La dirigencia canalla está en vilo por Zampedri

La teoría indica que Independiente quiere llevarse a Fernando Zampedri. La realidad, que la oferta concreta no está sobre la mesa. En todo caso, la propuesta diabla realizada en su momento dista de la ideal como para iniciar una gestión seria y formal. Pero en Arroyito ayer encendieron las alertas porque hay algunos indicadores informales que señalan que de un momento a otro llegará un ofrecimiento contundente. Y es por eso que los directivos se juntaron a analizar el cuadro de situación. Y le aseguraron a Ovación que "los próximos dos o tres días serán decisivos". Ahí se sabrá si el Toro se muda a Avellaneda o se queda.

Si el rojo quiere a Zampedri, quien no se sumó a esta excursión por una inflamación en el tobillo izquierdo, tendrá que venir con 3,5 millones de dólares. Al menos esa es la cifra que le puso el canalla. Por ahora los números no asoman. Aunque se especula que con las grandes ventas que hizo Independiente podría seducir al punta en un abrir y cerrar de ojos.

Por ahora el jugador se muestra paciente y pasivo en esta especie de novela de verano de último momento. Desde Arroyito aseguran que buscarán lo mejor para todos.

Eso hizo que se empiecen a analizar a otros delanteros por si acaso. La intención de Central es preservar al jugador. Es el delantero titular. El goleador del equipo. Una pieza reemplazable, pero a la vez nada sencilla de suplir. Sea por presente como por características deportivas. Sobre todo porque el entrerriano se amolda perfectamente al sistema táctico del Patón.

Es verdad que llegó Claudio Riaño. Tan cierto como que el ex Boca debe readaptarse al fútbol nacional tras dos temporadas en México, donde se juega a otro ritmo. Para Bauza no sería sencillo cambiar de piezas a esta altura, por más que venga utilizando a Herrera como único punta.

Es por eso que las próximas 48 o 72 horas serán decisivas. Y que tiene en vilo tanto a Central como al propio Independiente, que debe poner sobre la mesa una oferta concreta si es que pretende al Toro Zampedri. De lo contrario, no se va.