La ciudad de Caaguazú tiene más de 100 mil habitantes. Allí nació y comenzó a jugar Paredes. Sólo tenía que cruzar la calle para que las horas transcurran en el club donde creció y jugó al fútbol de niño y hasta la adolescencia. Esos recuerdos y los afectos permanecen intactos.
¿Tu familia tenía algún vínculo con el fútbol?
No. Mi viejo lo juega de forma amateur. En la familia soy el único que salió futbolista. Soy del interior de Paraguay, de Caaguazú. A los 15 años fui a Cerro Porteño y a los 17, en 2011, me hace debutar Leonardo Astrada. Fue un lindo sueño jugar en ese club, una parte muy linda de mi vida.
Nunca nos faltó el pan, tampoco sobraba. Soy de clase media baja. Mi papá es mecánico, es muy respetado y por suerte nunca le faltó trabajo. Toda mi familia es muy trabajadora. Somos seis hermanos, tres hombres y tres mujeres. Soy el quinto hijo. Tengo hermanos repartidos, una en España, tres en la capital (Asunción) y otro en Caaguazú.
¿Dónde jugabas de chico?
En un club que está enfrente de mi casa. Es el Club Atlético Caaguazú. Hice toda la escuela de fútbol y debuté en primera en la liga de Caaguazú a los 15 años. Prácticamente me crié en ese club, donde tengo todavía varios amigos.
Así que no necesitabas que te llevara nadie al club. Cruzabas solo.
Sí. Mi viejo jugaba en ese club y yo iba detrás de él y me quedaba viendo. Cuando alguien me buscaba siempre me encontraba en el club. Ese club y todas los que están ahí son una familia para mí. Hoy sigo en contacto con ellos, que siempre me brindan su apoyo. Para mí siempre será un hogar.
En esos momentos, ¿llegar a ser un jugador de primera era un sueño?
Cuando jugás en esa etapa de tu vida nadie se imagina llegar a lo que hoy estoy viviendo. En esos tiempos vivía el día a día, iba todos los días al club a disfrutar jugar con los amigos. En ese momento no te imaginás hasta dónde podés llegar.
¿La selección juvenil de Paraguay fue uno de los mejores momentos de tu carrera?
Sí. Jugamos el Sudamericano Sub 20 en Mendoza (2013) y clasificamos segundos. Fue una camada muy linda, en la que prácticamente todos están triunfando, como Gustavo Gómez y Miguel Almirón, quienes pasaron por Lanús; Robert Piris da Motta y Cecilio Domínguez. Después, el Mundial de Turquía Sub 20 fue otro lindo momento. Cumplir esa clase de sueños es algo increíble, que no se puede comprar.
La selección, la primera de Cerro y llegar al fútbol argentino, ¿superó lo que esperabas lograr en el fútbol cuando te diste cuenta de que ibas a llegar?
Sí. Igual cuando estás en las inferiores querés todo rápido. Siempre llega el que tiene más paciencia y el que se traza objetivos en la vida. Hoy se me está dando. Jugar en la primera división de cualquier liga no es fácil. Muchas personas critican a los jugadores sin saber por todo lo que pasó para llegar. Para mí es un orgullo haber defendido los colores de Paraguay y hoy hacerlo en Newell's.
¿Qué es lo que no conoce el público en general sobre el futbolista?
Cuando amás el fútbol, se aguantan muchas cosas. A mí me costó mucho irme de Caaguazú a la capital y dejar a mi familia por primera vez. Se sufre bastante. Extrañás amigos. Hoy más maduro es más fácil. Tengo una novia, Susana González, que me ayudó bastante, no sólo ella sino su familia. En una semana viene acá para estar conmigo. Ese apoyo facilita bastante.
¿Siempre fuiste primer marcador central?
En las inferiores y en Caaguazú llegué a jugar de volante central. Debuté en primera en Caaguazú de lateral derecho y en esa posición también debuté en Cerro. No desconozco el puesto de marcador derecho o el de stopper por izquierda.
La xenofobia del hincha argentino
¿Sufriste discriminación por ser paraguayo o conocés compatriotas tuyos que la hayan sufrido en el fútbol argentino?
No, compañeros no. Felizmente a mí no me tocó, pero si sé casos de compatriotas que sufrieron cantos de las hinchadas. Pasó con Oscar Romero, ex compañero mío en Cerro, cuando estuvo en Racing (si bien no fueron dirigidos a él, el jugador le recriminó a su hinchada por cantos xenófobos contra paraguayos y bolivianos). Esa es la parte triste del fútbol. Pero se está mejorando despacio en ese sentido. Esperemos que en algún momento termine todo eso para que se viva el fútbol de una mejor manera.