Resiliencia, superación y voluntad son los pilares que definen a Giovana Loiúdice, la joven rosarina multicampeona en ciclismo adaptado que este 10 y 12 de agosto representará al país en el marco del Súper Mundial de Ciclismo de Glasgow (Escocia), una prueba "absolutamente inclusiva", donde correrán atletas convencionales y adaptados en un mismo circuito. Giovana, quinta en el escalafón mundial de su especialidad WT1, ganadora de dos medallas doradas en el Panamericano realizado en Brasil en 2022 y líder en todo el continente americano, se medirá con corredoras profesionales de elite mundial para traccionar con su triciclo, que en aquel entonces pesaba 47 kilos. La historia de esta joven de 20 años que quedó cuadripléjica en un accidente vial y fue superando escollos peldaño a peldaño. Y también, la batalla incansable para conseguir apoyo económico y logístico para llevar adelante su actividad deportiva, que ya forma parte de su vida.
La historia de Gio y la tricicleta -por una cuestión de estabilidad- comenzó a raíz de un accidente de tránsito mientra viajaba con su padre. Tenía 9 años y su cuadro era muy delicado por la cantidad de traumatismos que le provocaron una reducción de su capacidad cognitiva "en un 75% a raíz de las microhemorragias" que sufrió en ese siniestro vial, según le cuenta a La Capital Sandra Atencio, la mamá de Gio. Ese accidente también hizo que Sandra deje su profesión de enfermera para poder dedicarse a pleno a la salud de Gio.
"Gio tuvo múltiples discapacidades a raíz de ese accidente, pero las fue superando. Por eso también me tuve que dedicar a ella porque necesitaba ir a rehabilitación con frecuencia y en los primeros años necesitaba ayuda. Esas lesiones también le provocaron que pierda la memoria a corto plazo y parálisis cerebral, situación que fue superando poco a poco. En eso, teníamos un acompañante terapéutico que estaba muy relacionado con el deporte y gracias a él, Gio comenzó a andar en el triciclo", rememora la mujer.
En ese sentido, asegura que "no hay antecedentes" a nivel mundial de la evolución que experimentó Gio a lo largo de estos años y sostiene que su hija "es el futuro en el ciclismo adaptado". Por eso insiste y no se cansa de golpear puertas despachos en el Concejo Municipal y el municipio para poder acceder a subsidios que le permitan poder costear una actividad que insume, sólo en los entrenamientos (a razón de tres veces por semana) $7 mil de flete para poder trasladar el triciclo, cuyo peso (comenzó con uno que pesaba 50 kilos y hoy cuenta con uno de aluminio, un tanto más liviano) dista de las estructuras de carbono.
En eso, cuenta que "el único concejal" que le abrió las puertas y ofreció su ayuda fue el concejal Ariel Cozzoni, quien logró modificar el texto del Diploma de Honor cuando Gio regresó del Campeonato Panamericano de Ciclismo Adaptado realizado en Maringá, Brasil, en marzo de 2022. En ese entonces, la selección argentina de la especialidad obtuvo dos medallas de oro, aunque también valió su performance en la I Copa del Mundo de Ruta UCI de Ostende (Bélgica) y la II Copa del Mundo de Ruta UCI Elzach (Alemania) en mayo de ese mismo año, que la escalafonó en el quinto lugar del ránking mundial y primera en el continente americano. "No hay mujeres en esta especialidad en Latinoamérica y ella compite contra atletas mayores", apunta Sandra.
A su vez, reclama: "Giovana no tiene sponsors, pese a que Nación le cubre todo lo relacionado al viaje, estadía y comida en Glasgow, pero aún debe hacerse cargo de su entrenador, nutricionista y psicólogo, más allá de que por la obra social mantiene la cobertura en kinesiología para seguir trabajando en la recuperación neuromotriz por su cuadripléjia. Y pese a haber ganado dos medallas doradas, tiene una beca de $30 mil por mes". Y apunta: "Cuando la acompañé a Brasil, me di cuenta que el aporte que en este país se destina al deporte convencional equivale a la cifra que en otras partes del mundo se aporta sólo al adaptado".
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Sandra destaca que gracias al secretario de Turismo y Deportes del municipio, Adrián Ghiglione, Giovana cuenta con la posibilidad de poder entrenar en el autódromo Juan Manuel Fangio o el Estadio Municipal, pero Sandra asegura que aún debe costearse un flete para poder trasladar la tricicleta de la paraatleta rosarina. "Para ir y venir se me van casi $7 mil cada vez que entrena; además tiene que tener una dieta especial para poder mantener su musculatura", precisa.
El primer apronte de Giovanna en las competencias ocurrió en la Vuelta de las Altas Cumbres y salió 5ª en la general y a partir de allí comenzó a dedicarse a pleno a la actividad, que le permitió lograr el título en la Vuelta de San Juan. De allí llegó la convocatoria a la selección nacional, donde a nivel panamericano debe competir sólo con hombres, ya que no hay mujeres en esa disciplina (WT1). Eso la llevó a ganar dos medallas doradas en Maringá, por sus competencias en ruta y pista. "En Escocia será la segunda vez que compite solo con mujeres, que tienen de 37 años en adelante y corren con tricicletas mucho más livianas y sofisticadas; ella, en cambio, con cero material, se las ingenia para competir y ganar; ahi está el doble mérito".
Ahora las esperanzas están puestas en los próximos 10 y 12 de agosto, cuando Gio compita en el Súper Mundial de Ciclismo. "Es una prueba donde corren únicamente corredoras y corredores de la elite mundial y por primera vez en la historia es una carrera inclusiva, porque todos correrán a la vez en un mismo circuito", destaca y valora la mamá de Giovanna. Para este certamen viajaron a Glasgow seis competidores y tres acompañantes con alrededor de 10 rodados. Gio viaja con una ilusión enorme de volver a su casa otra vez con medallas.