"La gente la conoce como la selección fantasma, aunque yo la llamo la selección de altura. Se la conoce como selección fantasma por José María Otero, periodista de la revista El Gráfico y el diario La Razón. Otero iba a la AFA, preguntaba por la selección de altura y nadie le sabía decir nada. Entonces publica en La Razón, y luego en El Gráfico, que es una selección fantasma, porque nadie sabe nada de ella", cuenta Ignomiriello.
"Hay una foto famosa, con esas caretas de cartulina. Estábamos en el vestuario del estadio Siles y decidimos sacar una foto de recuerdo de la selección. Fue unos días antes del partido. Carlos Cancela, que había colaborado conmigo cuando fui DT en Central (era el preparador físico), fue a buscar pasamontañas. No consiguió para todos, entonces compró cartulina y se hicieron esas caretas, pensando en la selección fantasma que había apodado Otero. El fotógrafo que nos saca esa foto se la vende al diario Hoy de La Paz y ellos a El Gráfico, que la publica en la contratapa", recuerda.
"El contrato de Sívori y el mío era hasta el 31 de diciembre de 1973. D'Onofrio nos dijo que si clasificábamos para Alemania nos daba la palabra de que íbamos a seguir hasta el Mundial de 1978, porque quería un vínculo a largo plazo. Pero cuando clasificamos, D'Onofrio ya no estaba en la AFA y los nuevos directivos consideraron que la foto era un ataque hacia ellos, para desmerecerlos. Así fue que no me pagaron el premio por clasificar al Mundial. En una oportunidad voy a San Juan con Douglas Haig y Fornari pasa por el hotel. Me dice: «Miguel, gracias a usted me compré el departamento en el que vivo con mi familia. Fue con el premio que me dieron de la selección». En cambio, yo no cobré nada", dice.
"Sívori se fue y cuando Cap se hace cargo de la selección, me llama para trabajar con él. Le digo que me interesaba. Pero como estaba en Deportivo Cali y se posterga la final del torneo de Colombia que tenía que jugar, demoro la vuelta. En el medio tuve un ofrecimiento de Nacional y me fui a Montevideo".
"A los jugadores de hoy les falta potrero"
Don Miguel Ignomiriello define como "marciano" a Messi. Dice que "no es normal". Pero considera que le falta el "potrero" donde se forma la "personalidad" de un líder, capaz de "ponerse el equipo al hombro".
"Messi es un marciano, no es normal. Pero le está faltando el potrero que tuvieron nuestros grandes jugadores. En todas las etapas hubo grandes jugadores de potrero, con una personalidad lograda en base a esas canchas con dimensiones reducidas y en las que hay un montón de problemas", dice.
"Un jugador de potrero puro es el Kun Agüero por ejemplo. Messi no tiene calle, no tiene potrero. No tiene la personalidad de Maradona. No le quito mérito. Es un fenómeno, pero no es capaz de cargarse el equipo al hombro", sostiene el veterano DT.
Camino al Mundial 1974
La campaña de Argentina en las eliminatorias 1973 fue: 4-0 a Bolivia (L), 1-1 a Paraguay (V), 1-0 a Bolivia (V) y 3-1 a Paraguay (L). Ganó el grupo, obtuvo la única plaza en juego y fue al Mundial.
Los jugadores de Ignomiriello que fueron titulares contra Bolivia: Oscar Fornari, Mario Kempes, Aldo Poy, Osvaldo Cortés y Rubén Glaría. Ricardo Bochini y Marcelo Trobbiani entraron en el segundo tiempo. Otros que estuvieron en la previa: Juan Ramón Rocha, Ubaldo Fillol, Rubén Galván, Jorge Troncoso, Juan José López y Reinaldo Merlo.
"El Patón es muy buen técnico"
Ignomiriello fue técnico, entre otros clubes, de Rosario Central, cumpliendo muy buenas campañas a fines de la década del 60?. "Profesional Distinguido", tal cual la distinción del Concejo Municipal de Rosario de 2013, definió a Edgardo Bauza de "muy buen técnico".
"Para el que conoce el fútbol de Sudamérica, que haya ganado una Libertadores con Liga Deportiva Universitaria de Quito demuestra que el Patón es un muy buen técnico", dice.
"También lo demostró al ser campeón con San Lorenzo.
Por ese club pasaron infinidad de técnicos, algunos de
mucho prestigio, y nunca
ganaron nada", agrega.
"Evidentemente que dirigir
a la selección es complicado, con una prensa que vive
atacando y no le da respiro.
No es fácil", asegura.