Los cuatro referentes leprosos mencionados (Maxi, Scocco, Domínguez y Formica), a los que se les puede sumar el arquero Luciano Pocrnjic, son todos formados en la cantera rojinegra. Mientras que por el lado de Central Marco Ruben y Paulo Ferrari, son productos genuinos del semillero auriazul, en tanto, Pinola y Musto llegaron procedentes de otras entidades, pero con sacrificio, entrega y compromiso ya se convirtieron en referentes de Arroyito. En Central también son de la casa el experimentado Germán Herrera y el retornado Federico Carrizo. Pero lo que se debe aclarar es que el mote de caudillo no es exclusivo para los jugadores naturales de los clubes y tampoco se puede decir que un futbolista siente más la camiseta que otro porque se formó en un club determinado. Lo que no perdona el clásico rosarino es la apatía a la hora de jugarlo, más allá del origen de los protagonistas.