Son rosarinos. Son notables. Son reconocidos y respetados por todos. Lionel Messi como el mejor jugador del mundo y Marcelo Bielsa como un DT calificado, un sabio para entender el juego y armar equipos que nunca negocian la idea de atacar ni le temen al error ni al resultado. Esta noche Leo y el Loco estarán frente a frente en la Bombonera, en el clásico del río de la Plata entre Argentina y Uruguay, por la quinta fecha de las eliminatorias sudamericanas, en un duelo atractivo, que promete emociones y con actores protagónicos made in Rosario.
Ya de arranque nomás vale recordar la admiración de Bielsa sobre Messi, un pichón de crack que lo cautivó desde la primera vez que observó sus gambetas endiabladas y sus goles de antología cuando todavía era apenas un proyecto.
La anécdota de la primera impresión de Bielsa sobre Messi la cuenta Claudio Vivas, por entonces ayudante del Loco. “En 2002 hicimos una gira con la selección argentina y pasamos por Barcelona, paramos en un hotel cerca del Nou Camp y se acercó una persona a hablar conmigo, diciendo que era rosarino y que tenía material de Lionel Messi, que jugaba en las juveniles del club, yo le dije que ya lo conocía de cuando lo hacía en Newell’s, y me comentó que España lo estaba buscando para jugar, y le respondí que eso era imposible”, comenzó el relato Claudio. Además, Vivas agregó: “En eso le digo que me deje el material, videos completos en realidad de Messi, y en ese momento, que eran VHS, lo pongo y enseguida Marcelo se golpea las manos y me dice que lo pusiera en velocidad normal, porque así no se podía ver. Yo le contesto que el video estaba en velocidad normal, y me dice «no, este chico es un fenómeno», y bueno sí le digo”.
Fue devoción a primera vista del Loco por el joven Messi. Claro que luego el respeto y admiración del DT hacia Leo se acentuó con el paso de los años. Por ello en la previa del cotejo entre la Scaloneta y su actual selección de Uruguay, Bielsa se explayó sobre el diez campeón del mundo.
“No hay un método ni procedimiento que sea lo suficientemente efectivo contra Messi. Es el mejor jugador del mundo, justificadamente”, lo ponderó. Y profundizó el análisis: “Messi también jugó partidos en los que no lució, pero no porque se aplicó una fórmula infalible, porque la misma fórmula que se utilizó en muchos partidos donde no logró lucir, se utilizó en los que sí se lució. No hay una fórmula”. Además, cerró el concepto “alguna vez habrá que preguntarle a él qué sería lo conveniente para evitar que juegue bien, porque las preguntas que nos han hecho a los entrenadores no han sido ningún aporte”.
“Y es mejor eso para el fútbol, que tiene como esperanza que los grandes jugadores luzcan. Que no haya una fórmula eficaz para que un gran jugador no luzca, mantendrá más vivo al fútbol”, otra magistral definición en esta previa entre Argentina y Uruguay del DT rosarino que estuvo al frente de la albiceleste entre 1998 y 2004.
Messi volverá a enfrentar a un equipo de Marcelo Bielsa, en este caso a la selección uruguaya. El Loco siempre lo tuvo en la vereda de enfrente a Leo. Nunca de su lado. Siempre como rival. Primero como entrenador de la selección de Chile (una victoria para cada uno). Después, como técnico del Bilbao de España (tres triunfos de Leo con Barcelona y dos empates).
En la noche del jueves otra vez estará Leo dentro del campo de juego y Bielsa dando indicaciones pegado a la línea de cal. Dos embajadores de lujo del fútbol rosarino, ambos identificados con Newell’s, pero en especial identificados con el fútbol que les gusta a todos más allá de las camisetas.
Una linda pulseada desde dos lugares distintos. Con Leo tratando de gambetear y gravitar para romper el molde en pos de quebrar el sistema táctico puntilloso de Uruguay. Y con Bielsa planificando desde el pizarrón “enjaular” al diez y cerrarle los espacios para evitar que despliegue su repertorio con comodidad.
Una partida entre el talento de un artista como Messi frente a la sabiduría estratégica de un tacticista fenomenal como Bielsa. Un gran duelo entre el hombre y el sistema. ¿Quién ganará?