En estos tiempos de adversidades y tempestades, Lucas Bernardi asoma en Newell's como la última chance real de salvación, como un manotazo al aire que debe forjar efectos de reacción muy precisos y movilizadores, como un acto de fe ciega que le permite ver y seguir creyendo en un futuro de subsistencia posible, como un purgatorio donde debe penar por la inmensa cantidad de pecados cometidos a lo largo de todo el año, pero que le puede llegar a dar la posibilidad de liberación final si se concentran todos los esfuerzos detrás de esta causa común que representa el nuevo DT.
Es que Bernardi, entre las posibilidades internas, era el DT con más crédito sobre sus espaldas, y conoce a los pibes del club que están por dar el salto ya que estaba conduciendo la reserva, y además ya exhibe algunos kilómetros de rodaje en primera.
Y, además, entendió que debía dejar la cláusula que no le permitía saltar a la división superior de lado. Puso a Newell’s por encima de todo, y ese es su primer gran gesto, que le juega a favor, hacia adentro y hacia afuera.
La suerte de Newell's corre detrás de Bernardi
Esa combinación de factores lo elevó de condición, y hoy la suerte de Newell’s corre detrás de su destino.
Bernardi tendrá su segundo ciclo como entrenador de Newell’s. El primero fue una década atrás, en 2015. En aquel momento, llegó para reemplazar a Américo Rubén Gallego, aunque el partido anterior al que asumió lo dirigió interinamente Carlos Picerni, que fue un 0-4 ante Boca en la Bombonera.
Su primer partido fue el 12 de julio de ese año, y comenzó de la mejor manera ya que los rojinegros, por la fecha 16ª del torneo de 30 equipos, venció 3 a 0 a Racing en el Coloso. El primer gol en su ciclo anterior lo anotó Martín Tonso, mientras que dos goles de Ignacio Scocco rubricaron la victoria.
Su primer equipo exhibió un esquema 4-4-2 y estuvo compuesto por Oscar Ustari; Franco Escobar, Leandro Fernández, Víctor López y Gabriel Báez; Denis Rodríguez, Hernán Villalba, Daniel Mancini (69’ Hernán Bernardello) y Martín Tonso (63’Victor Figueroa ); Mauricio Tévez (76’ Maxi Rodríguez) e Ignacio Scocco.
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Bernardi siempre se fijó en los pibes
En ese partido hizo debutar a dos chicos de las inferiores: Denis Rodríguez, primo de Maxi, y Daniel Mancini, mostrando al menos un ezbozo de intención de hacerle un lugar a los pibes del club.
Tras ese arranque victorioso estuvo ocho cotejos sin ganar, con cuatro empates y cuatro derrotas: 0-0 ante Tigre en Victoria, 0-1 con Central en el Parque, 0-2 frente a Olimpo en Bahía, 0-0 con Temperley en Rosario, 1-1 contra Atlético en Rafaela, 0-1 ante Colón en el Coloso, 0-1 con Defensa en Varela, y 0-0 contra Central en Arroyito.
Pero, tras esta racha negativa, el Newell’s de Bernardi metió tres triunfos consecutivos: 1-0 sobre San Martín de San Juan en Rosario, 2-0 con Estudiantes en La Plata, y 2-0 sobre Huracán en el Marcelo Bielsa.
En la fecha 28ª, sufrió un duro golpe tras perder 5 a 0 como visitante ante Nueva Chicago y cerró el torneo con un empate 1-1 contra Lanús en el Parque, y un gran triunfo frente a River en el Monumental, con tantos de Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco.
Su último partido en 2015 fue una derrota por 2 a 1 ante Lanús, en cancha del Granate, donde quedó eliminado en el primer partido de la Liguilla Pre Sudamericana 2016.
En 2016, antes de su renuncia dirigió dos partidos, ambos fuera del Marcelo Bielsa y con derrota: 1-2 con San Martín de San Juan y 0-2 con Central.
En esa ocasión, en total fueron 18 partidos al frente de los rojinegros con 5 triunfos, 5 empates y 8 caídas. Logró 20 puntos sobre 54 en disputa (una efectividad del 37 %).
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Empató la reserva de Newell's
Los pibes rojinegros igualaron ayer 1-1 con Huracán, en el predio de La Quemita, por la fecha 15ª del torneo Proyección. A los 52’, abrió la cuenta, Facundo Kalinger, mientras que a los 89’, en una de las últimas, el zaguero leproso, Juan Blas Saman, ganó de arriba para estampar la parda definitiva.
Datos: Carlos Durhand