El Gallego Méndez decidió cambiar de arquero. Sacó a Ramiro Macagno, de floja reacción en la jugada del gol de Central la fecha pasada, y metió a Lucas Hoyos. La reaparición de Hoyos, tras dos meses sin atajar, no dio el resultado que seguramente esperaba el DT. Es que tuvo responsabilidad en el gol de Roger Martínez y, con ese único tanto, Racing le ganó a Newell's por 1 a 0.
El ingreso de Hoyos en la formación titular fue uno de los cuatro cambios de Newell’s en relación al equipo que salió a jugar el clásico.
Hoyos no atajaba desde la derrota contra Instituto por 2 a 0 en el Coloso del 13 de julio pasado. Después de ese partido llegó al club del Parque el Gallego Méndez y prefirió que el arquero sea Macagno. Pero lo sucedido en el clásico lo llevó a cambiar de opinión.
Explosión cerca de Lucas Hoyos
Antes del comienzo del partido, desde la tribuna del Palomar se tiró una bomba de estruendo que cayó cerca de donde se encontraba Hoyos. La explosión afectó al arquero, que se quedó un momento agachado tratando de recuperarse.
Después, en el partido, Hoyos tuvo pocas intervenciones, en buena medida por la falta de puntería de los futbolistas de Racing. En la primera, el uno se estiró y no alcanzó el cabezazo de Roger Martínez que, para fortuna de la Lepra, dio en el palo derecho.
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Pero en una de esas aproximaciones contadas en que lo exigieron, se equivocó y la pelota terminó adentro del arco. Fue en esa acción que falló al tratar de interceptar un tiro desde 26 metros de Roger Martínez.
El derechazo del delantero no fue muy esquinado, pero la respuesta de Hoyos fue incorrecta. Estiró la mano derecha y tocó el balón, pero no lo suficiente para desviarlo. Fue gol de Racing, con el arquero como responsable.
Hoyos no brindó la seguridad en el arco que se pretendía. Esa misma que no había entregado Macagno frente a Central.
Ninguno se asegura el puesto
Los arqueros se vienen alternando durante el año bajo los tres palos sin que ninguno brinde certezas de que es merecedor del puesto. Un problema de arrastre que tiene Newell’s en un lugar clave.
Las secuelas que dejó la derrota en el clásico empujaron al entrenador a meter otras tres variantes para recibir a Racing. Ingresaron Brian Calderara por el suspendido Ángelo Martino, Matko Miljevic por el lesionado Éver Banega y Giovani Chiaverano por Francisco González.
Ninguna de las variantes resultó fructífera. Miljevic fue uno de los más activos, pero prácticamente no creó nada. A Calderara se lo notó nervioso y no se proyectó. Y el juvenil Chiaverano nunca logró desbordar y directamente fue reemplazado, sin salir a jugar el segundo tiempo.