Todos los caminos conducirán hoy al Gigante de Arroyito. No es una cita cualquiera. Es más, como nunca, el partido será lo de menos. Lo será porque la situación en la tabla del anfitrión así lo amerita. Pero sobre todo porque no habrá un equipo que acapare la atención, sino solo un hombre. Todos los caminos, todas las miradas, conducirán a Marco Gastón Ruben, el que volvió con el Chacho Coudet para soñar con cosas grandes, el que encendió con sus goles la ilusión del pueblo auriazul que venía de malas, el que volvió a hacer creer que retomar un camino de gloria era posible. El que llegó a ella, al cabo, junto al Patón, el que en el mientras tanto fue construyendo su leyenda. A fuerza de gritos de todos los colores, al rival de toda la vida y al que sea, el que mantuvo su vigencia pese al paréntesis autoimpuesto. El que, con 35 años, decidió que era el momento de colgar los botines y encarar otros desafíos, dejando la mejor imagen, sin que el paso del tiempo lo empuje. Y un marco gigante se prepara para homenajearlo. A él, el ultimo ídolo canalla.
La dimensión de la despedida se pudo palpar claramente en la semana. Con entradas populares agotadas rápido, con las plateas del lado del río también, con un remanente de 300 del lado de Cordiviola que desaparecerán rápido en la mañana del día especial. Con los hinchas que el miércoles, cuando llamó a conferencia de prensa para anunciar su retiro, fueron hasta Arroyo Seco para saludarlo, para quedarse con una foto del ídolo, el que se quedó hasta la hora que fuere para que todos tuvieran su imagen personalizada. Con los innumerables llamados a dirigentes y allegados para que les consigan un ingreso de protocolo. El Gigante estará que explota, todo para ver las últimas corridas del 9 por el césped de Arroyito y, por qué no, otro gol que le permita el bonus track de alcanzar o hasta superar a Bauza como máximo artillero desde que el Gigante es Gigante.
Pero lo dicho, sería un plus, porque Marco Ruben ya lo dio todo con la camiseta que amó desde chico, con la que vistió desde una edad avanzada para las inferiores y que supo defender con goles pero también con una entrega encomiable. Es que el 9 no fue (no es, aún) un 9 de esos típicos pescadores, aunque también estuviera para eso. Siempre obligó, siempre se peleó entre los zagueros que vinieran, siempre aportó en la construcción de una jugada ofensiva y, sobre todo, siempre estuvo ahí para concluirlas.
Tan innato fue eso en Ruben, que después de cumplir el sueño de conseguir un título con la camiseta canalla, después de que la pandemia le hizo repensar sus prioridades y se tomó un descanso para ello, volvió como si nada, como si bajar las cargas que suponen los entrenamientos colectivos no le hubieran hecho mella.
Así, intacto, empezó a gritar y gritar goles que le permitieron achicar diferencias y luego superar a los grandes ídolos canallas con sus marcas históricas, como al Matador Mario Alberto Kempes y al Torito Waldino Aguirre, para quedar como el máximo goleador de Central en el profesionalismo. Y hasta tuvo después un bonus con el golazo ante Independiente, cuando llegó a los 104 gritos y superó a Víctor Rogelio Ramos, para convertirse en el mayor artillero rosarino con la misma camiseta.
Decidió no ir por el récord de Leandro Armani, quien convirtió 117 con varias casacas de la ciudad. No le hizo falta. Marco Ruben agigantó su figura desde aquella vuelta para un 2015 que renovó todas las expectativas en Arroyito. Fue actor fundamental, pilar de un Central que volvió a pelear cosas importantes y aún cuando en este último tramo el equipo no estuvo para ello, terminó de ponerle moño en ese contexto a una carrera brillante, lo cual también habló de su importancia.
El Gigante hoy se vestirá de gala para él, para un “gracias” por tanto al último acto de Marco Ruben, el último ídolo canalla.
Los números
261 partidos de Ruben en Central. Está en el puesto 14 de los que jugaron en el club.
104 goles. Máximo anotador en el profesionalismo y 3º detrás de Harry y Ennis Hayes.
20 penales ejecutó en Central. Convirtió 17, desvió 1 y le atajaron 2: Palmeiras y Godoy Cruz.
2 expulsiones sufrió en Central. Loustau ante River en final Copa Argentina y Echenique con Gimnasia.