretaron de la mejor forma en este primer ensayo, o porque no rindieron o porque no se terminaron de adaptar. Lo que más quedó expuesto fue la ausencia de un volante creativo. Tampoco es para alarmarse. Es que se espera que allí esté Ever Banega, una vez que se formalice su contratación, para convertirse en el generador de juego que es tan necesario.
Y si se menciona un refuerzo que está al caer, la urgencia de contar con un nueve quedó reflejada en las ocasiones desperdiciadas en el estadio Parque Federico Saroldi. No es para recaer la responsabilidad de la falta de gol en Genaro Rossi, que jugó después de un buen tiempo que estuvo ausente en la primera. Sí quizás más en May, falto de puntería en el amistoso, como reconoció el mismo atacante uruguayo. Lo cierto es que la falta de un centrodelantero se reflejó una vez más, al igual que sucedió en la temporada pasada.
Por todo eso es que la incorporación de Juan Ignacio Ramírez se necesita como el agua. La confianza de que llegue tiene fundamento. Pero el hecho de que no se cierre, mantiene la incertidumbre para una posición que es prioritario reforzar sí o sí. Con el atacante de Nacional o, en su defecto, con otro.
La certeza que dejó el partido es que Ramiro Macagno es el propietario del arco, salvo que suceda algo impredecible de acá al inicio de la Copa de la Liga, que según fuentes rojinegras sería el 25 de enero, contra Central Córdoba en Santiago del Estero.
El hecho de que lleva apenas algo más de una semana con el plantel y apareció entre los titulares en el amistoso, en vez de Lucas Hoyos, es una señal fuerte.
Sin esconder nada, tratando de hacer un balance de lo sucedido, el DT planteó varias cuestiones que faltan hasta encontrar un funcionamiento acorde a lo que espera. Entiende que hay tiempo, aunque tampoco tanto considerando el debut en la Copa de la Liga. Y habló de la necesidad de reforzar la columna vertebral, una cuestión que dio la sensación que no parece menor. Está expectante, como todo el mundo rojinegro, en sumar a Ramírez, a Banega y, por lo expresado por Larriera, un volante y un zaguero. Al menos ya cuenta con Franco Díaz para la mitad de cancha. Pero falta.
Por el lado del juego, Newell’s careció de variantes, repitiéndose en los ataques por las bandas. También merece una corrección.
El viernes habrá un amistoso informal con Vélez, con la participación de aquellos que jugaron menos minutos, y el domingo será la despedida de Uruguay contra Peñarol. Habrá que seguir ajustando el funcionamiento y aguardar a los nuevos, sabiendo que no contará en el inicio con Juan Sforza y Panchito González, confirmados en la selección sub-23 para el preolímpico. Todo requiere paciencia. Ya habrá tiempo para las exigencias.